Se ha dicho muchas veces que una falencia notoria de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) era su escasa inserción territorial. Con la oferta educativa concentrada en la ciudad, los estudiantes del interior debían, sí o sí, trasladarse a la Capital si pretendían continuar una carrera en la institución. La comparación inevitable fue siempre la vecina La Rioja, que con una población y un nivel de desarrollo no muy diferente a Catamarca, tiene una universidad nacional con varias sedes y unidades académicas esparcidas por su geografía, además de la Universidad Tecnológica Nacional, la Universidad Nacional de Chilecito y la Universidad Barceló, entidad privada que dicta carreras dentro del campo de las Ciencias Médicas.
Una de las alternativas que encontraron las autoridades de la UNCA fue el dictado de tramos pedagógicos, de corta duración, en cooperación con municipios del interior. Pero es en la educación a distancia en donde cifran expectativas de que la Universidad llegue de manera más eficaz a los potenciales alumnos de los departamentos.
En el país hay notorias experiencias en esta temática, como la que despliega la Universidad Nacional de Quilmes, que en los últimos años pasó a ser una institución bimodal, en la que los alumnos “virtuales” tienen tanta importancia como los “presenciales”. Así, hay carreras que se dictan completamente en internet, mientras que las de cursada convencional incorporan cada vez más contenidos a distancia.
Una de las ventajas de la mayor aplicación de las nuevas tecnologías en el ámbito de la educación superior, en territorios como el catamarqueño, es que reduciría las necesidades de relocalización y mermaría los extenuantes horarios obligatorios, ya que el alumno puede aprender en su casa, con sus propios ritmos y posibilidades. Además se incluiría mejor a los que, por motivos de trabajo, no pueden estar en las aulas.
A fin de mes, la UNCA será anfitriona de unas jornadas nacionales sobre la temática, en las que disertarán reconocidos profesionales. Una oportunidad inmejorable para conocer de primera mano las experiencias en marcha y que la UNCA pueda adaptarlas para ofrecer más oportunidades de acceso a la formación universitaria.