Después de su viaje a Dubái y antes de partir a Toronto, donde asistirá a un trascendente foro de la minería, el Gobernador volvió a referirse a la situación del país y, dentro de él, a la provincia que le toca gobernar. En cuanto a la esfera nacional, volvió a apuntar las responsabilidades mayores a Macri. “El presidente anterior dejó el país endeudado por varias generaciones”, fue su lapidaria apreciación durante la entrega de tarjetas alimentarias que, junto a autoridades nacionales, concretó el jueves pasado. En lo que se refiere a Catamarca fue cauto y optimista al mismo tiempo. Repitió que (la provincia) está ordenada y que no tiene compromisos en moneda extranjera, lo que representa una extraordinaria ventaja respecto a las provincias que siguieron los consejos macristas y no les tembló la mano para tomar créditos en dólares. De todas maneras, con la cautela que se le reconoce, Jalil indicó “no vivimos en una burbuja”, lo que traducido a la realidad significa cuidar hasta las monedas para asegurar la paz social que requieren rémoras como la pobreza y la desocupación.

El intendente de Andalgalá, Eduardo Córdoba, fue invitado por el gobernador Jalil a participar de los viajes de trabajo al exterior del país. A diferencia de pares como Julio Taritolay, no aceptó y ratificó las posturas de intransigencia que observaba su antecesor, el diputado Alejandro Páez. En esta oportunidad, y en referencia a la minería, indicó que Andalgalá no está preparada para proyectos como Agua Rica y que, en su lugar, debe atender cuestiones estructurales que demandan mayor urgencia. Veremos entonces cómo lleva adelante su gobierno, pero desde ya hay situaciones políticas insoslayables de abordar. Primero que se puede repetir el aislamiento para la “Perla del Oeste” que propuso Páez durante el mandato de Lucía Corpacci lo que, más allá de diferencias ideológicas, nunca es conveniente para el conjunto de la ciudadanía. En segundo lugar, cuando alude a Agua Rica, ingresa en una flagrante contradicción. ¿Cómo se explica que Andalgalá no esté preparada para un proyecto como el nombrado, cuando acaba de completar uno similar, Bajo La Alumbrera, que insumió más de veinte años de explotación? ¿Acaso desconoce Eduardo Córdoba que las empresas, en ambos proyectos, son las mismas, por lo que se entiende que los resultados no deberían ser diferentes? Que políticos como José Eduardo Perea y Alejandro Páez hayan despilfarrado las regalías mineras es arena de otro costal. Con estos antecedentes, el desafío de Córdoba no deja de ser audaz y, vaya por donde vaya, deberá rendir cuentas de sus acciones. Las buenas y las malas. En esta dirección no hay que olvidar que, en la última elección, el electorado se dividió en mitades. Córdoba ganó sobre la raya y, en el caso de sus concejales, fue vencido por el peronismo.

En Antofagasta de la Sierra, siguiendo con la cuestión minera, parece que ha regresado la calma después de una semana de conflicto en la que no faltaron las controversias. Sin embargo, las diferencias se mantienen intactas. Una mayoría prácticamente abrumadora apuesta por la construcción de un acueducto y un dique que favorezcan la explotación de los salares en busca de litio, en tanto representantes de comunidades originarias apuestan por la preservación absoluta del río Los Patos y, de hecho, se oponen a los trabajos que llevan adelante las mineras en la zona. Ambos sectores fueron recibidos por el juez de Minas quien, con buen criterio, sugirió la realización de una nueva audiencia pública para analizar el tema. Este cometido, como lo explicó Rodolfo Micone, ya se realizó y otorgó luz verde a los trabajos. Hacerlo otra vez y acatar el veredicto de todos los habitantes, a nuestro entender, podría disipar las dudas que puedan quedar.

Marcos Denett ha vuelto a ser noticia. Mejor dicho, lo es desde 2011 cuando fue propuesto por Lucía Corpacci como Fiscal de Estado y el radicalismo, que todavía tenía mayoría en el Senado, no le aprobó el pliego. Por esa situación terminó como secretario de Seguridad, cargo en el que no pasó desapercibido. Tuvo numerosos aciertos y varios logros, como también pifias notorias, algunas obstinaciones y enfrentamientos con la prensa. Esta le puede sumar errores que se tornan creíbles. De allí a pensar que, con su hijo, se dedicaba al tráfico y distribución de drogas como, sin prueba alguna, explicó un abogado tucumano en El Ancasti hay distancia interplanetaria. Eso no lo cree ni el mismo diario que, por cuestiones personales, lo ataca y lo seguirá atacando por haber osado desmentirle noticias que eran ciertamente falsas. Aprovechará cada oportunidad para colocarlo en posiciones dudosas frente a la sociedad.

Otra de Denett que no sabemos cómo concluirá. Ha autorizado que se ejecuten trabajos de recuperación del estadio que, por fallas estructurales comprobadas, está cerrado desde el año 2016. Indicó en su resolución que todo se hará con una veeduría judicial que designará el juzgado donde la empresa que construyó el gigante de cemento tiene presentado el concurso de acreedores. El principal de ellos, como se sabe, es el Estado. Mientras desde el Poder Ejecutivo se está anunciando una inversión de 100 millones para reabrir las puertas del Bicentenario antes que fenezca 2020, abogamos para que la medida dispuesta por el Fiscal de Estado no termine favoreciendo los intereses de Capdevila, la gran deudora de la provincia por la mala construcción que llevó a cabo.

Al filo de la medianoche del jueves pasado se cumplieron 22 años del histórico fallo por el Caso Morales. Todos los medios del país, sin excepción alguna, estaban pendientes aquel día de la condena que recibirían los imputados del horrible crimen de 1990: Guillermo Luque y Luis Raúl Tula. El primero recibió veintiún años y el segundo, como partícipe necesario, nueve. Además resultaron condenados Hugo “El Hueso” Ibáñez y Eduardo “El Loco” Méndez, ambos ya fallecidos, que habían huido de la provincia y fueron capturados meses después para permanecer un corto tiempo en la vieja cárcel de Güemes y Virgen del Valle. Desde entonces, como en cada aniversario, el diario Clarín no se olvida de rememorar los acontecimientos de Catamarca, a los que tomó de modelo para aplicar en sinnúmero de casos revestidos de condicionamientos políticos. Este año, para recordar el fallo del 27 de octubre de 1998 se adelantó en demasía. Lo publicó el 7 de febrero, a través de un escrito de Virginia Messi, una periodista de méritos desconocidos a la que le tocó cubrir el segundo juicio. Se refirió a las emociones que, posiblemente, a partir de sus anhelos y los de la editorial, sintió aquella noche que entrecortó el sueño de los catamarqueños.

El tratamiento de la derogación de las jubilaciones de privilegio de jueces y embajadores en la cámara de Diputados, el jueves pasado, dejó algunas perlitas políticas dignas de comentar. El Gobierno tuvo grandes problemas para conformar el quórum y, fundamentalmente, se debió a la posición que adoptaron los miembros del bloque federal, integrado por 11 diputados, todos ellos peronistas. Solamente bajaron los cuatro cordobeses que responden a Schiaretti, pero figuras del prestigio de Graciela Camaño y Eduardo “Bali” Bucca optaron por una sigilosa retirada que fue leída como un estiletazo contra Sergio Massa, un viejo compañero de ruta de todos ellos al que hoy le toca presidir la cámara. Además, algunos medios metropolitanos especularon que detrás de escena estuvo Luis Barrionuevo, el creador de Consenso Federal y enemigo declarado del kirchnerismo, con Alberto Fernández y Cristina Kirchner a la cabeza.

RECUERDOS. Como lo hacemos habitualmente, cerramos los “Apuntes” con los bloques que memoran acontecimientos del pasado cercano.
En el arranque del año 1995, el Partido Justicialista lanzaba su fórmula presidencial para las elecciones que estaban programadas para el 14 de mayo. Carlos Menen, que apostaba a la reelección -se la había otorgado la reforma de la Constitución de 1994-, llevaba como compañero de fórmula a Carlos Ruckauf que, en aquel momento, gobernaba la provincia de Buenos Aires. El lanzamiento se produjo desde tres localidades de las sierras cordobesas: Villa Carlos Paz, Mina Clavero y Cura Brochero. Desde allí ponderaba los éxitos de su gobierno, que había comenzado el 8 de julio de 1989, cuando reemplazó al extinto Raúl Alfonsín. Asentaba los supuestos éxitos en el plan de convertibilidad que, por algunos años, terminó con el flagelo de la inflación, pero a fines del siglo iba a desencadenar una crisis sin precedentes que retiraría del poder a su sucesor, Fernando de la Rúa. La tranquilidad de la inflación, sin embargo, contrastaba con los índices de desocupación. Según el Indec, rozaba el 13%, una cifra sin precedentes de la historia argentina.

El 25 de febrero de 1995, en una ceremonia religiosa presidida por el exobispo Elmer Miani, asumía como nuevo vicario episcopal del Santuario el presbítero Julio Quiroga del Pino. Este último cumpliría una destacada labor en la Iglesia de Catamarca, hasta el punto de convertirse en uno de sus puntales.

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