El Secretario
La pandemia de coronavirus generó una ilusión inicial que sugería la posibilidad de desarrollar un trabajo mancomunado para atender la salud de la población, con aquella imagen de Alberto Fernández, Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof hablando juntos al país, planificando cómo enfrentar la amenaza sin inmiscuir diferencias partidarias en el tema. El espejismo duró apenas un par de semanas y después cada bando volvió a su trinchera, con absurdos reclamos y planteos como la imaginaria dicotomía entre las libertades republicanas y las precauciones que imponía la emergencia sanitaria. La estupidez que reina en los argumentos de cierta clase política más allá de quien ejerza el poder, sigue dominando el escenario y en este año electoral miserias y egoísmos se cobraron otra “víctima”.
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Es así que en este verano modelo 2021, el trofeo de guerra vino a tomar forma de vacuna y cada aspecto del proceso de inmunización se banalizó con los mismos criterios histéricos de dirigentes amantes del impacto mediático, profesionales de la indignación, alentados por el afán de sembrar odios y malestares antes que asumir una postura constructiva. Devenidos en expertos epidemiólogos e inmunólogos, casi todos se permiten dictar sentencias aparatosas con tal liviandad de fundamentos que genera asombro. De este modo, siempre respaldados por su columna mediática, comenzaron alarmando sobre el peligro, la inseguridad y la inutilidad de la vacuna contra el coronavirus; para luego saltar al otro extremo y reclamar con desesperación por faltantes o demoras en la llegada de nuevas partidas.
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Con impunidad total y sin términos medios, lo único que sostienen es el objetivo de confundir a la población y ver si logran sacar algún provecho de la crisis. En ese objetivo les vino como anillo al dedo el show de los vacunatorios VIP, escándalo que con mucho esfuerzo se intenta replicar ahora en Catamarca, donde hace más de un mes se aplicaron vacunas sin que nadie se interesara en el tema. Tan apasionadamente sigue al pie de la letra la oposición catamarqueña la agenda de enojos de sus colegas porteños, que un día de estos presentará aquí un pedido de informes sobre el funcionamiento de los subtes.