Comenzaron a realizarse en la capital las Asambleas Plenarias del Presupuesto Participativo, metodología implementada por el municipio para asegurar que parte de los fondos públicos que la ciudad destina a obras públicas, sean administrados por los propios vecinos. El mecanismo contempla diversas etapas que ya se cumplieron, y que abarcaron reuniones barriales, presentación de propuestas y votaciones en distintos sectores de la Capital. La idea es que los propios vecinos decidan qué trabajos encarar, y asegurar no sólo el dinero necesario sino también la ejecución de las obras elegidas. Para eso se les brinda asesoramiento técnico y profesional, de modo que las ideas expuestas puedan plasmarse con los detalles que manejan arquitectos, ingenieros, etc.
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La implementación del Presupuesto Participativo fue anunciada por el intendente Gustavo Saadi en 2019, y los enormes contratiempos surgidos por la pandemia no impidieron que se avanzara con la tarea, para la cual se dividió a la mayor urbe provincial en seis zonas: sur, sudoeste, oeste, norte, este y centro. La respuesta fue más que interesante, con algunas iniciativas novedosas y también sugerencias recurrentes, fundamentalmente las vinculadas con espacios verdes, complejos deportivos, alumbrado, o alarmas solidarias.
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Lo destacable es el impacto que esta oportunidad tuvo en los barrios, ya que en total la Municipalidad recibió 1.445 proyectos, cifra elocuente que revela el interés y el compromiso de los vecinos por involucrarse y mejorar la situación de sus respectivos barrios. Casi 1.500 proyectos en una ciudad con menos de 200.000 habitantes es un número notable, que según las autoridades comunales superó las expectativas iniciales. Enhorabuena que la participación ciudadana se traduzca en decisiones reales y obras: sería muy positivo que gradualmente los otros 35 municipios puedan avanzar en el mismo sentido, ya que nadie conoce la realidad de los barrios mejor que quienes los habitan. El interés y el compromiso advertido aquí confirman que existe una necesidad de participar que ya no admite conducciones verticalistas en el ámbito público.