Enorme sorpresa causó lo ocurrido en la comisaría de Recreo, en el departamento La Paz, donde desapareció mercadería que había sido oportunamente confiscada en distintos procedimientos.

Los faltantes representan una suma millonaria, pero por encima del ilícito en sí mismo, el hecho generó conmoción por haberse perpetrado en el interior mismo de una sede policial.

Es natural que la comunidad reciba con inquietud y preocupación la noticia de que uniformados aparecieron involucrados en un robo, ya que se trata precisamente de los servidores públicos que tienen la responsabilidad de proteger a la ciudadanía y velar por el orden y el cumplimiento de la ley.

La jefatura de Policía y la secretaría de Seguridad de la Provincia reaccionaron de manera drástica, con una decisión inédita en la provincia, al desplazar a todos los policías de la mencionada comisaría.

Jerarcas pasados a disponibilidad, subalternos trasladados y una limpieza total, se resolvió de manera inmediata, al tiempo que avanza la investigación pertinente para deslindar responsabilidades.

Será la Justicia la que en su momento determine quién o quiénes participaron en el hecho y qué sanción les cabe, tanto en la institución como en la Justicia ordinaria, y eventualmente quiénes fueron ajenos al robo.

Pero hasta entonces, el mensaje a todos los integrantes de la fuerza resultó contundente y no podía ser de otro modo.

Debe aplicarse la tolerancia cero con los policías que actúen al margen de la ley, porque de otro modo no puede esperarse que cumplan la difícil e imprescindible tarea que se les encomendó.