Apuntes del Secretario

domingo, 15 de marzo de 2020 00:46
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Desde hace semanas, apuntalado por algún medio periodístico que persigue propósitos inconfesables que oportunamente daremos a conocer, un abogado tucumano se ha metido de lleno en la causa de narcotráfico por la que permanecen detenidos dos jerarcas policiales que, durante la gobernación de Lucía Corpacci, ejercieron funciones en el área de Drogas Peligrosas. Gustavo Morales -de él se trata- realizó en su momento estruendosas declaraciones y calificó a Catamarca como un “Narco-Estado”, con lo cual sirvió en bandeja material de descrédito para que sea utilizado por la oposición política local y la prensa. Aparte de la barbaridad que significa la gravísima acusación, este profesional del Derecho al que se conoce como el “Moners Sanz tucumano” (por su inveterada inclinación a denunciar casos de corrupción que, por lo general, nunca se confirman) apuntó contra el Fiscal de Estado, Marcos Denett, y su hijo diputado, para los que pidió investigación a fondo porque los considera dos traficantes de la droga. ¡Así de simple!

El abogado de referencia, que saltó a la fama sin que se le conozcan méritos o trayectoria, no se quedó solamente con las temerarias declaraciones. Agregó que tenía las pruebas de sus dichos y las iba a aportar a la Justicia. Esa instancia ocurrió el viernes pasado cuando declaró en la Fiscalía Federal y, por lo que sabemos, ni siquiera entregó un indicio sobre lo que supo expresar a los medios. Repitió como loro definiciones que ya se le conocían. De papelitos, actuaciones, datos o hechos comprobados ni un ápice. Comprensible: la acusación de Narco-Estado no tiene escala de mínima lógica. ¿Cómo explicar con hechos semejante despropósito? Ese rótulo puede valer para algunos Estados mexicanos y de Centroamérica dominados por el narcotráfico o para la Medellín de los tiempos de Pablo Escobar, no para una provincia como Catamarca que se distingue por su modorra y tranquilidad, a diferencia de aquellas donde se mueven fortunas y detrás del crimen organizado está la trata de personas en un entramado de horror, muertes y asesinatos a mansalva de dirigentes y periodistas. Si este abogado, más allá del narcomenudeo, observó por estos lares estas condiciones, estamos frente a una persona desequilibrada o frente a un chanta importante.

A propósito de chanta, el fiscal federal Santos Reynoso terminó involucrado por las declaraciones del abogado y anunció que lo demandará por falso testimonio y obstrucción a la Justicia. En declaraciones a Radio Valle Viejo, indicó que no aportó prueba alguna y que su testimonio fue un rosario de falsedades. Lo calificó de “personaje perverso, nefasto y artesano de la mentira”, aparte de “cómico y gracioso”. Por todo esto, prometió que este lunes lo estará denunciando por haberlo acusado de un supuesto cohecho en una causa en la que, conforme lo aclaró, no tuvo intervención, en razón que se encontraba inhibido de actuar. No sabemos cómo seguirá esta historia, pero el viernes quedó claro que Molina no es precisamente una persona seria. De denunciador mediático pasará ahora a denunciado y deberá explicar muy bien el embrollo que pudo sostener con Reynoso, a quien bajo juramento tildó de coimero. El fiscal completó su defensa con algo realmente gracioso: “En cualquier momento me acusa de violador”. Por las dudas, no lo descarte, fiscal.

Nuestro adelanto exclusivo sobre la eventualidad que, por los 400 años del descubrimiento de la “Morena del Valle”, el Congreso Mariano fuera suspendido se confirmó plenamente. Fue una decisión consensuada con la Iglesia de Catamarca y harto comprensible en razón del avance de enfermedades temibles como el coronavirus y el dengue. La convocatoria, se calculaba, podía atraer a Catamarca representaciones de todo el país y provocar actos con cifras cercanas a las 100.000 personas. A la hora del análisis no hubo mucho para discutir y el Congreso, en razón de su importancia, deberá trasladarse a tiempos de mayores garantías. Junto a la medida dispuesta por el ministerio de Salud, comenzaron las restricciones y se llegó al punto de no permitir reuniones de todo tipo que puedan superar las 300 personas. Por cierto, esta situación arrojará grandes perdedores, entre los que se anotan varios comerciantes que, al verse impedidos de trabajar, se las verán en figurillas para pagar sueldos y los tributos a la AFIP. De alguna manera, el Estado los debería subsidiar, como se está haciendo en varios puntos del país.

Otro avance de la minería. El delegado municipal de Las Papas, Jaime Caro, llevó a cabo hace diez días una audiencia pública en el interior profundo de Fiambalá para desarrollar la actividad y hubo pleno respaldo de la gente. “Nuestro pueblo recibe los proyectos con alegría porque hay muchos jóvenes que necesitan que en Las Papas haya fuentes de trabajo genuinas”, indicaron. Hay que acotar que esta iniciativa, denominado “proyecto futuro”, se viene trabajando desde años para explotar el complejo de minas que se ubica en la Cordillera de San Buenaventura. De esta manera, el departamento Tinogasta cobra vuelo en materia de minería y apuesta por una alternativa laboral que esté más allá del Estado. Recordemos que en cercanías del límite con la República de Chile existen yacimientos de cobre que fueron licitados durante el gobierno de Corpacci y comenzarán a explorarse y explotarse en tiempos venideros.

Aparte de ratificar que “Catamarca es minera”, el nuevo presidente de YMAD, Fernando Jalil, expresó su anhelo de llevar el organismo con presencia viva a todos los reductos de la provincia, comenzando por ese gran orgullo de los catamarqueños que es Farallón Negro, una empresa de 500 empleados y con sueldos que harían parpadear a muchos conchabados del Estado. Paralelamente exhumó la idea de instalar la sede central en San Fernando del Valle, una especulación que siempre estuvo presente, pero nadie la concretó. Ahora que Jalil es presidente, no un director, podría interesar a las autoridades nacionales -sus mandantes- sobre un eventual traspaso, aunque no sabemos cuál sería la ventaja en términos efectivos. La gran mayoría de los trámites se realizan en Buenos Aires y la ecuación de ir y volver, entre gastos de traslado, viáticos y estadía, podría dar negativa. Será cuestión de instalar pro y contra para resolver en consecuencia. Otra alternativa de sede, que alguna vez se llevó a los hechos, es Tucumán, provincia que tiene intereses en YMAD a través de la universidad.

El domingo pasado, en un amplio informe, difundimos la extraordinaria realización que en la localidad andalgalense de Malli ha montado el médico Ricardo Arturo Ovejero. Se trata de la “Granja Educativa Pucará”, un espacio de varias hectáreas que recrea para el conocimiento público antigüedades, un bosque de plantas autóctonas, réplica de viviendas indígenas, máquinas agrícolas que se utilizaban a principios del siglo XX, viejos carruajes, un salón ambientado como las tradicionales pulperías, corrales con animales, un granero, molino de viento y la huerta orgánico. Todo este conjunto se completa con un sector de descanso con quincho, asador y hornos de barro. Por cierto, la obra merece todo el apoyo de las autoridades. Por lo que representa para Andalgalá como atractivo turístico y, en virtud a que delegaciones escolares de toda la provincia la pueden visitar, por su aporte a la educación.

Pasa el tiempo y nadie habla de la obra de cloacas del circuito Valle Viejo - Fray Mamerto Esquiú, el emprendimiento que lanzó el kirchnerismo en 2014 y llenó de entusiasmo a los chacareros que, por fin, después de una centuria, iban a tener un servicio esencial. Durante todo el mandato de Jalile (2015-2019), el exjefe comunal se pasó denunciando irregularidades y estableció, palmariamente, que fue una obra de corrupción. Hasta ahora, con hechos, nadie lo desmintió y dicen las malas lenguas que, trabajando a full, las cloacas podrían estar terminados en un término de cinco años y con el doble de presupuesto, el cual en 2014 era muy importante y ascendía nada menos que a los 600.000 dólares.

RECUERDOS. Como es habitual, los últimos bloques incluyen los acontecimientos del pasado.
El 15 de febrero de 1995, hace exactamente un cuarto de siglo, una noticia conmovía el ambiente político de todo el país. En un accidente aéreo, perdía la vida Carlos Menem Jr., el hijo del expresidente de la Nación, hoy senador de La Rioja. El desgraciado suceso ocurrió a las 15.10 de aquel día, a la altura del kilómetro 211 de la ruta 9, entre Buenos Aires y Rosario, cerca de  Ramallo. Menem (h) viajaba en helicóptero junto al corredor automovilístico Silvio Oltra, quien falleció en el acto al estrellarse la máquina contra una columna de energía. El hijo del expresidente fue rescatado, pero a las dos horas dejó de existir en una clínica de San Nicolás. Su padre no llegó a verlo con vida. Presidía una reunión de gabinete cuando le informaron del suceso. Por cierto, hubo días de duelo y muestras de pesar de todo el arco político, comenzando por el extinto Raúl Alfonsín, presente en el velatorio y acompañando a su rival peronista.

Prácticamente un símil de lo que ocurre actualmente con Agua Rica, en los primeros meses de 1995 se discutía sobre el impacto ambiental que podía provocar la explotación a cielo abierto de Bajo La Alumbrera. La secretaría de Ciencia y Técnica y la administración de la desaparecida Obras Sanitarias Catamarca, entre otros organismos, hablaban de “vacío de información”, como ahora se alude a la “licencia social”.

El Esquiú.com
 

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