Las imágenes divulgadas por la prensa oficial, más que elocuentes, mostraban a la gobernadora Corpacci al lado de un gigantesco cráter que se formó en la ruta que atraviesa la Quebrada de La Cébila: la consecuencia de otra creciente devastadora que, en esta oportunidad no cobró vidas -como la recordada tragedia que involucró a un colectivo en 1987-, pero con efectos igualmente catastróficos sobre una vía esencial para la conexión entre la Capital y los pueblos del oeste catamarqueño.
Pasados los días y superada la contingencia que hasta hizo nacesaria la participación de helicópteros cedidos por la provincia de Córdoba en tareas de rescate, comenzaron las evaluaciones para determinar la manera de restablecer, aunque sea de manera provisoria, el tránsito por la cuesta.
Es que cualquier ciudadano de Andalgalá, Pomán o Belén, por poner un caso, agrega unos cien kilómetros extras al trayecto convencional, ya que debe atravesar territorio riojano, obligadamente, si es que pretende llegar a San Fernando del Valle.
Si para un viajero sin apuro esto representa un trastorno y más tiempo arriba de un colectivo o un auto, en casos de emergencia los kilómetros de más pueden representar, por ejemplo en el caso de una ambulancia que trae a una persona enferma, la diferencia entre la vida y la muerte.
Ni hablar de los problemas que, en el día a día, ocasionan en las diferentes localidades del interior, empezando por la eliminación de frecuencias de colectivo o el mayor costo que pueden tener productos básicos.
En el transcurso de la semana pasada se informó sobre la llegada de funcionarios nacionales, quienes sobrevolaron la zona afectada, además de técnicos que empezaron a bosquejar una solución. Se habla de instalar un puente como los que usa la milicia o de habilitar un paso precario similar a lo que sucedió en la ruta 33 durante la construcción del nuevo puente.
Sea cual fuere la decisión por la coyuntura, urge que este estratégico paso quede habilitado cuanto antes, mientras se busca una solución técnica que, en la medida de lo posible, sea definitiva.