El último viernes, Lucía Corpacci entregó otras 90 viviendas en el Complejo Habitacional Valle Chico, noticia que hubiera alcanzado una repercusión enorme en otras épocas, pero que en la actual gestión pasa casi desapercibida porque se naturalizó la entrega de viviendas como una acción cotidiana del Gobierno. Es una realidad que deja varios aspectos para analizar y el primero de ellos, indudablemente, es que el acto se haya concretado doce días después de una elección de gobernador. Parece un detalle menor, pero en toda la Argentina no hay jefes de Estado que hayan inaugurado obras de magnitud después de los comicios y eso ocurre porque prevalece la lógica de utilizar estas obras con fines electorales. Difícilmente pueda imaginarse algo mejor para captar votos que entregar su propia casa a los electores. Sin embargo, Corpacci jamás usó esa necesidad de la gente como una herramienta de campaña: cuando las obras estuvieron culminadas, fueron cedidas a la comunidad, sin medir los tiempos de proselitismo.

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Otro punto a destacar es lo que representa Valle Chico, sin duda una obra emblemática de la gestión saliente, injustamente criticada cuando se la presentó como proyecto y que luego obligó a sus detractores a rendirse ante la evidencia. A través del IPV, Corpacci diseñó una verdadera ciudad con todos los servicios, que ya alberga a más de 2.000 familias y constituyó a la vez una fuente de trabajo y un modo de movilizar la economía. En 2011, la demanda de viviendas era el problema más mencionado cuando se hacían sondeos en la sociedad y esa realidad se revirtió con una política de acción constante, reflejada en los 16 departamentos, aunque a ritmo menor en los últimos años por el natural efecto del cuadro de recesión que afecta al país. Valle Chico fue un acierto, una obra grande y compleja para ejecutar y se pudo llevar adelante a un gran ritmo, como que restan 210 viviendas para entregar en lo que queda del año. Será tarea de Raúl Jalil completar este proyecto, con las casas que faltan y también con obras complementarias, algunas de las cuales también están en marcha.