En medio de la vorágine informativa por la crisis que vive la Argentina, los pedidos de ajuste de los prestamistas internacionales y los últimos shows mediáticos-judiciales de los cruzados contra la corrupción, solo para señalar los principales temas de las coberturas, pasó un poco desapercibida la reunión que tuvo lugar en el exSussex para lanzar una Red de Promotores de Género.
En momentos en que la agenda feminista gana visibilidad y de la reciente batalla que el movimiento disputó por el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, crece la demanda para que el Estado y otros actores institucionales atiendan sus múltiples reclamos.
Uno de ellos, quizá el más potente, es el de un combate efectivo a las formas de violencia de las que son objeto las mujeres por el solo hecho de su sexo.
Avances en materia legal-judicial y la mayor atención gubernamental al colectivo no habían sido acompañados aún con un trabajo que articulara en territorio las nuevas modalidades de intervención. Así, se contribuía a que las mujeres con menos acceso, por una cuestión geográfica o de falta de información, quedaran relegadas de las acciones de contención y promoción social.
El panorama comienza a cambiar con la red de promotores que está en conformación. Según se informó, se trata de una iniciativa que parte de brindar en cada departamento el acompañamiento a las mujeres que denuncian situaciones de violencia, ayudándolas a lidiar con los trámites policiales y judiciales, además de posibles medidas de resguardo para ellas y para sus hijos.
Pero la acción no se detiene ahí. También se apunta a aportarles herramientas y a colaborar en gestiones para atender cuestiones vinculadas al acceso a servicios de salud, vivienda, trabajo y educación.
“Pensamos la promoción de derechos como gran aliada del acceso a la Justicia y como principal estrategia para desnaturalizar la violencia machista que atraviesa la cotidianeidad en los territorios”, remarcaron durante la reunión de lanzamiento, resumiendo a la vez las acciones que se encararán para abordar, a nivel interinstitucional y multidisciplinario, una problemática que lamentablemente caracteriza el presente de muchas catamarqueñas.