Sobreseimiento

domingo, 26 de mayo de 2019 00:00
domingo, 26 de mayo de 2019 00:00

En el cierre de la última semana, la Justicia Federal dictó el sobreseimiento “total y definitivo” del ministro de Obras Públicas, Rubén Dusso, en la causa iniciada por el empresario Jorge Marcolli.


De acuerdo con el análisis que realizó el juez Miguel Contreras del amplio conjunto de elementos reunidos en la investigación -que incluyeron decenas de testimonios, documentación, etc.- no se encontró ninguno que permitiera vislumbrar alguna veracidad en la versión acusatoria de Marcolli.


Se encontraron incluso incongruencias casi groseras, que salieron a la luz con elemental sencillez: por caso, se había dicho que Dusso formó una Cámara de Construcción paralela para integrarse a un sistema de retornos diseñado con la llegada de Néstor Kirchner al poder; cuando en realidad esa asociación existía oficialmente desde años antes de que Kirchner fuera presidente o incluso candidato a la presidencia.


Cuando se repasa la fragilidad de los argumentos acusatorios, y se contempla en retrospectiva la enorme repercusión que la denuncia tuvo en todo el país, cabe preguntarse si el denunciante y quien lo haya impulsado realmente fracasó o cumplió su objetivo.


Porque a la luz de lo resuelto por la Justicia Federal, y la falta total de pruebas o argumentos incriminatorios, podría suponerse que la jugada le salió mal.


Pero en verdad, si se considera que con simples y ligeras declaraciones, cosechó infinidad de titulares en medios periodísticos, acaparó en diversas ocasiones la atención pública y sostuvo durante años (sí, años) el concepto de que un funcionario público era corrupto... quizás logró su objetivo.


Una causa inventada más de una década después refiriendo supuestos acontecimientos que nunca ocurrieron (y que negaron en sede judicial los mismos testigos que la alimentaban en la prensa) no tenía modo de prosperar.


Allí radica la clave, de lo que en otros países se dio en llamar “lawfare” o guerra judicial, donde no importa el resultado de un proceso, sino sacar rédito del escándalo mediático que se puede generar con una maniobra de esta clase.
Lo cual en criollo, como decían nuestras abuelas, no es otra cosa que buscar ensuciar a alguien gratuitamente.
Triste forma de “hacer política”, que representa una burla a la sociedad entera y a la propia Justicia.

7%
Satisfacción
0%
Esperanza
69%
Bronca
0%
Tristeza
11%
Incertidumbre
11%
Indiferencia

Comentarios

26/5/2019 | 20:27
#149006
Pobre justicia vergüenza para el país con estos jueces

Otras Noticias