Hoy se llevará adelante el debate entre candidatos a intendente de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, un hecho en sí mismo positivo, pero con varias cuestiones para revisar y corregir.

Como positivo es necesario destacar el gesto de madurez, convivencia y civilidad democrática, de candidatos de distintas fuerzas que comparten un espacio para exponer sus ideas, así como la oportunidad de que el electorado los escuche y los conozca.
Es, en esencia, una buena idea, ya transformada en obligatoria en esta Capital.

Pero hay mucho por reconsiderar. En principio, que se llama debate pero no es un debate, porque no habrá intercambio entre los protagonistas, sino una simple sucesión de exposiciones.

Este detalle atenta contra la naturaleza misma de un debate, que es -por definición- la ocasión de discutir y disentir.
Emerge además otra cuestión de fondo: la resolución de los temas y su amplitud.

Por ejemplo, hoy se debatirá en el primer bloque sobre Obras y servicios públicos, Urbanización y Medio ambiente, Seguridad vial y accesibilidad.

Luego sobre Educación y Cultura, Turismo y Deporte, Actividad Económica y Empleo y Participación Ciudadana.
Finalmente sobre Grupos en situación de vulnerabilidad, Perspectiva de Género y Diversidad y Salud y Programas de prevención.

El gran detalle es que para cada bloque se otorgan 150 segundos. Más allá de las buenas intenciones, es directamente poco serio proponer que se aborden temas tan amplios en pocos segundos. Resulta materialmente imposible exponer un proyecto o una visión.
Los debate sirven y mucho, pero en estas condiciones... sinceramente su real utilidad deja muchas dudas.