Culminado el maratónico proceso eleccionario que, en sus diferentes niveles y distritos, ocupó prácticamente la agenda de todo el año en el país, se inicia una etapa no menos decisiva, que es la conformación de los equipos de colaboradores y el reparto de espacios de poder entre los diferentes sectores internos de las fuerzas ganadoras. Se trata de una instancia tan o más compleja que la competencia electoral directa, aunque la principal diferencia radica en que el interés por lo que ocurra escapa en líneas generales al ciudadano común, y se convierte en un asunto vital exclusivamente para el mundillo político y sus inmediaciones. Esta vez el cambio será gigantesco porque, como pocas veces ocurre, deberán integrarse nuevos equipos en todos los estamentos: nacional, provincial y hasta municipal, al menos en Capital y varias comunas catamarqueñas. No se trata de una buena noticia para el funcionamiento de la Administración Pública en su conjunto, ya que los cambios no resultan sencillos, adaptarse a nuevas tareas, empaparse de procedimientos y agilizar decisiones demanda un tiempo razonable de interiorización, lo que sin duda puede afectar diversas cuestiones, que van desde los pagos que realiza el Estado hasta la atención en diferentes áreas oficiales. A nivel provincial y capitalino existe la posibilidad de que la renovación de equipos resulte menos traumática, por la cercanía y sintonía que existe entre autoridades salientes y entrantes, que incluso podrían instalar su gente paulatinamente; pero en otros lugares, se deberá comenzar prácticamente de cero. Por estas horas se multiplican las expectativas de quienes aspiran a una convocatoria, y quienes tienen poder de decisión deben hacer malabares diplomáticos para equilibrar compromisos adquiridos, pedidos de favores y presiones de toda clase.

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También llegará el momento de reordenar las autoridades en el Poder Legislativo, algo que en Catamarca se resolverá en diciembre con las sesiones preparatorias. Hasta allí llegarán los mandatos de Jorge Solá Jais y Fernando Jalil al frente de las Cámaras de Senadores y Diputados, respectivamente. En ambos recintos se esperan cambios fuertes, aunque por distintas razones. Solá Jais ganó nuevamente en Belén y retuvo su banca por cuatro años más, pero aunque mantuviera la presidencia provisoria del cuerpo, el espacio no será el mismo. El representante belicho, de anterior paso por Vialidad Provincial, ocupó desde la conducción de la Cámara Alta virtualmente el cargo del Vicegobernador, debido al fallecimiento de quien había sido electo para ese cargo, el compañero de fórmula de Lucía Corpacci en 2015, Octavio Gutiérrez. Luego de un período en que el Senado estuvo al mando del paclinense Marcelo Cordero, Solá Jais llevó a cabo una gestión ordenada, donde priorizó la tarea institucional de modo eficiente y no tuvo que lidiar con mayores problemas. Ahora esa conducción estará en manos del actual ministro de Obras Públicas, Rubén Dusso, quien pasará de la hiperactividad que desarrolló en los últimos ocho años, recorriendo la provincia de punta a punta varias veces y matizando esos recorridos con viajes a Buenos Aires; a un ambiente muy distinto, con un alcance de acción mucho más acotado y un perfil notablemente más bajo. Quedan de todas formas otros espacios para definir, desde la secretaría Administrativa (algo así como el Ministerio de Economía del cuerpo) hasta otros cargos, pero al contar el oficialismo con una aplastante mayoría -14 de las 16 bancas- no se vislumbran potenciales conflictos.

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En Diputados, Fernando Jalil concluye su mandato como legislador, de manera que no existe posibilidad alguna de que continúe al frente. Aquí también el oficialismo está fortalecido, aseguró clara mayoría para los próximos dos años, y será entre sus filas donde se definirá quién asume la conducción del cuerpo. Hay varios legisladores que están en condiciones de quedarse con la Presidencia, pero la elección interna podría verse limitada si prospera una mirada que tiene razón de ser. Se observó que, en tiempos donde la paridad de género y los derechos de la mujer ganan cada vez más presencia en la comunidad, en Catamarca los principales espacios de poder estarán ocupados por hombres. Gobernador y Vicegobernador electos son hombres, el intendente de Capital también es varón, y en el Senado no habrá autoridad femenina porque los 16 legisladores son hombres. Por esta razón, más social que política, lo más probable es que se impulse a una mujer para presidir la Cámara Baja.

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La pregunta que surge allí es ¿quién? Y comienzan los dilemas. Por capacidad, compromiso, dedicación, trayectoria, elocuencia, experiencia y conocimiento, quien emerge como la más preparada entre las mujeres del oficialismo en Diputados es Cecilia Guerrero, y como cuenta con reconocimiento de sus pares su postulación no encontraría mayores reparos. ¿Cuál es el inconveniente entonces? Que Guerrero juega un rol protagónico en las sesiones, es punta de lanza de la bancada oficialista cuando las papas queman en algún debate, y puesta en el rol de presidir las sesiones perdería la voz cantante. Lo que en el peronismo se cuestionan es si promoviendo la presidencia de Cecilia ganarán una presidente o perderán un soldado clave en el día a día. Este aspecto es insistentemente señalado, la verdad sea dicha, por algún legislador que -bajo pretexto de valorarla- encuentra una buena posibilidad de hacerse con la Presidencia. En un mes se definirán estas cuestiones.

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Año tras año, elección tras elección, se hizo tradicional que la Gobernadora Lucía Corpacci aparezca a media mañana el día de la votación, siempre de buen humor, en el Colegio Quintana, donde cumple con su deber cívico. Se hizo también toda una costumbre que todas las veces la acompañara el actual ministro de Servicios Públicos, Guillermo Dalla Lasta. No se sabe si por cábala o por qué razón, pero siempre el funcionario estuvo firme con la mandataria, cada vez que Lucía fue a votar. En el círculo cercano de quienes la acompañan, no pasó desapercibido que el último domingo Dalla Lasta no estuvo con su jefa en la Quintana, de hecho la acompañó Marcos Denett, el secretario de Seguridad. La ausencia de Dalla Lasta dio lugar a varios comentarios cuando se supo que ahora cambió su preferencia, y decidió acompañar a votar... a Raúl Jalil. No faltó quien hablara a modo de broma de los buenos reflejos del ministro para ubicarse en la foto. ¿Casualidad o aggiornamiento?

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El Parque Solar de Antofagasta es una obra magnífica no sólo por lo que representará para mejorar el suministro eléctrico en la región, sino también por el modelo de negocios aplicado para concretarla, que promete ser modelo para el aprovechamiento de próximas inversiones mineras. Ese parque fotovoltaico demandó una inversión cercana a los 50 millones de pesos, y fueron técnicos de la EC SAPEM quienes desarrollaron el proyecto, mientras la obra civil fue tercerizada. A su vez, todo el Parque va a ser controlado y administrado por EC SAPEM cuando funcione a pleno. El financiamiento proviene del Fideicomiso Minero “Salar del Hombre Muerto”, creado en el mes de octubre de 2015 a través de un acuerdo transaccional entre el Gobierno de la Provincia de Catamarca y FMC – Livent. Originariamente, el fideicomiso se constituyó con aportes fijos por parte de la empresa por el pago del canon de agua, pero a partir del año 2017, por la firma de un nuevo contrato por la producción de carbonato de litio, el fideicomiso se integra con el 1,2 por ciento de la facturación de la empresa, lo que incrementa considerablemente los fondos. Previamente se determinó que ese dinero se destinará en su totalidad a obras de infraestructura en el departamento de Antofagasta de la Sierra.

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Hoy la obra está totalmente finalizada, y es muy posible que se la inaugure este mes. Se trata de una experiencia importante, porque la idea es construir otros tres parques, que se localizarían en El Peñon, Antofalla y La Ciénaga. Más allá de la obra en sí misma, la esencia de este logro es que se trabajó íntegramente con fondos de regalías mineras, y su inversión beneficia directamente a la comunidad. Si se hubiera actuado así desde los años 90, los cuestionamientos a este rubro productivo ya no existirían, porque los catamarqueños, con mucha razón, durante años plantearon precisamente que nada quedaba a favor de la Provincia. Ahora el esquema se ha modificado para bien, y es de esperar que se sostenga esta modalidad como parámetro a seguir.

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Recuerdos. Hoy se cumple un nuevo aniversario de un trágico episodio que enlutó al país, las explosiones de Río Tercero de 1995, un caso escandaloso y de terribles consecuencias que cambió para siempre la vida en ese pueblo de Córdoba. El 3 de noviembre de ese año, durante la presidencia de Carlos Menem, estalló la Fábrica Militar de Armamentos que era el corazón productivo del lugar, destruyendo el establecimiento y parte de la ciudad, causando la muerte de siete personas, hiriendo a más de trescientas y dañando seriamente la salud mental de la mayor parte de la población de la ciudad. Recién en 2014 el Tribunal Oral Federal de Córdoba Nº 2 dictó la sentencia sobre el caso, condenando a cuatro altos funcionarios de la empresa estatal Fabricaciones Militares, todos ellos ingenieros y militares retirados, a penas de trece y diez años de prisión, por el delito de estrago doloso (intencional) agravado por la muerte de personas. El tribunal concluyó también por unanimidad y con plena certeza que el móvil de la explosión fue el encubrimiento del contrabando de armas a Ecuador y Croacia realizado entre 1991 y 1995. Desde entonces, nunca más en Río Tercero se utilizó pirotecnia en las fiestas de fin de año.