Concreto y pavimento
Poco menos de dos semanas después de la realización del Congreso de Economía Verde que se realizó en Córdoba con la presencia destacada del expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, los temas de la campaña electoral no mostraron demasiadas variaciones y mantuvieron el mismo ritmo que podrían otorgar la victoria y la derrota a los mismos actores de las pasadas elecciones primarias.
Uno de esos temas es el estudio -o por lo menos la iniciativa de estudiar- de políticas públicas que permitan sostener en nuestra provincia un clima similar al que la caracteriza en las últimas décadas.
Mientras provincias con una geografía similar a la nuestra ya han dado el paso adelante con proyectos de energía limpia -Jujuy tiene uno de los parques de captación fotovoltaica más grandes del continente Sur-, en Catamarca todavía se debate si llegarán los fondos para seguir tirando hectáreas de bosque que no se recupera y sin detenerse para aplicarles un remedio mínimo que tenga una utilidad más allá de la fotografía de ocasión.
No hay dudas de que el déficit habitacional en nuestra provincia es uno de los temas primordiales de abordaje para cualquier gestión de gobierno y si bien ha sido emprendido el esfuerzo de paliar esos indicadores -convenientemente interminables, por otro lado-, nunca se realizó la tarea de avanzar al menos con proyectos que no tengan la prioridad de talar y topar, en vez de dejar lo existente y generar todavía más flora.
En las provincias del centro del país se registran tornados con más frecuencia que nunca antes en la historia. Las provincias costeras -y también las de mar tierra adentro- siguen sufriendo inundaciones nunca antes vistas.
Catamarca ha registrado en los últimos años desastres naturales inéditos que sólo hallan comparación con especulaciones teóricas mirando al pasado geológico.
Aún así, para la dirigencia este no ha sido un tema central de debate ni de propuestas. El tiempo electoral se consume y ni una palabra considerable se ha escuchado en boca de los candidatos.
Parece ser que por un tiempo más y hasta que vuelvan a acaecer hechos lamentables -el destino así no lo quiera - nos conformamos con la lógica del concreto y el pavimento.