33 de mano

miércoles, 17 de octubre de 2018 00:10
miércoles, 17 de octubre de 2018 00:10

El tema del cobro del plus médico en Catamarca, que se practica todos los días por algunos –no todos, por suerte- de los profesionales de la salud, ha entrado irremediablemente en una zona de definiciones. Es un secreto a voces que el extra (pesos) que se les pide a los pacientes castiga si piedad a los cada más escuálidos bolsillos de los trabajadores de la principal obra social provincial (OSEP), muchos de los cuales ya fueron alcanzados por eso que llaman línea de pobreza. La polémica cuestión tiene una ingrata historia de muchos años que todavía no encuentra una resolución definitiva que ponga fin a lo que se considera ilegal, y si es ilegal es ilícito e ilegítimo, suena a delito, a infracción; tienen gusto a fraudulento, a espurio y resulta a todas luces tramposo. Nos decía un médico amigo mientras el humo del café se mezclaba con los otros humos de las otras mesas: “El peor error de la OSEP es pretender que el paciente mande al frente (denuncie) a su médico. El enfermo no lo va a hacer por una cuestión de respeto, de fidelidad y porque hay un vínculo casi familiar que suele darse entre los profesionales y los enfermos, en la mayoría de los casos”. Empatía. A eso se refería: al hecho de que dos personas se ayuden entre sí. Una relación de altruismo y preocupación por los demás. La capacidad de ayudar y ayudarse mutuamente. Está claro que la empatía va a funcionar cuando se manifiesta de ambos lados. Si uno falla, hay olor a trampa y se hace añicos la necesaria empatía. Esto viene a cuento porque la OSEP lanzó una campaña para que el afiliado denuncie a los que cobran plus y pidan el correspondiente recibo del pago del mismo. Imposible y hasta ingenuo el intento. El plus se cobra en negro, porque es ilegal y jamás habrá documento que lo pueda comprobar. Es como pretender que un acto de coima y corrupción, tan de moda por estos días, quede registrado en un acta con las firmas e identificación de las partes intervinientes.

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 Desde esta columna tenemos a la figura del médico como sinónimo de vida. Seres dotados de una inteligencia extraordinaria para salvar vidas, a los que les entregamos toda nuestra confianza porque están dotados de una sabiduría prodigiosa a la que recurrimos cuando un mal de salud nos aqueja. Y son mujeres y hombres que con amplios conocimientos y amor por tan noble profesión honran lo que han decidido proteger: la vida. Bienvenidos sean entonces los buenos médicos, en toda la extensión del calificativo de buenos. Pero no estamos de acuerdo con los que cobran el plus. Porque del otro lado del mostrador están los pobres. No creemos que el cobro –o no- de un plus les modifique los números de las cuentas bancarias a los médicos. A todo esto, el tan meneado asunto del plus médico tiene cansada y agobiada a una gran parte de la comunidad. Es hora de ponerle un punto final. Ya transitó por todos los espacios posibles: el legislativo, el sindical, el institucional y hasta desde lo personal.  Aquí mismo nos hacíamos eco hace un par de miércoles sobre lo dicho por el intendente de Belén, Daniel Ríos: “volví a ver mamaderas verdes” porque no hay leche para alimentar a los niños y se les daba mate cocido. ¿A esas madres también se les cobra plus llegado el caso? Contamos en este mismo diario lo que pasó en un comedor comunitario, cuando un niño comió la mitad de la hamburguesa y la otra mitad la guardó en el bolsillo del vaquero. “Es para mi mamá”, respondió cuando se le preguntó por qué lo hacía. ¿A esa gente también se le cobra plus? Leemos a diario que en el país la mayor parte de los hogares y de la población descendió uno o varios escalones en la participación del ingreso salarial. Entre esos miles y miles de hogares hay muchos catamarqueños. ¿A ellos también se les cobra plus? No afloje Walther Arévalo, líder del SOEM Capital en su lucha para que los afiliados al gremio no paguen el plus. No afloje querido amigo “Toño” Morales (foto) en preservar su condición de hombre ético así en la vida como en la profesión de médico. No aflojen todos los médicos buenos, sabios y solidarios. Que no confundan nunca el juramento hipocrático, ese que habla del contenido de carácter ético, con lo que conocemos como práctica hipócrita, pariente de la inmoralidad. Y el plus médico es una práctica tramposa.

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Comentarios

17/10/2018 | 08:34
#149006
El cobro del PLUS comenzó con el atraso de los aranceles médicos que paga OSEP. Más allá que digan que están actualizados, eso no es cierto. Siempre se pagó más afuera - enfermos afiliados derivados- que en la provincia. Y eso que en muchos casos eran para simples controles. Por ello OSEP pide mes a mes aporte del Gobierno de la provincia y el último pedido son 40 millones más. ¿Irán para actualizar los escuálidos aranceles? Ojo que la TASA `POR PLAZO FIJO RONDA EL 70% ANUAL y atrasar el pago 60 días es un 10% menos en la percepción...¿Cuánto facturan los médicos mensualmente? ¿MILLONES? ¿100 MILLONES? un 10% es buena plata...¿no?

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