El “fuego amigo” que calentó las usinas políticas alrededor de la renuncia del exministro Francisco Gordillo no implica ninguna crisis especial ni debe afectar la gobernabilidad. Menos la gestión. Es en realidad un escenario previsible, y el único posible en Catamarca. Tres victorias en serie en elecciones de gobernador, cada una más abultada que la anterior, propician estas situaciones lógicas cuando el oficialismo no percibe amenazas externas reales. En otras palabras, al ver en la vereda de enfrente una oposición tan débil y desperdigada, sin líderes emergentes, sin renovación de figuras, sin discursos claros ni proyectos propios; naturalmente que las peleas por los espacios de poder comienzan a circunscribirse en las propias filas. La inteligencia del peronismo local deberá ejercerse para que esa clase de pulseadas no terminen por debilitar al conjunto, ni abran brechas por las cuales pueda colarse una gotera que termine inundando el espacio. Puede en eso el peronismo aprender de los años de esplendor del desaparecido Frente Cívico, que también tenía severas disputas pero a la hora de los comicios cerraba filas. Hoy no hay rupturas ni señales de división en el PJ, pero tampoco garantías de que la unidad se prolongue hasta 2021. Menos hasta 2023.
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La adquisición por parte de la Provincia de dos terrenos del Obispado de Catamarca, por el método de compra directa y a cambio de 100 millones de pesos, generó mucho malestar en los sectores históricamente anticlericales y quienes reclaman con fervor la separación de Iglesia y Estado. Se cuestionó la necesidad de comprar tierras existiendo tan amplios campos fiscales, y se puso una vez más bajo la lupa la cantidad de recursos públicos que –por una u otra razón- van a parar a manos de la Diócesis local. Sobre esta millonaria compra no hubo anuncios ni comunicados formales, pero trascendió sencillamente porque fue publicada en el Boletín Oficial, donde se detalla toda la transacción, que involucra dos inmuebles de la Iglesia localizados en el departamento Valle Viejo. Según el decreto, se creará allí una suerte de polo de Salud, lo que eventualmente obligará a diseñar nuevas vías de transporte, ya que es un sitio alejado e incómodo para la mayoría de los vecinos. La decisión coincidió temporalmente con la demolición de la histórica Manzana del Turismo, icónico espacio que motivó airadas manifestaciones de quienes desempeñaban tareas en ese lugar.
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A propósito de la Manzana del Turismo, con la demolición quedó sepultado definitivamente aquel ambicioso proyecto presentado en 2013, para la refuncionalización del espacio y su conversión en un gran punto turístico. La idea contemplaba una puesta en valor general, para la instalación de un gran centro cultural y turístico, que incluyera desde cines hasta la emblemática Fábrica de Alfombras. Para la obra, de enorme costo, ya se había obtenido el financiamiento, y se habían firmado los convenios respectivos con el Consejo Federal de Inversiones (CFI). De hecho, el titular de la entidad, Juan Ciácera, llegó a Catamarca para la gran presentación del proyecto. El mendocino Ciácera, que condujo el CFI durante 33 años, falleció esta semana y no llegó a enterarse de lo ocurrido. Quien sí se enteró fue Natalia Ponferrada, secretaria de Turismo entre 2013 y 2019 y actual diputada provincial. Lejos de quedarse callada, Ponferrada cuestionó la decisión oficial y se sumó a los reclamos de los trabajadores, que organizaron un abrazo simbólico al edificio, que ya no existe.
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Tal como se había anunciado, Catamarca se desvinculó del sistema nacional de control social por la situación epidemiológica, y descartó el método de las fases para implementar su “semáforo”, con los universalmente reconocidos significados de los colores rojo, amarillo y verde. El método se propone simplificar el mensaje para la comunidad acerca de lo que puede y no puede ser según el avance de la cadena de contagios de coronavirus, pero considerando que el rojo de “aislamiento estricto” y el verde de “nueva normalidad” son las dos opciones extremas, lo más probable es que el amarillo se sostenga casi invariablemente. Mientras tanto, Catamarca no deja de sumar casos, y ya ronda los 400 infectados en la triste estadística. La situación ratifica el singular comportamiento social, ya que mientras antes generaba pánico la posibilidad de que apareciera un paciente positivo aquí, cuando se resistió más de 100 días con “casos cero”, hoy son centenares y la comunidad lo naturalizó. Es bueno que no haya temores desmedidos, pero malo cuando conduce a la relajación y la desatención de las normas preventivas. El equilibrio es más aconsejable, y es lo que intenta generar el Gobierno a través del COE, hasta aquí sin mayor éxito a juzgar por el comportamiento de la población en los principales puntos de reunión social.
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Yacimientos Mineros Agua de Dionisio celebró el día viernes su cumpleaños número 62. El organismo tripartito –lo integran Nación, la provincia y la Universidad de Tucumán-, que nació con la explotación de Farallón Negro, confirmó que entregará un millón y medio de dólares para tender una línea entre Minera Alumbrera y el yacimiento aurífero de Hualfín, lo que asegurará a la mayoría de las poblaciones del norte belicho una mejor energía, la que hasta el presente es precaria y proviene de Villa Quinteros (Tucumán). Aparte, se anunció que durante el presente año se invirtieron 3 millones de dólares en la construcción de chimeneas (sin ellas no existirían hoy garantías de seguridad para el medio millar de mineros que se mueven en las hondonadas del yacimiento) y otro millón y medio verde fue destinado a la compra de equipos pesados. También a la hora del brindis, el presidente Fernando Jalil dio cuenta que en 2021 se explorarán zonas potencialmente muy importantes que pertenecen a YMAD. En síntesis, fue una jornada de buenas noticias, sobre las que hay que recordar que todas las inversiones fueron posibles por el adelanto del alquiler -12.5 millones de dólares- de las instalaciones que pertenecen a la UTE Alumbrera-YMAD y que utilizaría en el futuro Agua Rica. Por cierto, por teleconferencia, siguieron el acto los directores de la Universidad de Tucumán (Roberto Toledo y Domingo Marchese) que, como se recordará, no avalaron el acuerdo de octubre de 2019 sin el cual hoy Farallón Negro tendría serios problemas de funcionamiento.

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Mucho se ha dicho sobre la irracional guerra del Grupo Clarín contra Cristina Fernández de Kirchner, pero al cabo de más una década, todavía queda margen para sorprenderse por los desatinos y excesos que se cometen. En el marco de una nueva movilización opositora, convocada en coincidencia con el feriado del 12 de octubre, el matutino de mayor circulación directamente se erigió en un organizador más, con un detalle inédito: entre las “Noticias del día”, publicó el domicilio particular de la Vicepresidenta para instar a los manifestantes a que se concentraran allí. Realmente un golpe bajo, que no tiene precedentes en las décadas recientes, y que ya resulta imposible enmarcar en lo que se supone es una cobertura periodística. Hace poco lo señaló el politólogo y asesor Mario Riorda, quien en Catamarca supo ofrecer sus servicios tanto en épocas del Frente Cívico como del Frente Para la Victoria: “Se puede hacer periodismo político sin odiar. Si no se puede, no es periodismo político”. Un acto que linda con la incitación a la violencia, en esta galería de insensatez que viene caracterizando al gigante mediático, nuevamente cruzando límites.

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Varias voces de la política nacional se levantaron contra ese desatino, y entre ellas la de la diputada nacional Lucía Corpacci: “nunca visto!!!! que un diario convoque a una marcha dando de referencia el domicilio de la vicepresidenta, vergonzoso!!!”, escribió la exgobernadora catamarqueña en su cuenta de Twitter, red en la que también se expresó sobre el tema Alberto Fernández. “Disentir con un gobierno es parte de la democracia. Movilizarse, aun con el riesgo que implica en una pandemia, también. Pero promover una convocatoria a una protesta en el domicilio de una persona solo fomenta la grieta y daña esa convivencia democrática”, observó el presidente. Menos diplomático fue Agustín “Chivo” Rossi, quien se despachó con todo: “Dejaron un país quebrado, endeudado, con alta inflación. Perdieron las elecciones. La primera vez que un Presidente no es reelecto, ni siquiera pudo pasar a segunda vuelta. Sin embargo, hace 6 meses que salen de caravana, insultan, agreden y no se hacen cargo de nada. No aprenden. En el 2008 nos pararon el país durante 4 meses, cortaron rutas, nos insultaron. Nos dieron por terminados. 3 años después CFK ganó con el 54 %. Sucederá lo mismo. A más odio, más amor, a más corporaciones, más democracia, a más derecha reaccionaria, más unidad popular. Vamos a reconstruir la Argentina, a pesar de la pandemia, del endeudamiento y de la crisis económica que nos dejaron. Con el liderazgo de Alberto Fernández, con el acompañamiento de la mayoría y enfrentando a los odiadores y desestabilizadores de siempre”.

RECUERDOS. Como lo hacemos habitualmente, en el último bloque rememoramos acontecimientos del pasado cercano.
En 1995 no había pandemia ni cosa que se parezca, pero los números de la economía eran verdaderamente catastróficos. En el mes de julio se anunciaba la desocupación. Alcanzaba al 18.6% de la población, lo que representaba hace 25 años la existencia de 3.600.000 personas que tenían problemas laborales. La subocupación llegaba al 11.3%. En la provincia, por su parte, el lote de desocupados llegaba al 12.4%. A pesar de eso, el expresidente Carlos Menem confiaba en mejorar los números y pronosticaba una baja sensible de la falta de trabajo para octubre de aquel año.