El Secretario

viernes, 19 de febrero de 2021 01:18

Como mínimo debe calificarse de infrecuente o inusual la actitud de Miguel Ángel Pichetto, quien desnudó las prácticas habituales de la mayor corporación mediática del país, pero dándose el lujo de hacerlo en vivo y utilizando la propia estructura del Grupo Clarín. “Se encargaron de remarcar toda la basura, es muy malo para el país lo que hacen”, señaló el exsenador, subrayando una realidad por todos conocida y denunciada hasta el cansancio desde hace más de una década. Lo curioso fue que lo hizo desde los propios estudios de TN y ante las cámaras del mismo grupo que criticaba. Atónitas e interrumpiéndose mutuamente, las dos periodistas que lo entrevistaban fallaron al ensayar alguna respuesta, y ocurre que en el algún punto deben haberse sentido traicionadas, ya que esa clase de críticas podían ser esperables del sector más hostigado por el Grupo, los siempre “inmundos” K, pero consideraron las palabras un golpe bajo al ser surgidas de la boca de Pichetto, nada menos que candidato a vicepresidente de Mauricio Macri en las últimas elecciones. Es decir, la fuerza política más protegida y favorecida por el accionar del hegemónico poder mediático. Se supondrá que este giro en el enfoque de Pichetto obedece precisamente a su extenso pasado en las filas del kirchnerismo, pero no fue así: lo que irritó e hizo “saltar la térmica” al locuaz exlegislador fue el tratamiento periodístico del fallecimiento de Carlos Saúl Menem; a quien el Grupo Clarín aprovechó para mostrar como un ícono de la frivolidad, la corrupción y todo aquello que sea repulsivo o deleznable. Pero Pichetto es una mente brillante, orador avezado, y dejó mudas a sus interlocutoras porque pegó allí donde más duele: recordando los decisivos favores y privilegios con que Menem bendijo a Clarín: “Duele especialmente de un medio al que le entregó uno de los canales más importantes y habilitó la presencia de este canal donde estamos esta noche, que es TN”, señaló. Touche. La conclusión es que cierta clase de “periodismo” destructivo y manipulador puede redituar momentáneamente a un sector, pero al cabo del tiempo no le sirve a nadie más que a la empresa. Lo sufrieron Alfonsín, Néstor, Cristina lo sufre Alberto… y seguirá hasta que del otro lado también lo rechacen como práctica.
 

20%
Satisfacción
0%
Esperanza
20%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
60%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias