El Secretario

viernes, 10 de agosto de 2018 00:00
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El slogan de “Pobreza Cero”, que utilizó la alianza Cambiemos en su campaña de 2015, siempre se comprendió como un rumbo a seguir, un horizonte propuesto, una suerte de declaración de objetivos que definían hacia dónde pretendían dirigirse las políticas oficiales. Nadie en su sano juicio hubiera esperado que en verdad se alcance ese índice, quizás imposible o reservado para alguna localidad suiza o el principado de Mónaco. Sin embargo, cumplido aproximadamente el 70 por ciento de la gestión macrista, el lema se advierte cada vez más distanciado de la realidad; porque la pobreza no sólo no descendió ni medio dígito, sino que se incrementa a un ritmo alarmante.
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Son múltiples y variadas las fuentes que ratifican esta tendencia, que puede corroborar cualquier ciudadano que en lugar de dedicarse exclusivamente a ver televisión, tenga por costumbre salir en algún momento de su casa y caminar por la calle. Pero para tomar como parámetro alguna evaluación que no tenga parentescos partidarios, puede analizarse por ejemplo el último estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina en la Universidad Católica Argentina (UCA). Según los trabajos que realiza esta entidad, dirigida por Agustín Salvia, la devaluación del peso en abril y junio originaron que tres de cada diez personas sean pobres en la Argentina. El nivel de pobreza se ubicaría en el tercer trimestre cerca del 32 por ciento, lo que representa un aumento de entre dos y tres puntos. 
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“El momento crítico es este”, advirtió Salvia luego de disertar en un ciclo de conferencias sobre la situación del país. La última medición de pobreza realizada por el Observatorio de la UCA fue para el tercer trimestre del año pasado y había alcanzado al 28,7 por ciento de la población. El primer trimestre marca un quiebre de la tendencia, que puede dejarnos en igual situación que la que teníamos a principio de 2017. Pero es un cambio de tendencia. En el segundo trimestre se empieza a agravar el problema, lo cual significa unos dos puntos de pobreza, y el tercer trimestre es de esperar que sea el peor momento. El último documento de la UCA advirtió que el 63,9 por ciento de los pobres indigentes del país y de los pobres no indigentes presenta un malestar psicológico; es decir un estado en el que se experimentan síntomas de ansiedad y depresión. “Pobreza Cero”, comienza a parecerse así a aquellas consignas vacías de “Revolución Productiva” y “Salariazo”, que alguna vez ayudaron a consagrar al menemismo.

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