Aunque no tuvo mayor repercusión, el equipo de Salud catamarqueño recibió, en el marco del Consejo Federal de Salud (COFESA), un reconocimiento por parte del Ministerio de Salud de la Nación, por el compromiso, esfuerzo y dedicación en el trabajo en conjunto en el momento más difícil de la historia sanitaria mundial. La titular del área, Carla Vizzotti expresó con acierto que “es importante poner en valor el inmenso trabajo, el inmenso avance de la campaña de vacunación, y el inmenso mensaje de consenso que venimos transmitiendo las 24 jurisdicciones desde el Consejo Federal de Salud en todos estos meses de pandemia”. En ese sentido, la ministra indicó que “estar en noviembre vacunando a mayores de 3 años, habiendo aplicado más de 1.200.000 terceras dosis e iniciado ya la estrategia de refuerzos, y con esta reunión para planificar cómo vamos a seguir avanzando, es una fortaleza y una oportunidad enorme”.
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Es posible que en algunas ocasiones se consideren este tipo de distinciones como simples formalidades, pero en este caso se trata de un acto de estricta justicia, y quizás los catamarqueños nunca van a terminar de agradecerle a sus agentes sanitarios por lo que hicieron en los momentos más complejos de esta pandemia, que lamentablemente todavía no terminó. Que en Catamarca se hayan aplicado casi 700.000 vacunas es una auténtica hazaña, que para consumarla requirió del esfuerzo y la entrega de muchísimos trabajadores.
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Los números son contundentes: casi 60.000 personas se infectaron con coronavirus en Catamarca, y si bien hubo que lamentar alrededor de 700 fallecimientos, eso también indica que la abrumadora mayoría de los comprovincianos que se enfermaron lograron recuperarse. Eso sucedió porque todos contaron con asistencia profesional inmediata, idónea y gratuita. Desconocer semejante intervención sería un gesto de imperdonable ingratitud, y debe anotarse entre los logros de un gobierno que luchó prácticamente solo contra este flagelo, mientras la oposición –nacional y provincial- se dedicó a poner piedras en el camino y buscar réditos políticos, con absurdas y malintencionadas denuncias a las vacunas, marchas anticuarentena y otras crueles acciones tendientes a sacar provecho miserablemente de la angustia general.

El Esquiú.com