Quizás por primera vez en este año electoral, la temperatura político-partidaria se elevó un poco en Catamarca. La relativa comodidad del oficialismo local, con el estilo siempre conciliador de Lucía Corpacci como bandera, y la moderación característica de las principales figuras del peronismo, como Raúl Jalil o Gustavo Saadi, permitieron llegar hasta aquí sin mayores cruces con la oposición. Cuando hubo que discutir o replicar alguna declaración, la tarea se encomendó a hombres y mujeres de segunda y tercera línea, sin alterar la estampa de la cúpula justicialista catamarqueña. De hecho, si se oyeron declaraciones picantes camino a las PASO, fueron siempre relacionadas con la interna opositora: nadie del Gobierno se mezcló en el juego, quizás porque no lo necesitaban.

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La paz se alteró con la masiva llegada de dirigentes nacionales de Juntos Por el Cambio, que desembarcaron en la Provincia para dar ímpetu a los candidatos y militantes locales de la alianza. La presidenta del PRO y exministra de Seguridad de Mauricio Macri, Patricia Bullrich; el exgobernador de Mendoza y actual presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo y el diputado nacional Maximiliano Ferraro, presidente del ARI, arribaron el lunes y desparramaron toda clase de declaraciones, algunas de ellas bastante agresivas, para adornar las clásicas críticas en que se basa su campaña. “Basta de los manejos del gobernador Raúl Jalil”, espetó por ejemplo Ferraro, y Bullrich fue más lejos al asegurar que el mandatario local “se lleva la plata a su casa” en referencia a la producción minera. Palabras fuera del tono habitual con que se hace política en la provincia, ya que hasta el primer candidato opositor, Flavio Fama, tiene un perfil siempre respetuoso con sus adversarios. Pero la necesidad de hacer ruido en la fugaz visita, y la impunidad verbal con que cuentan los foráneos, permitió que los discursos se salieran de línea.

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Tomando en cuenta la batería de frases que dejaron los visitantes, resultó lógico que esta vez aparecieran las respuestas. El triunvirato Jalil-Corpacci-Saadi no se quedó callado, y salió al cruce reclamando básicamente memoria y respeto, no sin repasar algunas inequidades de la gestión macrista y sus efectos. “Esta gente que vino tendría que aprender un poco de Alfonsín, o del respeto de Vicente, o el respeto de la política. No se puede decir lo que uno quiere, tiene que haber un límite en las denuncias. Acá tenemos legisladores nacionales que tienen como único trabajo denunciar. Uno de ellos denunció que la vacuna Sputnik era veneno, siguiendo la línea de su líder a nivel nacional”, retrucó Jalil. Gustavo Saadi observó que “vienen a hablar de federalismo” quienes están al servicio de los intereses porteños, y apuntó que “si uno va a la CABA, todos los días rompen las veredas para volverlas a hacer porque no saben qué hacer con la plata”. Un poco de condimento, en definitiva, para amenizar la espera a poco más de tres semanas de los comicios.

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Un episodio incómodo pero a la vez risueño se registró cuando Bullrich y los demás visitantes decidieron improvisar una “caminata” por el área peatonal de calle Rivadavia, aprovechando la gran circulación de personas de la zona para mostrarse un poco. El tiro salió por la culata, porque al identificarlos, un grupo de músicos callejeros sorprendieron con una entusiasta y espontánea interpretación de la Marcha Peronista, entre risas de los peatones y el enojo de algunos acompañantes de la comitiva, que hasta intentaron persuadirlos para que se detuvieran. Para disgusto de los opositores, el episodio se viralizó rápidamente por curiosos que lo filmaron y hasta llegó a varios medios de comunicación. En definitiva fue algo simpático, ya que no hubo agresiones de ninguna clase: sólo la picardía de expresar rechazo con el mensaje inequívoco de la famosa canción.

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Un informe presentado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), ubica a Catamarca como una de las provincias mejor posicionadas en la evaluación de la denominada “pobreza crónica”. Tras estudiar todos los distritos del país. Catamarca apareció en mejor situación que otras 17 zonas argentinas, y sólo 8 mostraron un mejor panorama. Erradicar la pobreza sigue siendo uno de los principales desafíos de los gobiernos, en un escenario preocupante que plantea nuevos desafíos debido a los efectos causados por la pandemia de coronavirus en la economía de los países. A

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La definición de pobreza crónica conforma al “núcleo duro” de la pobreza: son aquellas personas que, aún en períodos de crecimiento económico, tienen muy bajas posibilidades de salir de esa situación.  El mapa de la pobreza crónica argentina indica que la zona del Gran Buenos Aires, lo que se conoce también conurbano bonaerense, es el más afectado, con el 23,7% de pobres crónicos sobre la población total, seguido de provincia de Buenos Aires, con el 7%.  Le siguen la provincia de Chaco, con 6,9%; Santa Fe, 6,8%; Corrientes, 6,5%, Salta, 6,9%.  Con un porcentaje menor al seis por ciento, están las provincias de Córdoba, 5,9%; Santiago del Estero, 5,5% y Misiones, 5,1%.  Le siguen además las provincias de Mendoza, 4,4%; Entre Ríos, 4,2%; Formosa,3,2%; Tucumán, 3%, y junto con Jujuy, San Juan tiene el 2,6% de pobreza crónica. 

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Debajo de la tabla realizada por la Cippec se encuentran las provincias de Neuquén y Catamarca, con el 1,2% de la población del país, seguido por San Luis, 1%; Caba, 0,9%; Río Negro, 0,6%; La Rioja, 0,5%; Chubut y La Pampa, 0,2%; Santa Cruz, 0,1%, y Tierra del Fuego, 0%.  El documento, que corresponde a antes de la pandemia, indica que el 47,9% son niños menores de 15 años, mientras que sólo el 0,5% de los pobres crónicos supera los 65 años.  También que el tamaño promedio del hogar en pobreza crónica es de 6,1 personas, con un promedio de 2,5 niños menores de 12 años. El 43,4% de los hogares tiene jefatura femenina.  Y respecto a las condiciones habitacionales, el 98,5% de los pobres crónicos accede a agua corriente, pero sólo el 63,4% tiene baño con retrete con descarga de agua y apenas el 28,9% tiene acceso a cloacas.  Cabe recordar que a fines de septiembre, el Indec dio a conocer el índice de pobreza del país, que llegó al 40% en la primera mitad del año y alcanzó a 18,8 millones de personas en todo el país.  En tanto, la indigencia fue del 10,2% en la primera parte del 2021.

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Luego casi de tres semanas, se diluyó la singular protesta convocada por el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales, una cruzada que confirmó la falta de olfato del secretario Walter Arévalo, nuevamente víctima de sus propios ímpetus. El sindicalista no logró el nivel de adhesión esperado, y se empecinó en extender una huelga sin sentido, hasta transitar los últimos días difundiendo señales de que quería arreglar como fuera porque el reclamo se hacía insostenible. Para este previsible desenlace, influyó -tal como se señaló en esta columna- la condición de candidato a concejal que simultáneamente mantiene Arévalo. Sus propios copartidarios del frente que lidera el tinogasteño Hugo “Grillo” Ávila, le habrían pedido que tire la toalla, ya que cortes de calles y demás molestias ocasionadas a los vecinos, no hacían más que restar fuerza (y votos) a la alianza que busca colocar al menos un legislador provincial en las elecciones del 14 de noviembre.

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RECUERDOS. En la tarde del 20 de octubre de 1976, hace exactamente 45 años, se enfrentaron por el certamen de primera división de AFA Argentinos Juniors y Talleres de Córdoba, un encuentro que terminaría con victoria cordobesa por 1 a 0. Ninguno de los equipos peleaba por el título, el juego fue discreto y nada hacía prever que el acontecimiento tuviera alguna trascendencia especial. Sin embargo, ese día quedaría grabado como un hito en la historia del fútbol mundial. ¿El motivo? Fue nada menos que el partido debut de un tal Diego Armando Maradona, que tenía por entonces apenas 15 años (cumpliría sus 16 años diez días después) , y saltó a la cancha con la camiseta número 16 del “bicho colorado”. Dicen que apenas recibió la pelota le tiró un caño a Juan Cabrera, rival que salió a marcarlo. Era el capítulo fundacional de una trayectoria legendaria, que a lo largo de 21 años transformaría a Maradona en un fenómeno mundial, y llevaría a su protagonista por una frenética carrera de gloria y miserias, que terminaría con su vida a los 60 años. En el camino, Diego se consagró como uno de los mayores ídolos deportivos del pueblo argentino.

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