Apuntes del Secretario
La designación de José Díaz, de 60 años, como obispo de Concepción de Tucumán causó tanta alegría como sorpresa en el clero local, que no esperaba la decisión del Papa Francisco. El propio “Pepe” Díaz recibió la novedad totalmente desprevenido, y así lo reconoció en una entrevista difundida por el Obispado. “Mi confianza y mi esperanza están puestas más en la gracia de Dios que en mis pobres cualidades, porque en realidad el ministerio episcopal es tan exigente que sin dudas mis recursos humanos no alcanzan”, señaló el sacerdote.
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Si bien nació en Tucumán (es oriundo de La Cocha, casi en el límite con Catamarca), Díaz es considerado un catamarqueño más, porque casi toda su vida la desarrolló aquí: “yo me vine a Catamarca siendo adolescente, me despedí un poco de La Cocha y me inserté más en Catamarca, sobre todo a los pies de la Virgen del Valle, que ha sido la devoción que ha marcado mi vida, por eso me quedé acá, por la Virgen. Y todos estos años que he vivido han sido puestos al servicio de la diócesis y al servicio de la Virgen, para mí ha sido altamente enriquecedor”, recordó.
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Luego de desempeñarse como Vicario de Pastoral, Rector de la Catedral y párroco de Andalgalá, entre otras tareas, Díaz llega al obispado de Concepción por el fallecimiento del anterior obispo, Melitón Chávez, con quienes fueron compañeros en sus años de seminario. Ahora el religioso seguirá el camino de otros comprovincianos que alcanzaron la máxima autoridad en una diócesis, como Gerardo Sueldo en Santiago del Estero; Mario Cargnello, que fue primero obispo de Orán y ahora es arzobispo de Salta; y más atrás en el tiempo Buenaventura Rizo Patrón, también obispo de Salta; José Segura –el Vicario Segura- que fue el primer obispo de Paraná, y desde luego Fray Mamerto Esquiú, obispo de Córdoba. Una misión muy importante para los hombres de fe, que enriquece la historia eclesiástica provincial.
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A propósito de cuetsiones eclesiásticas, queda claro que en Argentina nadie escapa a la locura mediática, y recientemente se generó todo un escándalo por definiciones del Papa sobre la propiedad privada. A tal extremo llegó la campaña que -como rara vez ocurre- autoridades de la iglesia argentina salieron a contestar. En este caso habló el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, quien cuestionó las “serias descalificaciones” hacia la figura del pontífice argentino entre ciertos sectores de la política y los medios de comunicación, criticó la manera “banal” en que se lo juzga y recomendó a la sociedad argentina leer sus mensajes en forma completa y “no sacarlo de contexto”.
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El jefe de la Iglesia católica argentina salió en defensa de Jorge Bergoglio, tras las declaraciones del Papa argentino sobre la función social de la propiedad privada ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en sintonía con la Doctrina Social de la Iglesia, pero que en Argentina despertó disparatadas conclusiones y análisis. “Escuchamos serias descalificaciones a lo que dice el Papa y, a través de algunos comunicadores, de un modo un poco banal. El Papa es muy provocador, provoca la reflexión sobre el rumbo del planeta y la humanidad. Sería absurdo no pensar en eso, en medio de una pandemia que es consecuencia de algo que se ha desmadrado en el trato con la naturaleza y en nuestro trato social”, subrayó Ojea.
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Las declaraciones en cuestión fueron pronunciadas por el Papa el pasado 17 de junio, en un videomensaje en español de 27 minutos a los participantes de la 109 conferencia de la OIT, que se desarrolló en forma virtual por la pandemia. En ese discurso, Francisco pidió “garantizar que la asistencia social llegue a la economía informal” golpeada por los efectos del coronavirus, al tiempo que lamentó el aumento de la pobreza y el desempleo por falta de medidas a nivel mundial durante la pandemia. En otro tramo del mensaje, y de cara a la pospandemia, el pontífice retomó su encíclica de 2020 Fratelli Tutti y aseguró que “a veces, al hablar de propiedad privada olvidamos que es un derecho secundario, que depende de este derecho primario, que es el destino universal de los bienes”.
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En realidad “el Papa habló sobre la función social de la propiedad privada ante la OIT, en sintonía con la Doctrina Social de la Iglesia. Francisco no hizo más que profundizar la postura histórica de la Iglesia”, por lo cual el obispo de San Isidro evaluó que, cuando el Papa habla en distintos foros, “acá inmediatamente se interpreta que está hablando de Argentina y de situaciones que se dan acá”, por lo que recomendó leer sus mensajes y discursos completos para evaluar “en qué contexto dice una cosa y otra. Dos o tres comunicadores empiezan a sembrar una especie de pánico y dicen que el Papa está pensando en signos comunistas o de izquierda. Pero es nada más que el Evangelio”.
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El titular de la CEA observó que “cuando al Papa se lo critica o se lo descalifica, el Papa no responde. Y cuando alguien no responde, es un mal deporte estar continuamente marcándole cosas que no son ciertas ni verdaderas. Cuando enfrentamos algo que nos atañe a todos, como una pandemia, ciertas cosas tienen que estar fuera de la bipolaridad, ya que sino es como si estuviéramos condenados a que todo pensamiento tiene que estar sirviendo a un interés político concreto”. Una queja muy lógica y concreta, que podría extenderse a muchos otros ámbitos.
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Pocos resisten la tentación de buscar el dinero fácil, y en esa carrera -de un tiempo a esta parte- la gran estrella es el Bitcoin, que ofrece irresistibles márgenes de ganancias, aunque a niveles de riesgo también difíciles de sopesar. Nassim Taleb, escritor y ex operador de bolsa reconocido por haber advertido sobre los riesgos del mercado de hipotecas de los Estados Unidos antes de la crisis financiera global de 2008, encendió las alarmas con un documento donde afirma que el Bitcoin, principal criptomoneda, perderá todo su valor en el largo plazo. “Bitcoin no satisface la noción de ‘moneda sin gobierno’ (ha demostrado que ni siquiera es una moneda), no puede ser un depósito de valor ni a corto ni a largo plazo (su valor esperado no es superior a 0), no puede funcionar como una cobertura fiable contra la inflación y, lo peor de todo, no constituye, ni siquiera remotamente, un refugio seguro para las inversiones, un escudo contra la tiranía del gobierno o un vehículo de protección para episodios catastróficos”, señala el especialista en un resumen de su publicación.
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El argumento es que la cantidad limitada de bitcoins -se acuñarán 21 millones, ni uno más- hará que cuando se alcance el máximo esa actividad pierda atractivo para los mineros, y con ello el valor de la criptomoneda no pueda mantenerse en el tiempo. Otro punto importante tiene que ver con sus defectos como sistema de pago, los altos costos y tardanzas de su sistema, y la contradicción entre un activo que aspira a ser medio de pago pero al mismo tiempo genera ganancias más que nada por la aparentemente constante disparada de su precio. Taleb es crítico de Bitcoin desde hace años y ha ofrecido numerosas conferencias en las que compara a la criptomoneda con una estafa y una burbuja. Para tener en cuenta, ya que tampoco Catamarca es ajena a esta fiebre.
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RECUERDOS. Hace una década, en una sesión del Concejo Deliberante de la Capital, se dispuso declarar Ciudadano Ilustre Post Mortem de la Ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca al médico José Guido Jalil, “en reconocimiento a su entrega, generosidad y vocación de servicio permanente a la sociedad catamarqueña”. Guido Jalil nació en esta capital en un hogar de catorce (14) hermanos, el 17 de abril de 1927. Fue padre de una familia numerosa, ocho (8) hijos y abuelo de veinte (20) nietos. En julio de 1950 obtuvo el título de Escribano Público en la Universidad Nacional de Córdoba y luego el de médico cirujano. Como profesional de la medicina se desempeñó como médico en el Hospital de Córdoba, como practicante mayor desde 1952 a 1956. Asimismo lo hizo como médico cirujano en el Hospital de Niños de Córdoba en los años 1955 a 1956; del mismo modo se desempeñó como médico interno en la Clínica Marión y médico cirujano en el Policlínico Bancario. El 20 de noviembre de 1956 se establece en Catamarca y abre su consultorio particular en la casa paterna; semilla del Sanatorio Pasteur, que funda el 21 de septiembre de 1959 con 14 socios. Fue presidente del Centro de Estudiantes Catamarqueño en Córdoba; socio de la Cooperativa de Tamberos de Catamarca, Presidente del Rotary Club Catamarca Valle, presidente de la Liga Catamarqueña de Fútbol, intendente capitalino y hasta candidato a gobernador. Falleció el 30 de diciembre de 2010, a los 83 años.
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