Las conclusiones de la última convención radical, en el sentido que el candidato de la alianza Cambiemos para las elecciones 2019 tiene que observar pertenencia partidaria, parecen diluirse. Como están las cosas, día a día, Rubén Manzi teje acuerdos que, en pleno verano, lo estarían asegurando para confrontar con el peronismo. No tan solo tiene el visto bueno de su jefa directa, la diputada nacional Elisa Carrió, sino que varios de los operadores del presidente opinan lo mismo y no se piensan pelear con la líder de la Coalición Cívica por una provincia como Catamarca, donde el padrón electoral no alcanza ni al 1% de los votos. Es más. Necesitan como el agua en el desierto que la dirigente no contradiga al Jefe de Estado y haga campaña en todo el país levantando las banderas de la anticorrupción. Por lo tanto, desde 1983 a esta parte, se podría materializar el hito histórico que, por primera vez, la Unión Cívica Radical no lleve un candidato propio en una elección provincial. Habrá seguramente algunos correligionarios que pretendan revelarse, pero sus esfuerzos serán estériles si la Casa Rosada tiene decisión tomada. Es que desde allí vendrá la plata para la campaña y el vil metal es insumo imprescindible para afrontar cualquier campaña política.

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Tan firme resulta el “proyecto Manzi” que los dos principales caudillos del radicalismo, Oscar Castillo y Eduardo Brizuela del Moral, estarían de acuerdo. El senador nacional, por caso, acepta la postulación de Manzi en tanto y en cuenta quede para la UCR la estratégica Capital provincial. Para este enclave, el hombre de su confianza no es otro que Flavio Fama, el actual rector de la Uni-versidad de Catamarca. Aquí podrían surgir algunas turbulencias, en orden a que para este cargo se anotarían otros radicales, uno de los cuales es Roberto Gómez, conductor del comité Capital desde el año pasado. También ha proclamado que quiere ser candidato el “movilizador” Simón Hernández, con lo cual se im-pondría una PASO para establecer una definición. Algo parecido a lo que ocurrió en 2015 cuando fueron por la misma candidatura Ricardo Guzmán, el nombrado Hernández y Raúl Giné, el vence-dor por un margen escaso en una elección harto reñida.

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El diputado nacional y exgobernador (2003-2007 y 2007-2011), Eduardo Brizuela del Moral, también habría expresado su apoyo a Rubén Manzi. Aun sabiendo que es el radical con mejor intención de voto, se convenció o lo habrían convencido que una quinta postulación en serie, a los 73 años, no le conviene. A cambio de resignar posiciones, eso sí, exigiría participar activamente en el armado electoral. En esa dirección, se especula en las mesas radicales que, entre cosas, pediría una banca de diputado para uno de sus hijos y la reelección de su escudera en la Cámara de Diputados, Verónica Rodríguez Calascibetta. Resumiendo la actualidad radical. Al parecer, han surgido formas de superar la fractura que significó la fallida elección interna del 2 de junio de 2018, cuando una de las facciones quedó al margen de todos los cargos partidarios. ¿Habrá influido para ello el “proyecto Manzi”?

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Dentro de las filas del PRO, por su lado, se mantendrían las diferencias que, hace un par de años, llevaron a la suspensión de una interna para elegir autoridades. La nueva convocatoria, prevista para los primeros días de marzo, conforme a fuentes bien informadas, sería objeto de una impugnación que podría malograr los planes de la actual presidencia, ejercida por el diputado provincial Enrique Cesarini. No se trata de un tema menor, toda vez que del resultado de esta interna pueden depender las candidaturas que el PRO propondrá para la alianza Cambiemos. En cuanto a la impugnación propiamente dicha, la que deberá resolver la Justicia Federal, habría aportes de reconocidos abogados identifi-cados con la UCR.

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Luis Barrionuevo, durante un programa de TN del pasado miércoles, volvió a ratificar sus posturas políticas. En primer lugar reiteró su apuesta por una candidatura presidencial de Roberto Lavagna, al que habría espantado definitivamente, a punto tal que el economista se habría visto obligado a aclarar que no está dispuesto a postularse, aunque si colaboraría con el armado electoral de Argentina Federal. Esta situación llevaría a que la puja por la candidatura a presidente del sector quede reducida al tigrense Sergio Massa y al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien ya dejó de mostrarse como un dirigente recatado y ha salido a hacer campaña con posturas de marketing que, por lo pronto, le han generado repulsas generalizadas. Por ejemplo, repudió al presi-dente de Venezuela, Nicolás Maduro, al que calificó como un dictador de la peor calaña, al mismo que reconoció como presidente legítimo al titular de la Asamblea Nacional de aquel país, Juan Guaidó, un hombre que no ganó ninguna elección y que se autoti-tula presidente en ejercicio por el apoyo de Estados Unidos y, entre otros países, de la Argentina. La postura de Urtubey, a tono con el macrismo, lo llevó a una contradicción porque años atrás, en forma reiterada, twiteó destacando a Hugo Chavez, el padre político de Maduro. Que sepamos, ambos líderes venezolanos, el actual y el anterior, no se diferencian en nada.

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También Urtubey, durante el festival folclórico de Jesús María, hizo campaña. Se vistió de gaucho y encabezó la delegación salteña que desfiló en tierra cordobesa, donde también estuvo presente su mujer, Isabel Macedo, a quien promocionan como una futura y “excelente primera dama”. En esta incursión folclórica de Urtubey, como se vio en las redes sociales. participó el senador nacional de Catamarca, Dalmacio Mera. Vestido de gaucho, al igual que su primo hermano, formó parte de la delegación salteña y como para tratar de despegarse de las “relaciones íntimas” con “la linda”, salió a aclarar que usó un poncho catamarqueño, lo que puede ser cierto, pero no quita que sus acciones están lejos de los catamarqueños que lo convirtieron en senador. Por lo tanto, las desmentidas están de más. Sus posiciones políticas están perfectamente definidas. No alcanzan con el twitter que circulo en las redes sociales: “qué lindo compartir una cabalgata federal junto a Juan Manuel Urtubey en el festival de Jesús María diciendo Catamarca presente y luciendo nuestros ponchos belichos”.

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Volviendo a Luis Barrionuevo. Hay que decir las cosas por su nombre. Como  anticipamos en este mismo espacio, reunió en Mar del Plata a algunos gremialistas afines y políticos de lustre relativo. El más ilustre de los asistentes fue Marcos Lavagna, con lo cual hay que concluir que el asado marplatense fue un fracaso rotundo. El resultado en la consecuencia directa del catamarqueño en TN, donde apareció repitiendo lo que parece una letanía. Que Cristina Kirchner debe estar presa. No es Barrionuevo, por más odio que le tenga,  quien la va a encarcelar, por lo que sería más prudente escuchar la resolución de la Justicia. Más allá de las consabidas críticas a Cristina, el líder gastronómico volvió a levantar la candidatura de Roberto Lavagna que, al mismo tiempo,  rechazaba cualquier tipo de postulación. Digamos, finalmente, que al catamarqueño no le va muy bien con sus aventuras políticas.

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El departamento Fray Mamerto Esquiú es una de las grandes incógnitas de la próxima contienda electoral, sea esta en marzo o en octubre. El diputado provincial Humberto Valdez, exintendente, ha confirmado que buscará recuperar este año el timonel municipal. Lo hace porque, evidentemente, tiene escasas chances de conseguir una reelección en la Legislatura y porque, según él, algunas encuestas le estarían dando una posición favorable respecto a Guillermo Ferreyra, el intendente que saltó al poder en 2015 de la mano de Lucía Corpacci e irá por un nuevo mandato. Para él, Valdez forma parte del pasado y los electores solamente deberán apreciar que hizo por Fray Mamerto Esquiú y que dejó para el pueblo después de tres mandatos consecutivos. Más allá del enfrentamiento que ya comienza a palpitarse, es cierto que Valdez ha hecho de la política su medio de vida y lleva nada menos que 24 años en la palestra. Aparte de sus tres intendencias, en los años 90 fue concejal, senador departamental y, desde 2015, revista como diputado. Una carrera fructífera, a la que in-tentará darle continuidad con un cuarto mandato de intendente. Como dice Ferreyra, serán los electores los que dictamen con su voto el futuro de la tierra del santo Fray Mamerto.

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RECUERDOS. Como lo hacemos todos los domingo, martes y jueves cerramos los “Apuntes” con el repaso de hechos trascen-dentes que ocurrieron hace 25 años. A fines de enero de 1994, las autoridades provinciales anunciaban que iban a firmar el Pacto Fiscal que proponía el super ministro de la época, Domingo Felipe Cavallo, y como dato general decían que se iban a reforzar las arcas del Estado “por una mayor re-caudación local y la reducción de los gastos de personal”. Aclaraban, sin embargo, “el Pacto Fiscal solo no soluciona nuestros problemas”. Esto último fue demasiado certero, ya que los problemas económicos se mantuvieron a lo largo de lños años y se agravaron durante la gobernación de Oscar Castillo, que reemplazó a su padre en el año 1999.