El Día del Escritor se celebra en Argentina los 13 de junio, y la fecha no es casual ni está puesta al azar. La razón por la que se eligió este día para honrar a las mentes más brillantes de la literatura tiene que ver con el nacimiento de Leopoldo Lugones.
El 13 de junio de 1874 nació Leopoldo Lugones en Villa María, Córdoba. Fue él quien fundó la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) que, luego del suicidio del poeta, estableció el día de su natalicio como el Día del Escritor.

Con sus cuentos, Leopoldo Lugones se transformó en el precursor y uno de los pioneros de la literatura fantástica y de ciencia ficción en la Argentina. Pero, Lugones no sólo se ocupó de su talento como escritor de ficción sino que también fue poeta, ensayista, cuentista, novelista, dramaturgo, periodista, historiador, pedagogo, docente, traductor, biógrafo, filólogo, teósofo, diplomático y político argentino.

En 1913 ofrece una importante serie de conferencias, con las cuales convocó a los más ilustres ciudadanos de la época, incluyendo al entonces presidente Roque Sáenz Peña.

El tema principal de las conferencias (recopiladas y publicadas en 1916) era el poema gauchesco Martín Fierro y la exaltación de la figura del gaucho como paradigma de nacionalidad. 

En la obra de Domingo Faustino Sarmiento y de José Hernández, Lugones encuentra lo que él llama “la formación del espíritu nacional”.

“Facundo y Recuerdos de provincia son nuestra Ilíada y nuestra Odisea. Martín Fierro nuestro Romancero”, aseguraba, y mucho de acierto tenía la idea, a juzgar por su reprcusión histórica. 

En 1938, Leopoldo Lugones, cuando trabajaba en una biografía de Roca en la que no podía avanzar, cayó en un pozo depresivo, aparentemente a causa de la infidelidad de su pareja, y bebió una mezcla fatal de whisky y cianuro.