A sus 78 años, luego de pasar los últimos 20 como ministro de la Corte de Justicia, finalmente presentó su renuncia la doctora Amelia Sesto de Leiva, quien había sido designada en el cargo por el entonces gobernador Oscar Castillo, cuando transcurría el año 2001. A fines del año pasado ya había circulado con fuerza el rumor de su alejamiento del máximo órgano judicial, y ella misma salió a desmentirlo, diciendo que simplemente había iniciado los trámites para acogerse al beneficio de la jubilación.

*****
Precisamente ese punto generó múltiples discordias, ya que en realidad la jueza tuvo una jubilación anticipada ordinaria con alta en febrero de 1994, cuando tenía 51 años, por lo que se consideró irregular su nombramiento en la Corte desde que asumió, siete años después. En ese momento, su condición de jubilada se subrayó como un incumplimiento a los requisitos establecidos en la Constitución provincial, por lo cual el acto inicial de designación fue para algunos analistas nulo e ilegítimo. Como se advierte, era una objeción compleja y delicada, ya que llegado el caso podría dar lugar a observar todo acto en el que tuvo intervención.

*****
Entre diversos reclamos, el que llegó más lejos fue el pedido de juicio político iniciado por el abogado Eduardo Andrada, que llegó a ser tratado en la Legislatura provincial, y luego de arduos y extensos debates terminó frustrándose porque no se obtuvieron los 27 votos necesarios para llegar al juico. El Frente de Todos reunió 24 votos a favor, pero hubo 17 en contra y se necesitaban los dos tercios para realizar el juicio. La situación no modificó los reclamos, por cuanto quedó probado que se había violado el Artículo 168 de la Carta Magna Provincial, además del Artículo 165, que asegura la inmovilidad hasta los 65 años. Al cabo, Amelia Sesto de Leiva se va de la Corte por decisión propia luego de dos décadas, y queda como último protagonista de los cuestionamientos el ministro José Cáceres, quien fue señalado por similares razones.

EL ESQUIÚ.COM