Para tener en cuenta

lunes, 5 de agosto de 2019 00:00
lunes, 5 de agosto de 2019 00:00

Si son reales los datos que indican que los artesanos de la Fiesta del Poncho habrían vendido un 150 por ciento más que en la edición del año pasado, se estaría en presencia de una de las fiestas más exitosas, comercialmente hablando, de los últimos tiempos.

Claro que en tiempos de crisis y ajuste, la cosa tendría una explicación bastante práctica: la masificación, entre los expositores, de medios de pago electrónicos y de financiamiento para acceder a los productos más costosos -y con los que Catamarca se luce, como es el caso de la artesanía textil- permitió aumentar el volumen de operaciones. A esto se sumó la buena idea de una “yapa”, que extendió la fiesta una semana más, justo en momentos en que en Buenos Aires iniciaban las vacaciones invernales: se sabe que ese distrito es uno de los principales emisores de turistas que llegan por estas tierras durante el receso de julio.

Parece increíble que, siendo medidas tan sencillas de aplicar, no se hayan implementado con mayor énfasis en ediciones anteriores de nuestra celebración mayor.

Y son precisamente esos pequeños detalles, cuando no son adecuadamente atendidos, los que muchas veces conspiran contra las posibilidades de los emprendedores de cualquier rubro.

Es cierto que las políticas públicas han dado mayor protagonismo al sector de la economía social y que muchos, obligados por la compleja coyuntura económica y la pérdida de puestos de trabajo en el mercado formal, se han largado a emprender como una alternativa a la falta de ingresos genuinos. También es cierto que se pusieron en marcha diferentes iniciativas para fortalecer los emprendimientos, que se han realizado instancias de capacitación y abierto nuevos espacios para la venta directa al público.

El Portal del Emprendedor, por ejemplo, es un emergente de esas decisiones desde el más alto nivel gubernamental. No obstante, deben efectuarse esfuerzos todavía mayores y aplicar una “sintonía fina” para ayudar a cubrir las necesidades de quienes llevan adelante un pequeño proyecto productivo, en el entendimiento de que cualquier traba, incluso la que parece más insignificante, puede conspirar contra propuestas que demandan mucho esfuerzo, entrega y dedicación.

43%
Satisfacción
6%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
6%
Incertidumbre
43%
Indiferencia

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