Dos propuestas con fuerte sentido comunitario se pondrán en marcha durante los festejos navideños de este año. Por un lado, gracias a una iniciativa del Gobierno junto a las iglesias Católica y Evangélica de Catamarca, más de 5000 personas de sectores vulnerables de la Capital podrán tener una cena digna. Para ello se apeló a la solidaridad de muchos que destinarán su tiempo para cocinar durante esta tarde, con insumos aportados por la Provincia, de manera que distintas parroquitas y templos ofrezcan la comida a las familias que lo requieran. 
Paralelamente, en los denominados “comedores emergentes” -aquellos que surgieron en forma reciente como consecuencia de la crisis que se acentúa cada vez más-, se replicará la acción, de manera que la Nochebuena tenga una impronta ampliamente inclusiva.
Además, y a través de una convocatoria de vecinos de la zona alta de la ciudad, la plaza Huayra Tawa del barrio 920 Viviendas será escenario, esta noche, de una reunión que buscará recrear la tradición de las Fiestas comunitarias, un poco perdida en estos tiempos.
Quien promedie los cuarenta años o más tendrá en su memoria las juntadas que los vecinos realizaban incluso en arterias muy céntricas de San Fernando del Valle, para lo cual se cerraba el tránsito vehicular de manera que en veredas y en la propia calle se armen las mesas. En estos casos, la comida era siempre a la canasta y el brindis, multitudinario. Y cuando llegaban familiares y amigos de otros lugares, solían armarse guitarreadas o “bailongos” hasta bien entrada la mañana del 25.
“Una Navidad como la de antes”, dicen los organizadores de la movida de la plaza, quienes buscan “superar todas las barreras que tienden a separarnos como sociedad”. La invitación alcanza de manera especial a aquellos que están lejos de su familia o si están solas. La comida también se compartirá de manera solidaria.
Dos alternativas que, con sus matices, apuntan a revalorizar el verdadero espíritu navideño: aquel que habla de encuentro  y comunidad y que, lejos de cualquier variante del consumismo, apela a lazos esenciales que nos re-ligan como sociedad.