Los movimientos en el radicalismo nacional, orientados a soltar amarras del PRO, también se hacen sentir en Catamarca. No porque desde aquí se apoye a un Manes, a un Gerardo Morales o a un Loustau, sino porque finalmente han surgido convencimientos de los bandos en pugna. Uno de ellos sostiene que la forma de hacer política de los últimos años fue favorecer al peronismo que, antes de reasumir el poder en 2011, estaba prácticamente destrozado por las luchas internas. Subestimar al rival y despreciar la opinión de los afiliados a la hora de resolver las candidaturas, de igual forma, fue generando resentimientos que, por ahora, parecen aflojar. 

****

Hay dos listas para disputar la interna abierta y obligatoria del 12 de septiembre y sus actores –la dupla Ríos/Breppe por un lado y Fama-Monti por el otro- parecen dispuestos a tributarse respeto mutuo, a punto tal que han logrado diseñar un pacto de convivencia que permita restañar las heridas del pasado. Hay que ver si lo cumplen antes y después de la elección, ya que toda la alegría irá para un mismo bando y la tristeza ganará a quienes resultados derrotados. El gran triunfo, entonces, tendrá que ver con el perdedor. Si acepta el veredicto popular y levanta la mano al vencedor se habrá cruzado el más grande escollo para la unidad de la que tanto hablan y no ponen en práctica. Aparte que se aseguraría el voto masivo de los radicales en las generales de noviembre. Si persisten o surgen broncas la historia puede ser otra, como ocurrió en 2019.

****

Para que se haya llegado a este punto fue necesario lo que pregonamos desde hace años. Que un líder desgastado y carente de empatía con las bases como Oscar Castillo diera un paso al costado y dejará que alguien distinto ocupe la principal o las principales candidaturas. Aunque no se note, fue un despertar del radicalismo. La cuestión de fondo, sin embargo, es que si bien no habrá de figurar en el voto, Castillo es el armador de la lista “Adelante Catamarca” y en caso de ganar la interna con Daniel Ríos a la cabeza, de hecho, se convertirá en el conductor indiscutido de la UCR y hasta tendría la chance de colocar al candidato a gobernador en las elecciones 2023. 
****

Por todo ello, paradojalmente, los postulantes que ha elegido se cuidarán al máximo de hablar de él y, muchos menos, hacerlo en términos laudatorios. Su pobre performance en el Congreso de la Nación fue tan pobre que no hay forma de destacarla. Quienes sí lo podrán hacer, por contrario imperio, serán los antagonistas de la interna, especialmente Flavio Fama porque fue uno de los propuso permanentemente internas y el mismo Monti, que representa el trabajo legislativo más genuino dentro del radicalismo.

****

También los opinólogos radicales sueñan que con el retiro de Castillo y Eduardo Brizuela del Moral, los caudillos indiscutidos de las últimas tres décadas, se produzca un fenómeno parecido al que ocurrió en el peronismo a partir de 2010. Ese año se quedó sin la banca de senador nacional Ramón Saadi y Luis Barrionuevo perdió la conducción partidaria. Ambas situaciones, casi al unísono, abrieron el camino de la unidad y la aparición de una figura convocante como Lucía Corpacci que no ofrecía resistencias. 

****

Solamente los malos intencionados referían que había sido vicegobernadora de Brizuela del Moral en 2007 cuando sabían perfectamente que se trató de un arreglo político entre los correligionarios locales y el kirchnerismo. De hecho, Lucía jamás participó de aquel gobierno, ni siquiera para reemplazar al gobernador durante sus largas ausencias y fue la candidata a senadora en 2009 contra el exFrente Cívico. Quien quedaba efectivamente al mando de la provincia no era otra que Martha Grimaux de Blanco. Más allá de estas consideraciones, aquella “limpieza peronista” parece repetirse ahora con Castillo y Brizuela del Moral fuera de la cancha.

****

Todavía no hay encuestas que den cuenta del perfilamiento de la interna radical y es muy probable que hasta el momento decisivo no las haya. Es que resulta muy difícil saber cómo le irá a un intendente más allá de las fronteras que le toca gobernar. Tampoco es fácil imaginar la consideración que pueda tener el rector de la Universidad Nacional de Catamarca en los más recónditos rincones de la provincia. De todas manera, la elección será seguida con muchísima atención desde la Casa de Gobierno, donde preferirían que el ganador sea Daniel “Telchi” Ríos y no Fama, quien con un triunfo podría abrirse paso a la gobernación de Catamarca. 

****

Ese supuesto, siempre dentro del gobierno provincial, no se considera para un eventual triunfo de “Telchi”. Otro misterio de esta tenida radical es saber cuántos votantes tendrá. No solo por la Pandemia, que para septiembre puede cobrar fuerza por la variante Delta sino porque, tratándose de una elección abierta, pueden votar extrapartidarios. Hasta los propios peronistas pueden hacerlo en aras de ayudar a uno u otro. Y un tercer y último motivo será la ausencia en la campaña de quien supo tener la mejor intención de voto, Eduardo Brizuela del Moral, quien resolvió retirarse del escenario político. Hoy, enfermo, solo espera completar en diciembre su mandato como diputado nacional.

****

Días pasados se plantearon las dudas que generaron las precandidaturas de Hugo “El Grillo” Avila y el sindicalista Walter Arévalo. El primero a diputado provincial y el segundo a concejal de la Capital. Al respecto hay que ser realista. Esa lista, que pretende convertirse en la “tercera fuerza” en septiembre y noviembre, fue armada pura y exclusivamente por Avila para buscar su propia reelección. Es decir que el primer casillero a diputado provincial estaba ocupado antes de que surgieran los primeros socios del proyecto. Aparte, seamos claros y contundentes, es el único que tiene chances, aun remotas, de resultar electo. Lo de Arévalo, conforme a hechos y mediciones creíbles, no da para pensar en una sorpresa.

****

Hacía rato que no ocurría. Que la Cámara de Senadores rechace dos de tres pliegos para jueces que envió el Poder Ejecutivo. El antecedente más fresco hay que buscarlo en 2012, cuando una mayoría radical le dijo “no” a las pretensiones de Marcos Denett de convertirse en Fiscal de Estado, cargo que precisamente ocupa hoy. El jueves, los senadores observaron que no se podía aprobar el pliego de Adrián Jaime porque, desgraciadamente para él, no tiene “ficha limpia”. Entre sus antecedentes cuenta con una causa en contra y una primera sentencia que lo declara culpable. En el caso de Guillermo Antonio Altamirano obraron motivos diferentes. Aunque no se lo diga, el hombre llegó hasta aquí de la mano de José “Pepe” Cáceres, un ministro de la Corte de Justicia totalmente identificado con la UCR y, en materia de capacitación en perspectiva de género, su exposición fue realmente muy pobre.

****

RECUERDOS. Como lo hacemos habitualmente, cerramos los “Apuntes” con el repaso de hechos y circunstancias del pasado. A principios de los 90, en Catamarca, se promocionaba un juego que hoy tiene amplia difusión. Nos referimos al Quini Seis, creado por la Lotería de Santa Fe, y que en los últimos 30 años entregó premios millonarios, aunque sabemos que conseguir un acierto resulta poco menos que una hazaña. Quien juega una boleta, por ejemplo, tiene más de cinco millones de contra, lo que ha llevado a ser considerado por algunos, graciosamente, como “el impuesto al tonto”. 

****

Al ponerse en marcha en Catamarca, lo promocionaba la Capresca y lo hacía de esta forma: “Es un juego que se origina en la Lotería de Santa Fe y consiste en el sorteo semanal, público y ante escribanos de treinta números (de 01 al 30) contenidos en igual cantidad de bolillas. Del bolillero que las contiene se extraen seis bolillas, las premiadas, y que deben coincidir con los cupones que tengan marcados dichos números, elegidos por el apostador. En el caso de que no exista ganador, el pozo se acumula como máximo dos veces. En este caso si no hay ganadores con seis aciertos, serán ganadores los que acierten cinco números…y así sucesivamente”. Eugenio Sanagua – Subgerente de Juegos de CaPreSCa. Nota: debemos aclarar que el juego ha sufrido, con el transcurso del tiempo, notorias variantes. Ya no son 30 los números que van al bolillero, sino cerca de 40. Aparte hay juegos que auspicia la misma Lotería Nacional que le compiten, como el Loto o el Telekino. 

El Esquiú