Apuntes del Secretario
La sorpresiva y lamentable muerte de Marita Colombo, que hasta el pasado lunes presidía el comité provincial de la UCR, produjo un verdadero terremoto político, cuyas consecuencias habrán de verse con el correr de los días o los meses. “Una cosa es el radicalismo como Marita y otra sin ella”, fue uno de los comentarios en las horas posteriores a la triste noticia de su desaparición física. A ello habría que agregar que su actuación como diputada y conductora de hecho del bloque era decisiva, especialmente para mantener la unidad y la calma en los momentos más difíciles. Su larga experiencia en la función pública –arrancó hacia finales de la década del 80 y duró hasta su misma muerte- era el motor que le permitía mantener equilibrios en un partido que viene de resignar el poder y sufrir verdaderas catástrofes electorales. Ella, sin embargo, tenía esperanzas de recuperar el terreno perdido a partir de su asunción, en marzo pasado, como presidenta del comité provincial.
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Más allá de sus dotes intelectuales y un gran dominio de la técnica legislativa –estuvo largos años en el Congreso Nacional y participó activamente de la reforma constitucional de 1994-, hay que decir las cosas por su nombre. Ella respondía políticamente al senador nacional Oscar Castillo y cuidaba como nadie sus intereses partidarios, aparte de los propios. Esa situación representa hoy el mayor de los interrogantes sobre el futuro inmediato de la UCR que, en menos de tres meses, debe confeccionar las listas de candidatos para las elecciones nacionales y provinciales del presente año. También en esta coyuntura, lo descontamos, se sentirá la ausencia de Marita y poco se sabe sobre los comportamientos que puede observar su reemplazante: el diputado Francisco Monti. Se trata, sin dudas, de un joven altamente capacitado y con pensamientos de gran influencia dentro del bloque de Juntos por el Cambio. Sospechamos que buscará establecer consensos mínimos para comandar la alianza partidaria, la que no solo reúne a castillistas, brizuelistas, guzmanistas, sosistas, morados y otras tribus más pequeñas, sino que también arrastra a las filiales locales del PRO y la Coalición Cívica. Hasta hoy, con Marita al frente del comité, sin dudas que el hombre fuerte era Oscar Castillo. ¿Mantendrá el mismo poder frente al comité provincial que encabezará el joven Monti?
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En los tribunales porteños, según una reciente nota del diario Perfil, se lleva a cabo un juicio en el que estaría involucrado un personaje muy conocido por el mundillo político de Catamarca. Se trata del abogado Mariano Mera Figueroa Alba, hijo del exministro del Interior, Julio Mera Figueroa, durante la presidencia de Carlos Menem y asesor por largos años de don Vicente Saadi. En los tiempos dorados del saadismo en Catamarca, por pedido de su padre, Mariano era un frecuente visitante de los despachos oficiales y recibía canonjías de toda naturaleza. Con la caída de aquel régimen, Mera se radicó en Buenos Aires, “trabajó” en algunos municipios peronistas como Merlo y hasta buscó ser presidente de River Plate, nada menos y nada más. Pero, al mismo tiempo, habría participado de algunas “travesuras” que lo llevaron a ser denunciado por abusos sexuales varios, lesiones dolosas leves y privación ilegítima de la libertad. El juicio se está desarrollando contra tres de sus cómplices, los que podrían recibir una pena cercana a los 10 años de cárcel, conforme al pedido del fiscal. La gran curiosidad de este caso es que Mera, como principal protagonista de los hechos que se investigan, no está sentado en el banquillo de los acusados. Según lo afirma Perfil, al hombre no le faltan contactos e influencias para mantenerse prófugo desde hace más de dos años.
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De acuerdo a la acusación del fiscal, junto a sus cómplices, Mariano Mera habría secuestrado a una mujer –su propia ama de casa- para que cambiara dos declaraciones en casos de abuso sexual en los que se encontraba involucrado. La víctima, bajo amenazas contra ella y sus hijas, firmó una declaración falsa, pero por un contacto logró que la Policía Federal supiera que lo hizo bajo la presión del abogado Mera, al que terminó denunciando. Este no da señales de vida, pero protegido por el poder político, se encontraría en Buenos Aires o fuera del país mientras juzgan a quienes seguramente terminarán en la cárcel. Sin embargo, el futuro no deja de ser sombrío para el hijo el exministro de Menem y primo hermano del exgobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y del senador por Catamarca que lleva su mismo apellido.
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Empleados de las diferentes dependencias del Hospital “San Juan Bautista” –personal médico, de enfermería, de laboratorio, diagnóstico por imágenes, limpieza, etc-, según lo comentan, se han visto recargados en sus tareas y día a día trabajan con pacientes covid, hisopando o atendiendo casos sospechosos, varios de los cuales terminan arrojando positivo de la enfermedad y deben permanecer internados en el lugar, uno de cuyos sectores ha sido ampliado para la atención específica. En base a lo expuesto y considerando que llevan adelante tareas similares a las que se practican en el Hospital Malbrán y corren los mismos riesgos por razones de bioseguridad, es que habrían elevado un petitorio a las autoridades solicitando un trato igualitario, especialmente en lo atinente a los pagos por el “incentivo covid” que si cobran quienes cumplen tan delicadas funciones en el hospital monovalente del sur de la ciudad o en el mismo SAME. Si la historia es verdaderamente esta, justo sería que el ministerio de Salud revise una mejor distribución de sus presupuestos, mucho más teniendo en cuenta que nadie ha bajado los brazos frente a una pandemia que cada vez demanda mayores exigencias. El reclamo, cabe destacarlo, se suma al que realizaron agentes sanitarios del interior a los que no se les habría abonados horas extraordinarias de trabajo.
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La relevancia del denominado emprendimiento MARA (Minera Agua Rica - Alumbrera), fue ratificada por el presidente de Yamana Gold Argentina, Nicolás Bareta, quien trazó un plan de actividades que demandará aproximadamente un lustro hasta ingresar de pleno en la etapa de producción. El directivo estimó que el proyecto generará entre un 20 y 30 por ciento más dólares de lo que produjo en su momento Alumbrera, lo cual implica ingresos totales a los distintos fiscos (municipales, provincial y nacional) de más de US$ 1.100 millones durante 30 años. Sumado ese aporte directo a la contratación de personal y compra de insumos locales, “se puede multiplicar por 5 o 6 el valor de los ingresos en términos de inyección directa a la economía local”, calculó. Para llegar a ese punto, se sigue un itinerario de trabajos que contempla para este año la conclusión del estudio de factibilidad. Si todo marcha bien, se comenzaría a producir en 2026, cuando habrá entre 1.100 y 1.500 trabajadores en la mina, con todo su efecto movilizador en materia económica. “Todo proyecto de desarrollo debe tener en cuenta la mecánica sustentable de proteger el ambiente”, remarcó Bareta, al tanto de los reclamos ambientalistas. Pinceladas de un bosquejo gigante, que permite evaluar la magnitud de la oportunidad que se presenta para Catamarca. Una vía de desarrollo imprescindible, tal como señaló el gobernador Raúl Jalil en su discurso del primero de mayo.
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RECUERDOS. Como lo hacemos habitualmente, cerramos los “Apuntes” de la fecha con el repaso de acontecimientos del pasado.
Completamos hoy el comentario de los graves incidentes que se produjeron en Catamarca por la fallida designación de Ramón Saadi como senador nacional por Catamarca hace 26 años. El hombre había sido elegido por el bloque justicialista durante la asamblea legislativa y, aparte, lo había avalado un congreso partidario llevado a cabo en Recreo (La Paz). Sin embargo, el gobernante Frente Cívico se empecinó en no hacerlo jurar y consiguió su objetivo. El día 18 de diciembre de 1995, cuando se produjo la llegada del exgobernador al aeropuerto “Felipe Varela” se produjeron los graves incidentes comentados. La policía provincial pretendía detenerlo porque el juez Edgardo Alvarez había decidido indagarlo. No pudieron hacerlo porque efectivos de la Policía Federal lo impidieron, pero lo cierto es que aquella situación no terminó en un enfrentamiento entre efectivos policiales solo por milagro.
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A pesar de que la Suprema Corte había dicho que el conflicto debía resolverlo la provincia, Saadi se presentó a declarar en la Justicia Federal. Al mismo tiempo, el exgobernador Arnoldo Castillo hacía declaraciones que complicaban aún más la situación. Decía que Saadi comandaba una red de narcotráfico entre Bolivia, Catamarca y Morón, pero añadía que se trataba de “un ñoqui de lujo”, en orden a que nunca asistía a las sesiones del Congreso, donde revistaba como diputado nacional. Finalmente, previo pedido de excarcelación, Saadi se presentó ante el juez Alvarez y quedó imputado por abuso de autoridad y defraudación calificada.
El Esquiú