Editorial

Fantástico

sábado, 14 de septiembre de 2019 00:52
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Tener una impresora 3D en casa es algo relativamente normal: se puede comprar una por unos 10.000 pesos. Pero el uso que se le puede dar en la comodidad de un hogar no es el mismo que se le da en cualquier industria, donde dependiendo del sector se usan materiales diferentes para crear los objetos que necesitan según la situación. Los últimos logros son esperanzadores y rozan lo fantástico, abriendo esperanzas a miles de personas: un equipo de biotecnología ha conseguido imprimir un corazón en 3D con células madre. 


La impresión 3D tiene aplicaciones más allá que fundir plástico o metales para crear estructuras resistentes y a bajo costo. 
Sin embargo, estas máquinas abren un nuevo horizonte en el campo de la medicina, especialmente centrado en el reemplazo de tejidos, huesos y órganos. Lo último de lo último lo trae Biolife4D, quienes han sido capaces de imprimir un pequeño corazón en 3D con células madre. Parece algo impensable que se pueda hacer una impresión con un material tan delicado como son las células madre. De momento han logrado crear un pequeño órgano que irá destinado a pruebas de medicamentos, por lo que estos primeros prototipos no serán capaces de tener un tejido muscular como el de un corazón corriente.


Sin duda es un pequeño paso que poco a poco podría desembocar en la creación de nuevos órganos preparados para el trasplante. Y es que hace un par de semanas se difundió otro avance igual de importante en forma de micro-robots para ser usados en operaciones tan delicadas como las cerebrales, creados para moverse entre los finísimos vasos sanguíneos que recorren toda la zona cerebral, con la idea de por ejemplo quitar obstrucciones, favorecer el riego sanguíneo cerebral, administrar directamente medicamentos para tratar infartos o aneurismas. Maravillas de nuestro tiempo.

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