Apuntes del Secretario
El COE provincial atraviesa su momento más crítico desde el comienzo de la pandemia, que empieza a sentirse con mayor intensidad. De no detectarse un cambio significativo en las próximas jornadas, se completará la inédita marca de un mes con nuevos casos positivos todos los días, y la declaración de la circulación comunitaria del COVID-19 permanece latente. El consuelo que queda es que Catamarca, objetivamente, permanece mucho mejor que las provincias vecinas en cuanto a cantidad de contagios, y resiste en el mapa nacional como el único distrito sin decesos confirmados por la afección. Pero no es mucho más lo que puede rescatarse como alentador, entre otras razones porque no se ha logrado que la población tome conciencia de la situación, y las violaciones a las normas de distanciamiento son cada vez más frecuentes. Paralelamente crece la tensión y el malestar por los efectos negativos de la emergencia sanitaria, como la crisis económica que golpea a múltiples sectores, y que motivó para este viernes, por ejemplo, la movilización de gastronómicos que se reunirán frente a Casa de Gobierno para pedir que los dejen trabajar porque los están llevando a la quiebra. Un panorama delicado por donde se lo mire, y ante el cual las autoridades consideran que la comunidad se confunde y no entiende los cambios de fase, con sus constantes avances y retrocesos en materia de permisos y restricciones.
Por esta razón, por primera vez desde marzo, Catamarca abandonaría la utilización del sistema de “fases” impuesto en el país, para aplicar aquí una nueva forma de ordenar las habilitaciones y prohibiciones, que resulte más simple y didáctica para todos. Así lo anticipó la médica Ana Fernanda Lagoria, quien además de integrar el COE provincial es la subsecretaria de Salud de la Municipalidad de la Capital. Lagoria señaló que la nueva definición se explicará en “etapas” y no en “fases”, con un modo más sencillo de transmitir qué se puede y qué no se puede hacer; lo cual permite inferir que muchos incumplimientos se atribuyen al desconocimiento de la población más que a la voluntad de desobediencia. La conclusión a la que arribaron los expertos de Salud es que las directivas oficiales resultan confusas, y que deben comunicarse de otro modo, porque es un hecho que habrá nuevos avances y retrocesos, siempre de acuerdo con la evolución del cuadro epidemiológico provincial. En los últimos días, los sistemas de rastreo, localización y aislamiento de posibles contactos estrechos de personas que dieron positivo comenzaron a complicarse y perder efectividad, pero de momento no hay otro sistema mejor. Ante estos contratiempos, se afirma que las condiciones catamarqueñas, en especial en el Valle Central, serán siempre más favorables que en los grandes centros urbanos. En primer lugar por la escasa población, y en segundo término porque las propias características geográficas permiten cerrar los accesos con relativa facilidad. Se realizan en conjunto muchos esfuerzos por controlar y contener la situación pero, como se ha dicho en reiteradas oportunidades, sin la colaboración de la sociedad esta lucha se tornará cada vez más difícil. Y es una realidad que muchas personas no colaboran.
Puede a esta altura considerarse que nada positivo ha dejado esta pandemia, pero sin embargo sí existen elementos favorables. Claramente nada puede celebrarse en medio del dolor de un país que ya cuenta casi 13.000 víctimas fatales por el coronavirus, pero hay aspectos muy positivos que surgen del análisis objetivo. Así lo expresan internamente, por ejemplo, autoridades y profesionales del Hospital de Niños “Eva Perón”, que en cada invierno se ven desbordados por atenciones y consultas de padres que llevan a sus niños con afecciones de las vías respiratorias altas, propias de la temporada más fría del año. En este oscuro 2020, sin embargo, los índices de pacientes afectados cayeron abruptamente, y se calcula que el total de enfermos que requirieron atención no llegó al tercio de las cifras que se contabilizaron en años anteriores. Las masivas campañas de vacunaciones antigripales, la utilización obligatoria de barbijos, y lógicamente la inactividad presencial en las escuelas, hicieron disminuir de manera drástica los contagios de gripes, neumonías y otras afecciones entre los chicos. Esa realidad, y la de víctimas de accidentes de tránsito –fatales o no- muestran la misma curva descendente, en éste último caso debido a la menor circulación de vehículos por los recesos impuestos en ámbitos escolares y periódicamente en oficinas oficiales. Dos puntos a favor en medio de un océano de problemas, pero puntos a favor al fin.
Sin mucha repercusión en esta provincia, en medio de las actividades virtuales desplegadas por el Día del Estudiante, se presentó una organización bautizada como “Corriente Estudiantil por la Libertad”, según sus impulsores, con participación de chicos de 16 provincias. Es una flamante rama del macrismo, lanzada por la denominada “Juventud del Pro”, y tuvo eco en algunos espacios nacionales. Según lo explicado, se trata de una agrupación que reúne alumnos de escuelas secundarias, y reclama “excelencia educativa, libertad de pensamiento e innovación”, a modo de banderas, a partir de las cuales piden que se incorpore a las currículas robótica, programación y conocimientos vinculados con los “empleos del futuro”. Al margen de estos pedidos puntuales, el conjunto de actividades que difundieron como propósito fundacional no difiere mucho de cualquier otro centro estudiantil, que se propone “militar” y “vehiculizar las demandas de los estudiantes”.
Una propuesta que quizás marcha a contramano de las expresiones del PRO, que en más de una ocasión criticó la politización de las aulas y ahora comienza a actuar en ese ámbito, pero –contradicciones al margen- en definitiva es buena iniciativa si permite expresarse a los adolescentes que adhieran con esa fuerza. El detalle de este movimiento es que tiene como máxima autoridad a un catamarqueño, Alexis Vega Miklich, un chico de 17 años que es también secretario nacional de Jóvenes Pro Secundarios. Alexis siempre mostró inquietudes de participación. Hace algunos años viajó a Buenos Aires para exponer en el Parlamento Federal Juvenil INADI, y más de una vez contó que su aspiración es ser locutor y animador de TV. Ya tuvo algunas experiencias en actos escolares, se dio el gusto de hacer locución en la Fiesta de los Buzos y hasta presentó a Emilio Morales y otros artistas en la edición 2018 de la Fiesta del Poncho. Ahora parece expresar también una vocación política, lo cual es muy respetable.
La designación de Fernando Ravetti como secretario privado de la intendenta Susana Zenteno generó enorme malestar en la comuna de Valle Viejo, donde además de criticarse un nombramiento que fue recibido por sindicalistas y opositores como una torpeza y casi una provocación, parece ser también cuestionable desde el punto de vista legal. Son varios los aspectos a analizar sobre este inexplicable movimiento de la jefa comunal, que saca a la luz manejos informales quizás frecuentes en el ámbito político, pero muy inoportunos considerando la dramática situación que atraviesan la provincia y el país. La primera objeción es que Ravetti es la pareja de la propia Zenteno, quien durante toda su campaña denunció el nepotismo y los acomodos de familiares por parte de quien era su rival en las urnas, el todavía intendente Gustavo Roque Jalile. De modo que Zenteno terminó por hacer al asumir exactamente lo mismo que criticaba desde el llano, desnudando el mensaje vacío de su propio discurso.
El nombramiento vino también a reavivar el enojo de los representantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE-Valle Viejo), quienes consideraron intolerable que se siga incrementando la planta de funcionarios cuando para los reclamos de mejoras salariales se expone siempre el argumento de la escasez de presupuesto. Desde el municipio se asegura que Ravetti fue un colaborador desde el primer momento en que nació el proyecto político de Zenteno, y por tanto su llegada a la función pública se da como un proceso natural, pero esto fue rechazado por quienes señalan que la tarea del ahora secretario fue perseguir y castigar a los opositores. Para empeorar el panorama, las explicaciones que brindó la propia intendenta resultan inquietantes: dijo que Ravetti no le costará un centavo al municipio porque lo que seguirá cobrando es un índice de asesor que le otorgó la Provincia. Revela así la utilización de nombramientos del estilo “comodín”, donde a una persona con buenos vínculos virtualmente se le regala un sueldo para que luego haga lo que quiera, ya sea quedarse en su casa o bien asumir donde le plazca, cuando para el empleado promedio pasar de un área a otra representa todo un calvario. Una desprolijidad seria, quizás de los desaciertos más grandes de Zenteno desde que asumió.
El Esquiú.com