Haciendo un paréntesis de sus largas (¿y merecidas?) vacaciones, desde un sector del interbloque del FCS-Cambiemos, también llamado el bloque de los 10, conocido además por estar integrado por algunos de los “eternos reelectos” de nuestra Legislatura, se conoció un pronunciamiento público a través del cual los diputados manifiestan su “profunda preocupación y repudio a la artera campaña montada en contra de miembros de la Corte de Justicia de la Provincia”, más otras consideraciones que sirven para sumar líneas y darle forma de cierto contenido al escrito.

Una defensa política de lo que –según ellos- consideran una movida política en contra de dos ministros de la Corte de Justicia: Amelia Sesto de Leiva y José Cáceres. Una aparición pública con pretensiones de justificar la nada misma, de quienes dicen ser “los representantes del pueblo”, que lejos de pronunciarse con una acción en beneficio de la población en su conjunto se preocupó en defender los intereses de sus cuestionados correligionarios.

Seguramente no habrá de quedar para la posteridad la fotografía que muestra sonriente al grupo de los 10, parte de esa élite privilegiada que tiene cinco meses de vacaciones, que faltan cuando quiere a las sesiones (a trabajar se supone) y no se les descuenta un peso de sus jugosas dietas, que gozan de prebendas como viáticos, combustible y celulares gratis, que en algunos casos son meros “levanta manos” y ni siquiera se les conoce la voz –salvo cuando se aproxima fin de mes y preguntan  ¿cuándo cobramos?- y tantas otras canonjías que provocan el lógico escozor y rechazo en la comunidad. No nos cabe ninguna duda: son los que disfrutan de las mieles del poder, con algunos ejemplos de gozar de la política siendo ganadores o perdedores en las elecciones, siempre bien colgados de las cada vez más impresentables listas sábanas.

Disfrutan ganando o perdiendo. “Sé igual”, diría el inolvidable Minguito. A esta altura del comentario, cabe una aclaración: como lo remarcan los muchos del café, no es justo meter a todos/as en la misma bolsa.

Hay honrosas excepciones. Alcanzan los dedos de la mano para identificarlos en la separata. Al que le quepa el sayo…y al que no, que se quede tranquilo si su conciencia se lo permite.

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  Lo peor es que, como ocurrió el año pasado –uno de los más flojos en producción parlamentaria de los últimos tiempos- cuando vuelven a trabajar “normalmente”, las mayorías de las sesiones se convierten en un grotesco show de chicanas propias de la politiquería barata, donde relucen las principales espadas que parecen ocupar una banca únicamente para defender a su jefe político.

Claro: esto tiene su premio en las absurdas e inmerecidas reelecciones ¿Y la gente? Como si fuera una mueca burlona del almanaque, nuestros legisladores vuelven al trabajo el 1° de Mayo, justo cuando se celebra el Día del Trabajador. Fácil: se ponen las mejores pilchas, van a escuchar –no todos- el mensaje del primer mandatario de turno y a comer un asadito. No sería ético comentar entre los suyos “hoy volvimos a laburar”. ¡Ni se les ocurra imponer el UPD! (“último primer día”) imitando a los estudiantes. También en esto tendrían una ventaja: si provocan desórdenes en la vía pública, nadie de algún organismo de seguridad les llamaría la atención. Para eso tienen fueros.

Y ya que estamos en el tema: en agosto del año pasado, el diputado Carlos Molina y Cía. –Cambiemos-FCS- hizo un pedido de informes a la secretaría de Cultura, secretaría de Turismo y ministerio de Producción de la Provincia, sobre algunos aspectos relacionados con la organización del Poncho de Oro, edición 2017, pedido basado en algunas inexactitudes con tufillo a mentiras. Solicitud hecha con bombos y platillos.

En noviembre, la secretaría de Cultura respondió con lujos y detalles. Silencio de Molina y Cía. Al fin y al cabo sólo se trataba de una especialidad de la casa: un pedido de informes. Muy poco para el pomposo rótulo de “representantes del pueblo”. 

Vallese x Vallese

El 23 de marzo próximo estará en Catamarca Felipe Vallese, hijo del primer detenido y desaparecido de la Juventud Peronista, en 1962. 
Vallese traerá la muestra fotográfica “Vallese x Vallese”, en un acto que tendrá lugar en la sede de la Universidad Empresarial Siglo 21, en calle San Martín 420, a partir de las 9.30.
La muestra recorre desde hace un tiempo distintos puntos del país y mantiene viva la memoria de Felipe Vallese, un obrero que al ser el primer detenido-desaparecido político, se transformó en un verdadero símbolo de lucha y militancia en el país.