Siete meses después del inicio de la cuarentena a nivel nacional, Catamarca sufrió la primera muerte oficialmente atribuida al coronavirus, con lo cual cayó el último distrito del país donde hasta ayer no se habían registrado casos fatales de la enfermedad. Se mantuvo así la tendencia ya manifestada con la aparición de casos positivos, donde también Catamarca fue la última en sumarse a la lista, luego de resistir más de cien días sin infectados. Ahora, con circulación comunitaria confirmada y más de un mes ininterrumpido sumando casos a diario, la provincia conoce realmente la dimensión de la pandemia, que durante varios meses se percibía como un problema ajeno, del cual solo llegaban noticias a través de los medios de comunicación.
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El fallecimiento constatado ayer a la madrugada en instalaciones del Hospital Malbrán, caló hondo en el ánimo de los profesionales de la Salud y de los integrantes del COE, que hicieron todos los esfuerzos por revertir el crítico cuadro con que recibieron al paciente finalmente fallecido, un hombre  de 42 años. Era la noticia que nadie quería dar ni recibir, pero considerando el panorama que enfrentan el mundo, el país y las provincias vecinas, era cuestión de tiempo que se presentara esta dolorosa situación aquí también.
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Esa realidad no modifica la valoración del trabajo que se viene haciendo en Catamarca, que no por casualidad se mantuvo tanto tiempo sin casos y luego sin muertes. Ahora solo queda redoblar los esfuerzos y para ello será vital que la comunidad entera comprenda la importancia de respetar los protocolos y las normas de prevención. Sin esa participación activa de la sociedad, cualquier medida que disponga el Estado resultará insuficiente para contener a un enemigo invisible, que definitivamente ya se ha instalado entre nosotros.  Distanciamiento, barbijo, lavado de manos... no contaremos con muchas más armas que esas hasta que aparezca la vacuna. No queda otro camino que utilizarlas sin excepción.