Suele decirse que en momentos de crisis es cuando surgen creatividades y voluntades inimaginables en otras circunstancias. La supervivencia obliga a pensar diferente, a ensayar alternativas ante contextos no favorables. Y a operar en consecuencia. 

Se sabe que la economía transita -nuevamente- una compleja coyuntura que se traduce en una inflación descontrolada, pérdida de poder adquisitivo de los asalariados y una cifra creciente de excluidos del mercado laboral formal. En ese escenario cobran notable importancia las iniciativas autogestionadas, los famosos “emprendimientos” que, sin ser lo ideal, colaboran enormemente para asegurar ingresos genuinos para muchas familias que de otra manera dependerían exclusivamente de la asistencia social.

Al menos en el último lustro, estos proyectos de escala individual, familiar o asociativa, han crecido exponencialmente en todo el territorio catamarqueño, por la decidida apuesta que se les dio en el marco de las políticas públicas.

Así, se destinaron recursos crecientes, tanto económicos como humanos y profesionales, para brindar a los emprendedores capacitaciones y apoyos a través de la compra de maquinaria, por caso, y hacer sustentables las propuestas que ponían en marcha.

La estrategia se consolidó en términos de ventas con hitos como El Portal del Emprendedor, que se convirtió en un par de años en referente a nivel NOA de la economía social, con cientos de expositores y miles de personas concurriendo a cada edición que se celebra en el Predio Ferial.

Este año hubo otros avances notables. Por caso, la Cocina Comunitaria montada en el CAPE permitió a los emprendedores del rubro gastronómico que no contaban con un lugar adecuado en sus casas, elaborar preparaciones cumpliendo todas las medidas de bioseguridad. Paralelamente, se convirtió en ámbito de cursos sobre variadas temáticas que alcanzaron a instituciones del medio.

Sin perspectivas de que la situación social mejore durante el 2019 es fundamental que, incluso en un contexto de ajuste y fondos reducidos, se aseguren recursos para mantener activas estas acciones que ayudan no solo a paliar la crisis laboral, sino también a dar oportunidades a aquellos que tienen vocación emprendedora y voluntad de autosuperación.