El reconocimiento municipal capitalino a los trabajadores de la Salud resultó un acto de estricta justicia con quienes estuvieron desde el primer día en la primera línea de batalla contra la pandemia. Se trata de enfermeras y auxiliares que no sólo brindan atención en postas sanitarias, nodos de testeo y nodos de vacunación, sino que mucho antes de que se organizaran esos espacios ya salían a las calles para brindar contención, asistencia, vacunas, controles. Un equipo que se esforzó a un ritmo sostenido durante el último año y medio.

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Además de los profesionales y empleados, la tarea del área municipal de Salud se nutrió del aporte de muchos trabajadores que en realidad eran contratados o beneficiarios del programa Catamarca Ciudad Trabaja, y es precisamente a ellos a quienes se agradeció de manera especial, asegurándoles el pase a planta permanente a partir del mes próximo. En total 120 personas que se dedicaron a cuidar a los demás, cada uno desde su puesto laboral, sin que se les haya oído en los últimos 18 meses una queja o una protesta. La emoción de los trabajadores cuando recibieron la noticia, en el predio del Poli Sur, exime de mayores análisis sobre su significado.

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Buena decisión del intendente Gustavo Saadi otorgarles ese premio, como también ratificar que la idea de otorgar más plantas permanentes será priorizando a quienes ya vienen trabajando bajo otras modalidades en el municipio; teniendo en cuenta la antigüedad. Sobre ese punto anticipó que este año pasarán a planta quienes ya lleven diez años prestando servicios, y además se enviará un proyecto al Concejo Deliberante para que se mantenga el mismo criterio cuando concluya la actual gestión. Una manera de solucionar paulatinamente, con un espíritu de justicia y equidad, el eterno problema de los “precarizados”, siempre y cuando no vuelvan a repetirse los nombramientos masivos de otras épocas, que terminan transformándose en un dolor de cabeza para la administración municipal.