Este fin de semana se producirá en la ciudad un verdadero acontecimiento dentro del mundo emprendedor: la primera “Feria de la Cultura Viva”, un ámbito de encuentro entre quienes se dedican a la elaboración de alimentos agroecológicos, es decir, sustentables a la vez que sanos y, en la mayoría de los casos, obtenidos mediante técnicas artesanales o directamente ancestrales.

La Estación de Sueños, el lugar del predio del viejo ferrocarril que gestiona la Cooperativa Cachalahueca, será el punto en el que se desarrollarán las actividades. La feria, según sus promotores, tiene como objetivo “crear un espacio para las producciones de la cultura comunitaria, la economía social solidaria y la identidad cultural de la región”.

Entre las actividades, habrá capacitaciones e intercambio de saberes y experiencias, algo que caracteriza a este tipo de convocatorias, en el que el aspecto solidario es algo inherente a cualquier iniciativa.
De la mano de modos más holísticos de entender la alimentación humana, la idea es fomentar un mayor grado de conciencia sobre lo que comemos, por un lado, pero también todo el proceso de producción desde que sale de la tierra hasta que llega a la mesa familiar.

En momentos en que la salud y el cuidado del cuerpo cobran mayor protagonismo, una feria de este tipo permite que cualquier persona con inquietudes al respecto consiga alimentos que, de otra manera, solo tiene accesible en tiendas especializadas y a precios elevados. De paso, conoce a quien lo elaboró y colabora con una economía que está claramente fuera del mercado. Lo que se dice: un circuito virtuoso.

No menos importante es que otro de los objetivos de las jornadas será sumar organizaciones de la Cultura de base comunitaria “apuntando a formar una Red Regional Semillas de la Cultura Viva”, según dijeron.

Porque siempre que se habla de economía social, la acción comunitaria es clave para fortalecer y mantener funcionando los pequeños proyectos productivos, incluyendo a los que, por diversas circunstancias, quedan fuera del sistema. Algo no menor en un contexto adverso como el que transitamos en este tiempo.