Dolor
Trabajadores catamarqueños despedidos por el grupo Alpargatas, grabaron un mensaje dirigido al Presidente Mauricio Macri que tuvo una enorme repercusión en todo el país.
De manera respetuosa, sin agresiones ni insultos, los empleados, representantes de 250 familias que perdieron su fuente laboral, expresaron a modo de desahogo sus sentimientos en el terrible momento que atraviesan, que los deja sin el sustento para sus familias.
Señalaron directamente a Macri como responsable, por las políticas implementadas en su gestión, que resultaron negativas para diferentes rubros de la producción nacional, y letales para la industria textil.
La apertura de las importaciones, la quita de subsidios a la energía y el descontrol del dólar, conformaron un cóctel en virtud del cual el destino de los obreros queda visiblemente sellado. No se pueden comprar insumos básicos, no se pueden pagar los servicios para el funcionamiento de una planta, y el mercado es copado por productos que llegan de afuera.
Es un hecho objetivo que la realidad que describen los trabajadores es consecuencia directa de las decisiones del Gobierno nacional. Y tan contundente fue el mensaje, que nadie se atrevió a sugerir alguna intención política-partidaria en sus manifestaciones.
Los trabajadores hablaron desde el dolor. Mencionaron palabras duras: pobreza, humillación, miseria.
Y saben que la etapa más difícil es la que vendrá. Porque a ninguno de ellos les tendrán contemplaciones. Tendrán que pagar alimentos, impuestos, remedios, transporte. Y no tendrán su salario.
Reclamaron por eso un cambio en las políticas económicas. Porque ni ellos ni sus hijos necesitan que un experto analista les detalle qué sucede. Lo están viviendo.
En un país que tiene más de 11 millones de habitantes sumergidos en la pobreza (datos oficiales del propio Gobierno), lo increíble es que nadie los escuche a la hora de tomar decisiones, y se prefiera seguir las recetas de Washington.