Es parte de la naturaleza humana adjudicar culpas ante cualquier contratiempo, canalizar el descontento, la frustración o el temor en un tercero, a quien se responsabiliza por los propios males o dificultades. Estas conductas a veces son mecanismos de defensa que se activan sin que uno mismo lo decida, casi como un acto reflejo, una primera respuesta ante aquello que rechazamos y se hace presente. Pero la buena noticia es que las personas somos seres racionales y si nos detenemos un momento a analizar la situación, podemos comprender mejor lo que sucede y obrar en consecuencia, dejando atrás impulsos insensatos y reacciones indeseadas. Con perdón de los expertos en psicología, que sin duda podrían explicar mucho mejor estos fenómenos, la introducción viene a cuenta por hechos sucedidos en las últimas jornadas, vinculados con la aparición de los primeros casos de coronavirus en Catamarca.
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Nos referimos a los episodios de divulgación de identidad de supuestos infectados. A través de las redes sociales se difundieron nombres, apellidos y domicilios, creando el clima para que se produzcan hechos de violencia como los ocurridos en otros lugares de la Argentina. Este tipo de conductas deben ser completamente desterradas y condenadas desde el primer instante. Lamentablemente estas verdaderas “cacerías de brujas” comenzaron a ser moneda corriente en distintos puntos del país, donde incluso se agrede y amenaza a trabajadores de la salud, porque sus propios vecinos observan su cercanía como una amenaza potencial. En este punto es imprescindible reclamar y exigir un poco de humanidad y solidaridad. Todos estamos expuestos a enfermarnos y agredir a alguien con coronavirus es tan descabellado como atacar a alguien porque padece diabetes, cáncer o cualquier otra afección. Nadie se enferma voluntariamente. Enfoquémonos en combatir al verdadero enemigo, que es el virus y no perdamos de vista que mañana podemos ser nosotros o un familiar quien requiera asistencia. Que en esta batalla no se pierda la cordura, porque lo único que se logrará es tornar el panorama más complejo de lo que ya es.
El Esquiú.com