Hoy cumple 50 años uno de los deportistas más extraordinarios de todos los tiempos, el alemán Michael Schumacher, siete veces campeón mundial de Fórmula 1, la más difícil y exigente categoría del automovilismo deportivo.
Todo el palmarés de Schumacher es asombroso y descomunal. Muchos de sus records siguen vigentes, y pasará mucho tiempo hasta que alguien logre despojarlo del reinado histórico en la F1.
Con sus 91 victorias, sus 77 records de vuelta, sus 155 podios y más de 5.000 vueltas como líder de carrera en pistas del planeta, el alemán tiene asegurado un sitio imperecedero en los libros del deporte ecuménico.
Por su estilo agresivo en las pistas, sobre todo en sus comienzos, supo cosechar detractores y admiradores con la misma pasión, aunque al cabo de casi dos décadas compitiendo (debutó en 1991 y se retiró en 2012, con alguna pausa en el medio), logró que todos se rindieran ante su admirable trayectoria.
Incursionó también en el motociclismo y el fútbol, con una repercusión que obedeció más al peso de su apellido que a sus actuaciones.
Era una gloria andante, que lo tenía todo: juventud, éxito, una fortuna incalculable y fama mundial.
Pero todo cambió hace cinco años, cuando un horrible accidente impidió que se lo volviera a ver públicamente.
Toda una ironía del destino: un hombre que había desafiado y dominado al peligro, con una profesión que le exigía conducir a más de 300 kilómetros por hora; sufrió un tremendo percance en tiempos de ocio, cuando disfrutaba de unas vacaciones familiares.
Schumacher cayó mientras esquiaba, y su cabeza se partió al impactar con una piedra, tan fuerte que ni el casco resistió el golpe. Desde entonces poco y nada se supo sobre su salud. Su familia creó una coraza y sólo se sabe que es asistido por los mejores profesionales, con la esperanza de que alguna vez se recupere.
Si está conciente, si puede moverse, escuchar o hablar, es todo un misterio. Y genera tristeza que una figura tan enorme no pueda gozar de todo lo que sembró.
En este cumpleaños 50, en todo el mundo, millones de seguidores brindan para que alguna vez regrese.