Apuntes del Secretario

jueves, 12 de octubre de 2017 00:51
jueves, 12 de octubre de 2017 00:51

Aunque no hubo información oficial, estamos en condiciones de adelantar que el síndico de la quiebra de la empresa Noruzi, aquella que cobró y no hizo la “obra del siglo”, un emprendimiento de cloacas que cruzaba todo San Fernando del Valle, desde La Viñita hasta inmediaciones de la Gruta de la Virgen del Valle, contestó en sede judicial el planteo de nulidad que, en marzo del presente año, presentara el fiscal de Estado, Carlos Bertorello. En la respuesta, el contador Pedro S. Vega –de él hablamos-, desestima completamente el pedido y reivindica su rol en la defensa de los intereses del Estado, de instituciones del medio y abogados locales que son los acreedores de una empresa que fue condenada por la Justicia de Catamarca y, ulteriormente, resultó vaciada para eludir sus responsabilidades de pago. Se trata de una acción de responsabilidad en la que, increíblemente, el defensor de los intereses de todos los catamarqueños, o sea Bertorello, pretendería salvar para siempre a la empresa que incumplió y, con fondos no legítimos, formó otras empresas, entre ellas Editorial Capayán, la editora del diario El Ancasti, o Sudamericana de Aguas que, con la garantía de Noruzi, ganó una licitación millonaria en la ciudad de Pilar (Buenos Aires).

En ediciones recientes resaltamos que, por el que reclamo de la mandataria bonaerense, los gobernadores de provincia esperan un fallo adverso en torno al Fondo del Conurbano Bonaerense (FCB). Entienden que las condiciones políticas favorecen al reclamo de María Eugenia Vidal y que la Corte Suprema de Justicia, hipotéticamente aliada del macrismo, producirá un fallo salomónico dándole razón al reclamo de Buenos Aires y conminando a la Nación a reparar a las provincias. Si esto último no ocurriera, por las dudas, los funcionarios nacionales –caso Rogelio Frigerio- explican que lo mismo habrá ayuda, lo cual no significa garantía para el conjunto de las provincias. Más allá de los resultados de la elección del 22 de octubre, que también cuentan en esta pulseada, se nos ocurre que por el famoso Fondo del Conurbano se viene una pelea durísima, para muchos de supervivencia, y que el peronismo puede unirse en el reclamo o profundizar las divisiones que observa en la actualidad. Veremos qué ocurre y cuál será el comportamiento de nuestros legisladores nacionales los que, a cada nada, explican que están para defender los intereses de Catamarca.

Las estadísticas señalan que por cada empleado del sector privado, hay dos que revisten en el sector público. Para que se haya alcanzado esta ecuación, por cierto, existen motivos. Uno de ellos es la nula creación del trabajo genuino, que sale de los emprendimientos privados –Pymes a la cabeza-, lo que lleva a buscar soluciones en el Estado, agilizadas por políticos y funcionarios que, en sus afanes demagógicos, no miden consecuencias. De esta manera, hoy la administración pública desborda y, lo peor de todo, los desocupados hasta desprecian trabajar en áreas diferentes al Estado benefactor que paga sueldos superiores, no exige rendimientos ni producción, propone un solo turno de lunes a viernes, otorga largas vacaciones y gangas al por mayor. En síntesis, el Estado llega al límite de proponer una competencia desleal con la actividad privada hasta el punto de quitarle recursos humanos. Afirmamos esto con conocimiento de causa. Numerosos empleados de este diario, que se ofrecieron ante funcionarios irresponsables, terminaron en los últimos años engrosando las planillas salariales del Estado, especialmente las que tienen que ver con organismos de comunicación y, hasta alguno de ellos, inició acciones judiciales contra una empresa que no gana dinero y hace titánicos esfuerzos para subsistir. Sin embargo, comprendemos bien: a esos funcionarios poco les importa la suerte ajena. Total no pagan ellos y, al parecer, no se dan cuenta del daño que provocan. ¡Una vergüenza!

Durante las primarias, el senador Oscar Castillo tuvo escasa participación en la campaña de Cambiemos y únicamente apareció por Antofagasta de la Sierra, el departamento menos poblado de la provincia. Ahora, para la elección del día 22, ha repetido el ritual. Fue hasta la puna, donde un día antes había llegado su hija, “Petu” Castillo, para entregar kits escolares. En caminatas y recorridos por otros puntos del interior, al menos públicamente, brilló por su ausencia. La curiosidad, en este caso, está dada porque fue Antofagasta de la Sierra uno de los pocos lugares en los que ganó Cambiemos en agosto pasado y, para conseguir un senador provincial, podría repetir en 10 días más. Con ello, objetivamente, Castillo podría proclamarse “ganador. Por allí único. Por cierto, lejos de Brizuela del Moral.

Otro punto de preocupación para el Gobierno, por la posibilidad de resignar otro senador, es El Alto. En agosto, el enfrentamiento entre Cambiemos y el Frente Justicialista para la Victoria fue “palo y palo”. “Luchín” Gómez, el postulante opositor, quedó a menos de 20 votos de Augusto Ojeda, quien busca la reelección y se hace fuerte en la cabecera departamental. Su problema está en Tapso, la jurisdicción donde el radical Jorge Coronel juega fuerte y tiene posibilidades de favorecer el cambio de resultado respecto a las PASO.

La presencia de las autoridades de la empresa de energía en la Legislatura provincial, encabezadas por el contador Raúl Barot, sirvió para clarificar una situación que se repite a lo largo y ancho del país. Esto es, que los desmesurados aumentos en las tarifas de luz son el resultado de una política en la materia que, a su vez, se complementa con la realidad. La energía cuesta dinero, hay que pagarla y la administración del PRO entiende que se terminó el tiempo de los subsidios, los que abundaron durante los 12 años de kirchnerismo. En todas las provincias se repite el mismo fenómeno, por lo que resulta llamativo que la oposición catamarqueña intente hacer política partidaria con dudas y sospechas que se generan en decisiones políticas nacionales que se vuelven en su propia contra. Por si fuera poco, el inefable presidente de la comisión de Obras y Servicios Públicos, Luis Lobo Vergara, aprovechó la contingencia para descargar responsabilidades contra los miembros del ENRE, el organismo encargado del control de tarifas que integró hasta 2013, cuando pretendió que se le aprobara una licencia de al menos cuatro años para ejercer como diputado. Sus dardos envenenados, denunciando que no hay controles, estuvieron dirigidos a Augusto César Acuña, miembro reconocido del Ente Regulador de los servicios públicos y figura de renombre dentro de la UCR, quien le contestó -estableciendo una cuestión de niveles que resulta indiscutible por capacidad y trayectoria-, todas las dudas existentes en torno a la tarifa y a los consumos de los últimos tiempos. Afortunadamente para Lobo Vergara, autor de varias travesuras que supo denunciar este diario, no se ahondó sobre el pasado, del que podría surgir su relación con la familia Taselli, aquella que hizo uso y abuso de la energía durante más de una década.

Cuando Jorge Bergoglio, en 2013, bajo el nombre de Francisco, fue designado Papa, desde este humilde rincón periodístico proclamamos que la causa de santificación de Fray Mamerto Esquiú, después de casi 70 años, podía ser reactivada. Lo hicimos por simple intuición y por conocer los pensamientos de Bergoglio, que precisamente inició su papado con un nombre que, de fondo, homenajea a aquellas personas que siguieron las elecciones de Francisco de Asís, el joven italiano que dejó de lado riquezas para convertirse en la antigüedad en el apóstol de los pobres, necesitados y enfermos, una forma de vida que supo replicar el fraile piedrablanqueño que, prontamente, va a llegar a los altares. En este sentido, en orden contrario a los que aseguraron que la causa tiene un “lento avance”, El Esquiú.com puede afirmar que las exigencias finales para iniciar el proceso de beatificación, referidas a los milagros, han sido aprobadas por la Santa Sede y, en breve tiempo, se terminará de confirmar una noticia que será histórica para Catamarca y Mamerto Esquiú, la egregia figura que podría ser santo durante los mandatos de las actuales autoridades provinciales.

RECUERDOS NO LEJANOS. Como lo hacemos habitualmente, en este último bloque rememoramos el pasado cercano.
En octubre de 1992, el entonces fiscal –hoy camarista- Raúl Da Prá pedía la detención de varios dirigentes que, durante el gobierno peronista de Saadi, habían tenido la responsabilidad de custodiar los bienes de la cámara de Senadores de la provincia. La medida afectaba al exgobernador Oscar Garbe; al senador de Ambato Armando Seco y al funcionario Julio Fadel, todos los cuales quedaban imputados por peculado. Cabe destacar que la denuncia inicial de este caso fue realizada por la exFiscal de Estado y actual ministro de la Corte de Justicia, la doctora Amelia Sesto de Leiva.

También en aquel mes de 1992, el exgobernador de Catamarca, Arnoldo Aníbal Castillo, especialmente invitado por el expresidente Carlos Saúl Menem, integraba la delegación argentina que participaba de una visita oficial a la República de Chile. Eran tiempos en que se aceitaban las relaciones entre la UCR de Catamarca y el menemismo, las que se iban a prolongar por largos años y le iban a permitir al Frente Cívico retener el poder en varias oportunidades. Recién en 1999, el caudillo riojano se animó a jugar unas fichas por el regreso de Ramón Saadi, pero ya era tarde. Perdió por paliza y no pudo lograr su objetivo central, que era aspirar a una nueva reelección.


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