Definitivamente la situación del club Villa Cubas –uno de los más populares del medio- es un problema político del que no queda exento el gobierno. Es que algún funcionario, por acción u omisión, exterminó el proceso electoral que estaba en marcha y que iba a determinar las nuevas autoridades el pasado 28 de noviembre, en una asamblea que había sido convocada con dos meses de anterioridad y para la cual se anotaron dos candidatos dispuestos a tomar las riendas del club: el empresario de la construcción Javier Galán y el exdiputado provincial Hugo Navarro. El primero hasta presentó un plan de gobierno y movilizó gente desdeñando factores políticos, especialmente de carácter partidario. Navarro, sobrino de Luis Barrionuevo, estaba en las antípodas del pensamiento de Galán, pero tenía vocación de conducir el club cuya camiseta supo lucir.
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Sin embargo, sorpresivamente, vaya a saber por qué motivo que no sea político, Personería Jurídica restituyó en el cargo a Francisco Russo, quien había sido intervenido por el gobierno por comprobadas irregularidades en los manejos administrativo y contable de la institución. Aparte, aquella medida contó con el apoyo de socios, simpatizantes, los pocos dirigentes que quedaban en aquel entonces y los planteles deportivos. ¿Por qué el cambio de la medida? ¿O el gobierno, de pronto, descubrió que se equivocó con Russo y el club andaba de maravillas? Digamos las cosas por su nombre: alguna mano política intervino para producir un mamarracho jurídico que impidió la normalización por la vía electoral.
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Así las cosas y cuando, según la dirigente Malvina Orellana, el presidente intervenido y luego restituido por el gobierno no aparece “por los lugares que solía frecuentar”, los pocos que se preocupan por la suerte de Villa Cubas son algunos socios que iniciaron una colecta para tratar de salvar de remates al patrimonio institucional. Increíble, pero cierto: un club que podría estar normalizado agoniza por responsabilidad exclusiva de quien produjo el hecho inédito de volver a un cargo a alguien que fue intervenido por irregularidades comprobadas.
El Esquiú