Las autoridades provinciales enfrentan el momento más difícil desde el inicio de la pandemia, y esta situación crítica no está marcada por el incremento de casos ni por el funcionamiento del aparato sanitario, que hasta aquí respondió con solvencia; sino por la actitud mayoritaria de una comunidad que le dio completamente la espalda a todos los esfuerzos que se realizan. Por cansancio, hartazgo, desinterés o lo que fuere, los catamarqueños se desentendieron de lo que ocurre, naturalizaron la pandemia y dejaron de lado hasta las normas mínimas y elementales de precaución. Ya sea en el microcentro, donde habitualmente se concentra la mayor cantidad de personas, o en las villas vera-niegas, puede observarse que no existe tal cosa como la “nueva normalidad”, sino que la mayoría de la gente actúa como si nada pasara. En diversas oca-siones se subrayó que la colaboración de la comunidad sería clave para tener éxito en la lucha contra el coronavirus, y la triste realidad indica que esa colaboración no existe. La mayoría de los vecinos están atentos a las restricciones que se van actualizando, sólo para calcular como eludirlas o burlarlas. No hay conciencia sobre la importancia de cuidarse ni solidaridad para cuidar a los demás. En términos generales, la conducta social en Catamarca es lamentable. 

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Resulta desconcertante que ante una comunidad adulta e informada, que lleva casi un año recibiendo detalles de lo que ocurre a nivel mundial, tenga que salir la ministra de Salud, Claudia Palladino, a recordar que el virus no se toma vacaciones. El distanciamiento social sólo perdura en algunos afiches desteñidos y los barbijos se utilizan mal o no se utilizan, algo que puede comprobar cualquiera que camine un par de cuadras por la calle. El propio jefe de la Policía, Ángel Agüero, debió advertir sobre la aplicación de nuevos valores en las multas para personas que no acaten las medidas establecidas en el decreto provincial, y se decidió multiplicar los im-portes de las multas para frenar el descontrol. Se aseguró que habrá “tole-rancia cero” con las fiestas clandestinas, pero llegar a ese extremo representa en sí mismo un fracaso como sociedad. Con más de 4.000 casos acumulados y más de dos decenas de víctimas fatales, los catamarqueños debemos comprender que el coronavirus es una amenaza real. Es de esperar que se revierta este comportamiento sin necesidad de que colapsen los sistemas de atención para que la gente entienda. 

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Catamarca volvió a anotarse en la carrera por organizar partidos de la Copa Argentina, competencia que ya tuvo la provincia como sede, incluso de una final en la que Arsenal de Sarandí vapuleó a San Lorenzo de Almagro. Sin muchas precisiones, se anunció que los encuentros podrían disputarse en abril, en lo que representaría el retorno de la actividad al polémico Estadio Bicentenario, inutilizado desde hace cuatro años, con la única excepción de un partido local de fútbol femenino que se concretó casi a puertas cerradas. El anuncio no despertó mayor entusiasmo, sencillamente porque aunque Catamarca recibiera a grandes elencos -como Boca o River- el ingreso de público está vedado en todo el mundo. Esto convierte en materia opinable la dedicación de fondos estatales a un torneo carísimo, con nula participación catamarqueña. La Provincia, al menos en anteriores ediciones, debía pagar traslados, estadías e innumerables gastos de delegaciones y de puesta en escena. Si el objetivo es promocionar a Catamarca parece haber otros caminos menos costosos y más efectivos, que reincidir en megaeventos que poco y nada dejaron para la provincia. Sylvia Giménez, que está al frente de Deportes, expresó su entusiasmo por el retorno de la competencia, pero no brindó hasta ahora detalles de erogaciones e ingresos proyectados. Quizás cuando lo haga se descubran beneficios potenciales que, de momento, no están a la vista. 

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Otro gasto que generó polémica fue el anuncio de la compra de un avión por casi 9.000.000 de dólares. Se trata de una nave nueva que fortalecerá la flota aérea provincial, cuyas máquinas rondan los 30 años de uso. Se explicó que el destino del nuevo avión serán esencialmente los vuelos sanitarios; pero la magnitud del gasto genera interrogantes acerca de la condición prioritaria de esta adquisición. Los mayores cuestionamientos llegaron desde el sector Salud, donde se sacan cuentas de la enorme cantidad de equipamientos e insumos que podrían sumarse con esa inversión. Por caso, la única posta del sur capitalino que cuenta con equipo para tomar placas radiográficas, no es utilizada porque los médicos no cuentan con el chaleco protector. Y en cada centro asistencial se encuentran falencias susceptibles de ser superadas con mínimas inversiones, que a primera vista parecen más urgentes que el avión. 

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Los gremios docentes están en alerta, y atentos a lo que se decida sobre el retorno a las clases presenciales, con un arsenal de reclamos listo para ser disparado. Con muchas reservas sobre lo que se resuelva, anticiparon que protestarán sobre tres ejes básicos: la cuestión salarial -como todos los años-, la cuestión sanitaria y la condición edilicia de los establecimientos educativos. Consideran los tres temas inquietantes, y así lo hizo saber Juan Godoy, máxima autoridad del Suteca: “Hay una serie de contradicciones, en los lugares de vacunación, no se sabe cómo será, si por padrón electoral o en ciertos lugares sanitarios. Estamos a contrarreloj para volver a la presencialidad, y debemos resolver el tema de los mayores de 60 años”, indicó. 
 

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Godoy insistió en que “como sindicato debemos proteger la integridad tanto de docentes como la situación edilicia de muchos estable-cimientos; y en febrero ya volvemos a hablar de paritarias: hay anuncios pero nada concreto en el tema”. Conclusión, una vez más no está garantizado el inicio del ciclo lectivo y se esperarán respues-tas en lo que se refiere a infraestructura, materia salarial y vacunación. Se avecina un escenario incómodo, porque ahora para discutir esos aspectos intervienen al menos cuatro ministerios diferentes, a saber: Ministerio de Educación, Ministerio de Recursos Humanos, Ministerio de Infraestructura y Obras Civiles y Ministerio de Ciencia y Tecnología. Cuantos más comensales en la mesa, más ardua la negociación. Conflictos que asoman y que llegarán, incluso si se sigue con la modalidad virtual de enseñanza o -lo que es más probable- un sistema mixto entre presencialidad y virtualidad. 

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El sector turístico permanece en una verdadera encrucijada, y hay grandes esfuerzos por timonear la situación en medio de esta extendida tormenta. Catamarca y su Capital, vienen apostando desde hace tiempo al impulso turístico, pero los impedimentos para viajar libremente obliga-ron a revisar escenarios, y sobre todo a imaginar cómo puede atenderse un sector que permanece prácticamente maniata-do desde marzo del año pasado. En las últimas semanas, tanto el intendente capitalino Gustavo Saadi como el ministro Luis Maubecín, de cuya área depende Turismo, tomaron iniciativas similares. El plan es unir fuer-zas a nivel regional para enfrentar juntos los contratiempos. Así, Saadi rubricó un convenio que unirá a cinco capitales del NOA para trabajar en por el desarrollo turístico. Planearon un trabajo articula-do entre las administraciones turísticas de las ciudades para impulsar el desarro-llo sustentable del turismo, documento que firmaron también la intendenta de la ciudad de Santiago del Estero, Norma Fuentes; la intendenta de La Rioja, Olga Inés Brizuela y Doria y el de San Salvador de Jujuy, Raúl Jorge. Son esfuerzos titánicos que se ensayan simultáneamente con la extensión de los subsidios para ayudar al castigado sector hotelero. 

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A nivel provincial se hizo algo similar, y el gobernador Raúl Jalil ratificó que “el Turismo es una política de estado a instalar en Catamarca”. Esperan contar para ese fin con el apoyo de Nación, donde la máxima autoridad en materia de turismo es una catamarqueña: Yanina Martínez, quien se desempeñara como responsable de la Casa de Catamarca en Capital Federal durante los dos mandatos de Lucía Corpacci. Por ahora lo que se ideó es un tráiler de Promoción del Ente Norte Turismo, que ofrece experiencias en 360º para que los visitan-tes puedan conocer los atractivos y ser-vicios turísticos de las seis provincias de la región NOA. Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta, Santiago del Estero y Tucumán se inclinaron por esa apuesta para mantener vivo el espíritu de la promoción turística, iniciativa válida considerando que mucho más no se puede hacer. La otra opción es hacer lo mismo que Córdoba, que abrió sus puertas de par en par e invita a todo el mundo a visitar la provincia, con los altísimos riesgos que ello implica, para anfitriones y visitantes. 

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Recuerdos. Con un importante número de dirigentes de la Línea Celeste, entre ellos diputados provinciales, se realizaba en enero de 2011 un plenario radical donde se impulsaba al entonces intendente de la Capital, Ricardo Guzmán, como candidato a la Gobernación de la Provincia. Entre los presentes se encontraban las diputadas Sara Ludeña de Cadó, Silvina Tello y Marita Colombo, quienes resaltaron la figura del intendente capitalino para ser el sucesor Eduardo Brizuela del Moral. Los presentes dejaron en cla-ro que durante los años de gobierno brizuelista, la línea Celeste fue respetuosa, resignando los más altos cargos dentro del esquema de gobierno y “ya es hora de que la Celeste ocupe el lugar que le corresponde”. Finalmente, Brizuela del Moral competiría por un tercer mandato consecutivo, con Ricardo Guzmán como compañero de fórmula. Llegaría la derrota en marzo a manos de la fórmula Lucía Corpacci-Dalmacio Mera, y posteriormente el Frente Cívico y Social se disolvería poniendo fin a dos décadas ininterrumpidas en el poder.  

El Esquiú.com