Apuntes del Secretario

domingo, 19 de septiembre de 2021 00:45
domingo, 19 de septiembre de 2021 00:45


El análisis realizado por Alfredo Marchiolli sobre el resultado de la interna opositora en las PASO, trascendió por el exabrupto de atribuir el triunfo de la dupla Flavio Fama-Francisco Monti al “color de piel” del intendente de Belén, Daniel Ríos. Tamaño desatino fue lógicamente condenado por propios y extraños, pero detrás de las infortunadas declaraciones pasaron desapercibidos -al menos en la lectura del geólogo- los verdaderos motivos de la caída, que claramente impacta no sólo en la definición de las candidaturas hacia las generales de noviembre, sino en el armado del principal frente opositor y el futuro institucional de la Unión Cívica Radical.

*****

La evaluación de Marchiolli, transcurrida una semana desde la votación, tiene la característica de haberse convertido en un argumento unipersonal, ya que el resto de la tropa boinablanca -incluyendo dirigencia y militancia- advirtió que el eje del pronunciamiento popular fue un claro y abierto rechazo, que no estuvo dirigido hacia “Telchi” sino a Oscar Castillo. El senador nacional, que en diciembre se despedirá de su banca en el Congreso, hizo su apuesta en la interna procurando imponer un candidato para revalidar su rol interno sin exponerse en las listas. No participó directamente porque sabía que sus posibilidades eran nulas, y fue Ríos el elegido para competir en su lugar. Si hay padrinazgos que apuntalan, en este caso la sombra de Castillo resultó un ancla para el jefe comunal, que sin duda hubiera realizado una elección mucho mejor de no haber contado con la “bendición” (¿o maldición?) del  histórico líder de los celestes. Pero incluso siguiendo el razonamiento lógico de Marchiolli, perduraría una duda: si el inconveniente central eran las características de Ríos, ¿por qué no propuso él que se invirtieran las posiciones y quedara Patricia Breppe al frente de la lista? Punto final para esa teoría insostenible.

*****

Las crisis que se atraviesa en Casa Rosada es una novela de intrigas palaciegas como hace tiempo no se presentaba al sufrido electorado nacional. Deberá correr mucha agua bajo el puente para que salgan a la luz los auténticos pormenores de este enfrentamiento, pero es un hecho objetivo que a esta altura de los acontecimientos la magnitud de la pelea Fernández-Fernández superó largamente el impacto del resultado de las elecciones primarias. La carta abierta de la vicepresidenta Cristina Fernández, la ola de renuncias en el gabinete y el desembarco de tantas caras conocidas en el equipo que comanda Alberto desplazaron completamente la atención mediática y de la ciudadanía, lo cual resulta lógico porque nadie cree realmente que tan severas diferencias hayan sido consecuencia del escrutinio. En todo caso, la derrota en las PASO fue el detonante para un malestar que se arrastraba silenciosamente (y no tan silenciosamente). 

*****

Lo que se huele a kilómetros de distancia es la palabra “traición”, y no es poco decir cuando se habla de un gobierno peronista que recuperó el poder hace poco más de un año y medio. Existe en la militancia de base un real desconcierto, y conviven también señales de decepción e incertidumbre. Proliferan en torno a la crisis ríos de versiones e hipótesis, pero que pueden resumirse en dos grandes posturas. Para unos, Cristina atacó públicamente al Presidente para endilgarle culpas, desentenderse de la derrota, minar la imagen de Alberto y aprovechar el tropiezo electoral para ganar más lugares en el gabinete. Sería en ese caso una lucha intestina por espacios de poder, exponiendo despiadadamente al presidente. En ese caso CFK sacrificaría a Alberto en busca de su propia salvación, sin medir los efectos colaterales ni los perjuicios que el escándalo ocasiona a la alianza gobernante.

*****

Otro sector reivindica hasta cierto punto la reacción de Cristina, y apunta sin piedad hacia Alberto. Es la postura que defienden con vehemencia actores de la vieja guardia, como Guillermo Moreno, quien no duda en afirmar públicamente que el presidente pactó con la oposición y será CFK la víctima del acuerdo. Aunque Moreno reconoce cierta responsabilidad en Cristina -porque en definitiva fue ella quien armó la fórmula- señala a Alberto como un social-demócrata que nada tiene que ver con el verdadero peronismo, y va un paso más lejos para asegurar que el actual presidente es un calco de Mauricio Macri en su política económica.

*****

Especulaciones al margen, resulta innegable que los cruces entre presidente y vice tienen un costo político, y así se reflejó en los afiches que empapelaron zonas claves de la Capital Federal, con la cara de Juan Perón y la leyenda “Primero la Patria, después el movimiento y después los hombres, déjense de joder”.

*****

Raúl Jalil fue ganando protagonismo a nivel nacional en medio del río revuelto. En primer lugar porque es el jefe de uno de los pocos distritos donde el peronismo salió airoso en las PASO, con una importante diferencia a su favor. Y en segundo lugar porque no se mantuvo tibio ante la disputa, sino que se pronunció en respaldo de Alberto. Esa posición adoptó de inmediato y la hizo conocer a través de redes sociales con enorme repercusión -no hubo un medio nacional que no lo haya mencionado-, y lo ratificó ayer con su presencia en La Rioja, donde Alberto inició un relanzamiento de su gestión con los gobernadores como puntal más importante. 

*****

En esta nueva etapa de Casa Rosada, la nota sobresaliente son los regresos de auténticos “pesos pesados”, la mayoría de los cuales ya se desempeñaron años atrás como ministros, gobernadores, legisladores o todas esas experiencias sumadas. El desembarco de nombres como Aníbal Fernández, Daniel Filmus, Juan Manzur o Julián Dominguez son un mensaje en sí mismo.

*****

De la vereda de enfrente, reciben estas noticias como un regalo, y se preparan para aprovechar al máximo este impensado escenario. La alianza opositora Juntos por el Cambio (JxC) mantendrá esta semana un encuentro para evaluar el desempeño del espacio en las primarias, en una reunión organizada por la Mesa Nacional de la coalición a la que se sumarán los principales referentes de las listas que compitieron el domingo pasado en todo el país. Hasta allí llegarán los principales referentes nacionales de las tres fuerzas que conforman la coalición, como Patricia Bullrich del PRO; Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica y Alfredo Cornejo de la UCR.

*****

Los otros participantes del encuentro podrían ser el expresidente Mauricio Macri, el titular de la Auditoria General de la Nación, el “peronista republicano” Miguel Pichetto, y el senador Martín Lousteau. Las invitaciones incluyen al número uno y dos de cada lista ganadora en todo el país en las elecciones internas del pasado domingo después de una campaña que expuso las diferencias entre los socios de la alianza opositora. Juntos por el Cambio se impuso en distritos como la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Jujuy, Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, San Luis, La Pampa, Mendoza, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Distinto es el panorama en Catamarca, donde no hubo festejo “amarillo” y las opciones de revertir esta realidad son remotas, pero a cambio se abrió un sustancial proceso de reordenamiento interno. Tras algunos reclamos, el presidente de la UCR Francisco Monti hizo un primer llamado a la unidad partidaria, lo que implicará limar asperezas y resolver posiciones nada sencillas, tanto en el radicalismo como en la alianza que integran también el PRO y la Coalición Cívica, entre otras fuerzas.

*****

RECUERDOS. Hace diez años, comenzaba a repercutir en el Gobierno del Frente Cívico y Social la tragedia de la Alcaidía de Menores, con el alejamiento definitivo de quien era subsecretario de Seguridad, Luis Baracat. Las circunstancias en que las víctimas permanecían detenidas, el trato que recibían y la legitimidad de su permanencia en la Alcaidía de Menores, desataron severos cuestionamientos desde el día en que los jóvenes encontraron la muerte, asfixiados y calcinados, en un lugar en el que teóricamente deberían encontrase a resguardo.

*****

La tragedia tuvo un fuerte impacto en la comunidad, pero las autoridades no mostraron reacciones inmediatas. Varios días después, tras el horror, la cúpula del área Seguridad ofreció sus explicaciones en la Legislatura provincial, ante el requerimiento de la Cámara de Diputados. En el recinto legislativo, diputados de la oposición expresaron directamente que el ministro de Gobierno y Justicia, Javier Silva, debería haber presentado su renuncia apenas consumado el hecho, entre otras razones porque él mismo, aunque apuntó a las juezas de Menores, asumió parte del peso por lo ocurrido. Lo cierto es que la primera baja en el Gobierno como efecto de la tragedia llegó recién con Baracat, y por decisión del propio funcionario.

El Esquiú.com
 

0%
Satisfacción
0%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
100%
Indiferencia

Comentarios

Otras Noticias