El Esquiú.com publicó ayer un extenso informe sobre la Línea 102, número telefónico gratuito que permite denunciar casos de vulneración de derechos de niñas, niños y adolescentes.

Vigente desde hace varios años, este recurso gubernamental fue refuncionalizado por completo, a partir de un nuevo enfoque de trabajo con el personal encargado de atender las llamadas y de su integración con todo el marco estatal que actúa conteniendo ante casos de maltrato, abuso sexual, abandono y otras forma de violencia que afectan a chicas y chicos.

¿En qué consiste el cambio que reinstaló este dispositivo? Básicamente, que se transformó en una herramienta privilegiada de escucha que habilita una conexión tangible y directa entre la ciudadanía y las instituciones que deben velar por su protección, en especial cuando se trata de la infancia vulnerable.

Este dato no es menor, ya que muchas veces no hay acceso a las instancias profesionales adecuados y, si se logra, suele estar mediado por alguna actuación policial, lo que muchas veces produce revictimización y nuevos escenarios/situaciones de violencia.

Pero hay otro aspecto relevante: la acertada decisión de salir a la calle para difundir la línea. De esta manera, se avanzó sobre clubes, centros vecinales y escuelas, realizando jornadas de promoción e incluso de simulacro de llamadas para que niños y niñas aprendan a utilizarla.

Con esta estrategia, prácticamente se redujeron a cero las comunicaciones “en broma” tan frecuentes en otra época y vecinos, docentes, familiares y los mismos niños pudieron realizar denuncias, pero también consultas sobre cualquier temática vinculada a la Niñez desprotegida.

En este marco, hace pocos días se puso en marcha en Catamarca el Sistema de Protección contra la violencia de género, que contempla un número gratuito: el 144, que tiene vigencia a nivel nacional.

La problemática que sufren muchísimas mujeres también precisa de una intervención integral por parte de los organismos competentes. Es de esperar que, como sucedió con la Línea 102 a nivel local, la escucha oportuna y una acción institucional rápida y eficaz, colabore en conjurar un escenario que se está volviendo dramático.