Apuntes del Secretario

domingo, 29 de julio de 2018 00:11
domingo, 29 de julio de 2018 00:11

La no realización de la interna del 3 de junio, como lo dijimos en numerosas oportunidades, iba a traer problemas insolubles para la UCR de Catamarca y, por ende, para el descascarado Frente Cívico y la alianza Cambiemos. Es que se consagraron autoridades de una sola lista, que asumieron sin la legitimidad que da el voto de los afiliados, y otros pretendientes, de tanta o más identidad que los electos, fueron virtualmente proscriptos por una Junta Electoral mentalizada para no abrir las urnas. Los resultados de la discordia, que debía haber arreglado aquella Junta Electoral (no la Justicia Electoral Nacional, a la que apelaron quienes fueron desplazados), están a la vista. Todos, sin excepción, están dispuestos a dirimir posiciones en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) y, precisamente, no lo van a hacer desde un acuerdo previo. Van a concurrir a la contienda de precandidatos desde sectores frontalmente enfrentados, lo cual puede ser atractivo para los periodistas o quienes siguen la política, pero no para la salud interna de la oposición. Es que, salvo que ocurra un milagro, la nueva batalla no va a restañar las heridas que, aun hoy, siguen expuestas.

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Uno de los que reabrió el debate en la última semana fue el intendente de Belén, Daniel “Telchi” Ríos, al indicar con resignación “cada vez la gente nos tiene menos aprecio”. El hombre, dedicado a la gestión (la que incluyó la realización de un exitoso festival folclórico en pleno invierno), ha lanzado una percepción que, en la realidad, propios y ajenos la palpan y muy pocos discuten. Está íntimamente relacionada a la falta de unidad, la que bien pudo lograrse –o acercarse a ella- con aquella interna fallida. Los socios del PRO, como Fernando Capdevila y Carlos Molina, minimizan la actualidad del accionista mayor y también dejan la instancia de la primaria para resolver el problema. El conductor de la ANSES, en ese sentido, fue más contundente al afirmar “habrá que trabajar y después veremos. Tampoco me parece que la interna termine siendo tan importante cuando están las PASO”. Ya veremos si la interna no es tan importante. El diputado, por su lado, valoró la importancia del radicalismo (¡vaya si la tiene!), pero indicó que los liderazgos de Cambiemos “los vamos a definir en las PASO”. Estas opiniones, plenamente, no solo confirman que las diferencias existen, sino que agravan la estabilidad de la alianza a nivel local. Es por ello que, desde la Casa Rosada, no habrá concesiones de ninguna naturaleza en tanto y cuanto no se superen las diferencias. De hecho, por el mismo motivo, están anticipando desde Buenos Aires que Catamarca seguirá teniendo signo peronista.

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Otro que habló esta semana y dejó una enigmática aseveración fue Alejandro Páez, el flamante y legal presidente del comité provincial. Dijo, escuetamente, “no tengo jefes políticos”, lo cual quiere decir muchas cosas, las que serán develadas con el paso del tiempo. Una de ellas tiene que ver con la dependencia absoluta que observaron hacia figuras como Oscar Castillo y Eduardo Brizuela del Moral los últimos jefes partidarios, llámense “Coco” Quintar o Luis Lobo Vergara. En la coyuntura, la conducción del intendente andalgalense responde al castillismo, lo que no significa que esté garantizada la sumisión al senador nacional. Es más. Habría que darle margen de crédito a sus palabras, toda vez que su historia dentro de la UCR no habla de haber ascendido en base a componendas o enroques de la política. En todo caso, fue el quien las llevó adelante, como en el 2011, cuando desafió y venció a toda la estructura partidaria (la gobernaba Brizuela del Moral) con su candidatura a intendente por Proyecto Sur (Pino Solanas). En resumen. Más temprano que tarde sabremos si Páez, como dice, efectivamente no tiene jefes políticos.

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Con la declinación de Ríos a una eventual precandidatura a gobernador y el silencio de Brizuela del Moral, quien teóricamente arrimaría más votos aunque lleve ya cuatro postulaciones (2003, 2007, 2011 y 2015), el único precandidato que mantiene firmeza dentro de la oposición es el diputado provincial Rubén Manzi. No solo lo ratifica con palabras. Concurre a cuanta reunión lleva adelante el Frente Cívico, viaja al interior, hace recorridos capitalinos y, sin variantes, trata de estar cerca de cualquier funcionario del PRO o del mismo Macri, con quien se vio la cara el mes pasado en San Miguel de Tucumán. Por si esto fuera poco, cuenta con un apoyo nacional muy importante como el de Elisa Carrió, la líder de la Coalición Cívica con llegada directa a los despachos del Jefe de Estado. Claro que este apoyo, en caso de ser precandidato o candidato, no le serviría mucho dentro de límites de Catamarca, donde la diputada nacional no tiene la misma atracción que ejerce sobre porteños o bonaerenses.

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El funcionamiento de la medicina en Catamarca sigue dando que hablar y podría explotar en los próximos tiempos. Al corte abrupto de la relación de la privada OSDE y el Círculo Médico, entre quienes se cruzan fuertes fogonazos, podría sumarse OSEP. En este caso sería por el cobro del plus médico, una anomalía que se estaba naturalizando hasta que apareció un gremialista y, en nombre de sus representantes, los 3.000 municipales de San Fernando del Valle, pidió la eliminación de algo que afecta a los más de 80.000 afiliados de la obra social de los empleados públicos en general. Loable lo Walter Arévalo –a él nos referimos- desde todo punto de vista, pero la realidad es que el tema tiene que encontrar solución por vía del interventor de OSEP y el Círculo Médico, los que tienen un contrato de partes y los contratos están para cumplirse. En ellos no dice, en ninguna parte, de imposiciones adicionales para los afiliados. Aparte, ambas partes, están obligadas a cuidar la salud de la obra social la que, por excesos, en algún momento puede tener problemas de funcionamiento. Mucho más en épocas de ajuste como las que se viven.

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En gran medida o poca, como sea, la obra pública con recursos del Estado va a ser impactada por medidas que ha dispuesto el gobierno nacional. En Catamarca todavía permanece, entre otros, el reclamo para completar la obra del Hospital de Niños y dar continuidad al plan de viviendas, frenada por varios empresarios que, frente a lo que les están debiendo, no parecen dispuestos a poner “la suya”. En torno a esto, hace diez días aproximadamente, se produjo un pequeño cobro, prácticamente mínimo en relación a la deuda total, pero el tema de fondo es que la provincia, a su vez, apenas recibió una parte de lo que debería haber depositado Nación. Esto llevó a decir al titular del IPV local, Dante López Rodríguez, “se vuelve a rendir y se vuelve a generar la deuda”, lo que tiene que ver con varios cálculos, entre otros el de la devaluación de la moneda de casi el 50% en lo que va del año. La oferta alternativa que ofrece la Nación para suplir la caída de la obra pública es ser intermediaria de créditos internacionales con una tasa del 4% anual en dólares. En verdad, si estos dineros se emplean con responsabilidad y no se los desvía a gastos corrientes, por allí se convierten en un remedio para sostener un ritmo de trabajo que permita llevar a cabo las cuestiones indispensables. Respecto a los planes PPP (Participación Pública Privada), por rápidas consultas realizadas por este diario, no resultan atractivos para el empresario de la construcción que, como todos saben, está acostumbrado a que la “platita” la ponga el Estado.

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RECUERDOS.

Como lo hacemos habitualmente, el último bloque de los “Apuntes” lo reservamos para rememorar hechos pasados.

Después de la intervención de la provincia y del Partido Justicialista, en el año 1991, el 25 de julio de 1993 se normalizaba la situación para los peronistas que, bajo el gobierno de Arnoldo Castillo, actuaban en la oposición.

Ramón Saadi recuperaba la conducción partidaria luego de imponerse con absoluta claridad en la interna de aquel gélido domingo de elecciones.

Con una participación cercana al 60% del padrón, el exgobernador obtenía aproximadamente el 80% de los votos, contra un 15% de la lista que encabezaba el exempresario y exdiputado provincial Miguel Haarcher, quien señalaba a la prensa su satisfacción por haber participado de la puja que había convocado el último interventor, el santafesino Rodolfo Vittar.

Lo hacía con estas palabras: “luchamos contra un frente que tiene más de 40 años de actuación en el peronismo de Catamarca y logramos adhesiones superiores al 15%. Saadi sacó el 80%, cuando en la última interna había llegado al 94%”.

Un día como hoy, 29 de julio, Ramón Saadi asumía nuevamente en el PJ y Vittar mostraba satisfacción por todo lo actuado. Los sectores opositores internos, como los que conducían Mario Fadel, Miguel Marcolli y Guillermo Rosales, se llamaban a silencio.

El único que habló fue el empresario Silvestre Zitelli. “El resultado no es ninguna novedad ni sorpresa para nadie. Ahora, todos debemos ir por la unidad para permitir el triunfo del peronismo en octubre próximo”, señalaba. 
 

40%
Satisfacción
0%
Esperanza
40%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
20%
Indiferencia

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