Después de un año y medio a los tumbos, con escuelas cerradas, muchísimos alumnos excluidos por falta de acceso a la tecnología, problemas de conectividad, docentes obligados a hacer experimentos para dar clases, programas académicos vistos a vuelo de pájaro y métodos de clasificación casi simbólicos -sin reprobados en ninguna parte-, en Educación se empieza a pensar en la actividad pospandemia, o todavía en pandemia pero con mejores perspectivas.

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Ahora que 19 jurisdicciones del país están formalmente en vacaciones de invierno y hay más tiempo para pensar, vuelve a discutirse cómo será la promoción y los modos de acreditación de los contenidos. El ministro Nicolás Trotta reconoció que “no puede haber una solución única para aprendizajes tan diversos y presencialidad tan dispar”, algo que estuvo claro desde el primer día. Lo que no queda claro son las opciones que maneja el Consejo Federal de Educación, ya que incluyen la extensión del ciclo lectivo para estudiantes de los últimos años de primaria y secundaria, para “fortalecer la trayectoria educativa”. Ello implicaría extender las clases para quienes cursan el último año hasta febrero o abril, lo cual parece un despropósito y alteraría la vida de quienes tienen que cambiar de ciclo o incluso mudarse para iniciar la carrera universitaria a otras provincias. Existiría para ellos el riesgo de perder todo un año con el pretexto de recuperar el tiempo perdido. Realmente es de esperar que no prospere esta descabellada iniciativa, entre otras cosas porque es iluso suponer que lo que no se logró en un año y medio se va a compensar con un par de semanas de asistencia a las aulas.

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Ya comenzaron las encuestas telefónicas, propias de la previa a cada elección, donde los partidos intentan realizar un sondeo del posicionamiento de diferentes figuras políticas. En una de las principales que se está realizando, sin identificar ningún partido, se pregunta inicialmente por la valoración de Lucía Corpacci, Hugo “Grillo” Ávila, Raúl Chico, Guillermo “Joao” Andrada, Luis Lobo Vergara, Roberto Gómez, Jorge Moreno, Dante López Rodríguez, Silvana Ginocchio y Pablo Castro, apuntando claramente a las bancas en el Congreso de la Nación. En una segunda etapa, ya dirigida al terreno local, se mide a Juana Fernández, Eduardo Brizuela del Moral, Enrique Cesarini, Francisco Monti, Roberto Gómez nuevamente, José “Chichí” Sosa, Natalia Saseta y Flavio Fama. A los nombres se suman preguntas muy generales para recabar opiniones sobre las gestiones de Raúl Jalil en la provincia y Alberto Fernández en Nación. La encuesta es bastante extensa, pero se puede hacer relativamente rápido marcando los números 1, 2, 3 ó 4 para expresar las opiniones. Un método costoso pero que las fuerzas políticas consideran una herramienta útil para ir vislumbrando el panorama. 

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Aunque oficialmente no hubo anuncios, la postulación de Lucía Corpacci ya parece un hecho. En coincidencia con la celebración del Día de la Independencia, el equipo de la exgobernadora lanzó un video por demás emotivo con claro tono de campaña, en el que se explota al máximo el carisma y el mensaje de la actual diputada nacional. Corpacci es la mejor carta que tiene el peronismo en la provincia, y es lógico que apueste a ella: después de dos décadas de penurias, Lucía consiguió triunfo tras triunfo en las urnas desde que conquistó la vicegobernación en 2007. Ganó la gobernación en 2011, ganó la reelección en 2015 y ganó la diputación nacional en 2019, con caudales de votos cada vez más grandes. El PJ local sabe que excluirla de las listas sería como dejar a Messi fuera de la lista de convocados en la Selección: un lujo que no se puede dar.

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Quien también da virtualmente por hecha la candidatura de Lucía es el principal precandidato opositor, el intendente de Belén, Daniel Ríos. “Telchi” describió que el eventual enfrentamiento sería una batalla entre “David y Goliat”, en bíblica referencia a la aparente desigualdad de fuerzas, pero fue astuto al elegir la metáfora porque en la historia es el más pequeño el que se impone. Por lo pronto, el jefe comunal está reuniendo apoyo. A cada paso que da aclara que tiene la bendición de su jefe Oscar Castillo, y hasta fue a buscar a su correligionario Eduardo Córdoba, intendente de Andalgalá, con quien tuvo fuertes cruces por el tema minero. “Telchi” dijo que le pidió disculpas y limaron asperezas, con lo cual sigue sumando respaldos para liderar la oposición en la búsqueda de una banca en el Congreso.

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La reunión que mantuvieron referentes de la oposición local con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, es una constante con dirigentes de todo el país, y ya comenzó a causar malestar en Juntos por el Cambio, donde se cuestiona el rol del calvo conductor de la Capital Federal y la incidencia que va ganando en decenas de distritos. Desde las provincias acuden a él porque es de los pocos en la oposición que dispone de recursos frescos, y el resto sólo tiene para ofrecer palabras de aliento. Pero a varios les cae mal este crecimiento cimentado en la necesidad ajena. En los hechos Rodríguez Larreta se impulsó como ‘armador’ y tomó la lapicera opositora. 

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Uno de los que salió a decirlo es el jujeño Gerardo Morales, rival directo en la carrera por disputarle la presidencia al peronismo en 2023. “Me parece que se puso el traje de Presidente antes de serlo y me preocupa que tenga esas actitudes. Estos movimientos son una falta de respeto para el electorado”, acusó Morales. Aunque mientras nadie abra la billetera, tanto desde Catamarca como desde las otras provincias, los aspirantes a candidatos seguirán yendo a Buenos Aires, porque se sabe que Dios está en todas partes pero “atiende” allá.

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Fueron velados ayer en el Congreso de la Nación los restos de Jorge Landau, a quien despidieron en el Salón Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados. La despedida al apoderado del PJ Nacional, que falleció este lunes a los 74 años, se sintió en el peronismo porque cumplía un rol tan silencioso como clave a nivel partidario. De profesión abogado, Landau nació el 23 de marzo de 1947 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y comenzó a participar de la política en los años ’60. Experto en cuestiones electorales, fue el portador de la firma que habilitaba tanto los frentes electorales de los que formó parte el peronismo a lo largo de cuatro décadas, como de sus respectivas candidaturas. Es que Landau fue el apoderado del PJ -lugar que ocupó desde 1988 a nivel provincial y desde 1999 a escala nacional-, desde donde desempeñó un rol preponderante en cada cierre de listas y en el armado de la ingeniería jurídica del peronismo. Desaparecido ya Juan Carlos “Chueco” Mazzón, se desarma la vieja guardia de arquitectos en el partido, roles que pasarán a nuevas manos de cara al futuro. Como funcionario, Landau fue secretario parlamentario del Senado bonaerense, cargo que ocupó desde 1991 hasta 1996; intendente de Escobar durante 10 meses en 1998; tres veces diputado nacional y secretario letrado en el Consejo de la Magistratura.

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RECUERDOS. Hace una década se inauguraba Tecnópolis, una megamuestra de ciencia, tecnología, industria y arte, con sede en Argentina, la más grande de América Latina, que pasó a realizarse desde ese año de julio a noviembre de cada año a partir del 2011. Inicialmente, Tecnópolis estaba planeada para realizarse en la ciudad de Buenos Aires, luego de los festejos del Bicentenario de Argentina. Sin embargo, en octubre de 2010, el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, negó la habilitación de dichos predios. El gobierno nacional decidió reubicar la muestra en un predio de cincuenta hectáreas en la provincia de Buenos Aires, localizado en Villa Martelli, Vicente López. En ese predio, parte de la antigua chacra de Saavedra, se encontraba el Batallón 601 de ejército, Logístico 10, en 1930. Este lugar fue uno de los focos de un alzamiento “carapintada” durante la presidencia de Raúl Alfonsín. El lugar fue totalmente reconvertido y sirvió para que estudiantes de todo el país vivieran fabulosas excursiones de aprendizaje.

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Cuando Macri asumió la presidencia, se habilitaron en el predio espectáculos, muestras y proyectos privados y la d 2016 fue la muestra con menos convocatoria. Luego comenzó a denunciarse el desmantelamiento de varias estructuras y el despido de más de 100 empleados del parque. Al mismo tiempo, en la “Plaza de la Memoria”, donde se rememora la dictadura cívico militar se negaron los 30.000 desaparecidos y se generaron fuertes controversias. En otra jornada, el parque abrió sus puertas para uso exclusivo de hijos de funcionarios, entre ellos ministros y secretarios de gobierno. Para eso se mantuvieron cerradas zonas para preparlas especialmente y se armaron espacios que, luego de que fueron usados por ellos, fueron desarmados. Esto se trató de un hecho inédito en la historia del parque y a raíz de ellos los funcionarios fueron denunciados penalmente.

El Esquiú.com