Desde la bancada periodística

Habrá un Senado diferente

sábado, 20 de noviembre de 2021 01:23
sábado, 20 de noviembre de 2021 01:23

Por primera vez en décadas, el Senado de la Nación no será controlado por el peronismo.

Esa realidad objetiva marca tal vez el punto saliente de las consecuencias de las recientes elecciones legislativas, y es un cambio notable, ya que en los últimos  años el justicialismo ganó y perdió en las contiendas presidenciales, pero siempre impuso su mayoría en la Cámara alta desde que los senadores se eligen directamente (antes los designaban las Legislaturas).

Hubo un antecedente pasajero en 2009, pero se resolvió muy rápido con alianzas con bloque pequeños opositores.

Ahora se da la singular situación de que con un gobierno peronista, el PJ no tendrá dominio del Senado, una situación inédita en la historia reciente, producto de la mala elección realizada por el oficialismo en la mayoría de las provincias.

El Senado, a diferencia de Diputados que se compone según la cantidad de población de cada distrito, tiene tres representantes por cada una de las 23 provincia, más tres de la Capital Federal, lo que hace un total de 72 integrantes.

Ese cuerpo se renueva por tercios cada dos años, es decir que en cada elección ocho provincias eligen a sus tres senadores, y cada distrito los elige cada seis años.

Este año les tocaba votar por sus senadores a Catamarca, Córdoba, Santa Fe, Chubut, La Pampa, Tucumán y Mendoza.

 El peronismo sólo ganó en Catamarca y Tucumán: más aun, en Córdoba no pudo obtener ni siquiera la banca de la minoría

El resultado es claro: el oficialismo, que contaba con 41 representantes en la Cámara alta, reducirá su bancada a 35 senadores, mientras que Juntos por el Cambio aumentará de 25 a 31.

El bloque oficialista del Frente de Todos será entonces desde el próximo 10 de diciembre la primera minoría.

Por otra parte, el Interbloque Parlamentario Federal, habitual aliado de la oposición, perdió una banca y quedará en tres.

Los aliados del oficialismo, el representante de Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilneck; y del Frente Renovadorde la Concordia, Magdalena Solari Quintana; no renovaron bancas en este turno.

Asimismo, ingresará al Senado una nueva fuerza política: Hacemos por Córdoba, que responde directamente al gobernador Juan Schiaretti.

Números desafvorables

La realidad se presenta por la opaca elección del Frente de Todos en las provincias señaladas.

En Córdoba Juntos por el Cambio obtuvo el 54,05 por ciento de los votos, relegando al oficialismo local que logró el 24,98 por ciento de los sufragios. Recién en tercer lugar quedó el Frente de Todos por lo que el actual senador Carlos Caserio no pudo renovar por un nuevo mandato.

De ese modo, los representantes por Córdoba desde diciembre serán el experonista Luis Juez (alguna vez compartió escenario con Carlos Menem y Ramón Saadi) y Carmen Álvarez, mientras que la actual diputada Alejandra Vigo, esposa del gobernador Schiaretti, se sentará en la banca de la minoría.

En Corrientes también triunfó Juntos por el Cambio, esta vez como ECO+Vamos Corrientes, al obtener el 59,01 por ciento, sobre el Frente de Todos que fue votado por el 36,48 por ciento. Los representantes de la oposición serán los legisladores provinciales Eduardo Vischi y Gabriela Valenzuela, mientras que por el Frente de Todos renovó su banca Carlos “Camau” Espínola. No pudo renovar en su banca la peronista Ana Almirón.

Por Santa Fe, los representantes serán la periodista Carolina Losada y el intendente de la localidad de Avellaneda, Dionisio Scarpin; mientras que la banca por la minoría será ocupada por el también periodista Marcelo Lewandowski.

La actual senadora María de los Ángeles Sacnun, segunda en la lista del oficialismo, no pudo renovar por seis años más. Allí, Juntos por el Cambio fue votado por el 40,54 por ciento de los votos, mientras que el Frente de Todos se quedó con el 32.12 por ciento.

La oposición también logró la victoria en Chubut, donde no tenía representantes desde 2015 al consagrar el triunfo del binomio compuesto por el diputado nacional Ignacio Torres y la politóloga Edith Terenzi que fueron votados por el 38,13 por ciento de los chubutenses. El Frente de Todos, que obtuvo el 28,16, consagró como senador al ex intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares.

En La Pampa, Juntos por el Cambio se llevó el 48,34 por ciento de los votos, sobre el Frente de Todos, que logró el 42,11. El diputado nacional Daniel Kroneberger y la militante de PRO María Victoria Huala ocuparán las bancas de la mayoría; mientras que el ministro de Gobierno de La Pampa, Daniel Bensusán se sentará en la de la minoría. La actual secretaria Administrativa del Senado, María Luz Alonso, no logró ingresar como legisladora a la Cámara alta.

Y en Mendoza, el ex gobernador y actual diputado nacional, Alfredo Cornejo, y la ministra de Cultura de la provincia, Mariana Juri; lograron el triunfo con la denominación Cambia Mendoza (dentro de Juntos por el Cambio) al obtener el 49,68 por ciento de los sufragios. La actual senadora nacional, Anabel Fernández Sagasti, mantuvo la banca por la minoría al ser votada por el 26,09 por ciento.

A favor, el Gobierno se quedó con nuestra Catamarca, donde sumó a Lucía Corpacci y el oftalmólogo Guillermo Andrada, mientras Juntos por el Cambio colocó a Favio Flama por la minoría: los guarismos fueron 50,56 por ciento de los votos contra 37,11 de la oposición.

La otra victoria, más ajustada, fue en Tucumán con el 41,43 por ciento del Frente de Todos ante el 39,33 por ciento de Juntos por el Cambio. Los representantes de esa provincia serán el actual diputado Pablo Yedlin y la legisladora provincial Sandra Mendoza. Mientras que por Juntos por el Cambio ingresará el intendente de la localidad de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro.

La relevancia

El Senado tiene poderes exclusivos que no se le conceden a la Cámara de Diputados.

Entre ellos está autorizar al presidente de la Nación para que declare el estado de sitio, prestar acuerdo al Poder Ejecutivo para la designación de magistrados judiciales, ministros plenipotenciarios, oficiales superiores de las Fuerzas Armadas y tener la iniciativa en leyes sobre coparticipación federal de impuestos.

Además es el ámbito encargado de juzgar a los acusados por la Cámara de Diputados en juicio político: presidente de la Nación, al vicepresidente de la Nación, los ministros de Estado y los miembros de la Corte Suprema.

Es un espacio clave, y no en vano la oposición concentró su campaña a nivel país en el objetivo de conseguir los cinco senadores que necesitaba para quebrar el dominio peronista.

Pero al margen de lo institucional, hay en este hecho un trasfondo político y claramente simbólico: el Senado es naturalmente presidido por quien ejerce la Vicepresidencia de la Nación, en este caso Cristina Fernández de Kirchner.

Para la oposición no tendría el mismo interés ni el mismo impacto avanzar en ese espacio si su titular fuera Sergio Massa, Juan Manzur o Inés Blas.

Restarle poder a Cristina en el recinto es un golpe psicológico al gobierno, toda vez que Juntos por el Cambio hace del ataque al kirchnerismo su caballito de batalla.

En diciembre las cartas estarán sobre la mesa y se iniciará un nuevo juego, ya con el 2023 como meta.

El tiempo dirá si el flamante escenario resultó positivo o no para las labores parlamentarias; se verá si el debate se enriquece o si prevalecen obstrucciones y chicanas.

Hasta entonces, queda claro que el Senado será diferente, y acaparará más miradas que las habituales cuando comience a funcionar con su nuevo mapa partidario.

El Esquiú.com

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