Un  embrollo

Que el departamento Santa Rosa no es un canto a la institucionalidad nadie lo duda. Las cosas que hizo el intendente Elpidio Guaraz durante dos décadas alcanzarían para demoler principios básicos y elementales de la democracia, pero como la Justicia y la política lo toleran el hombre sigue aplicando sus propios códigos. Por cierto, nada sutiles. Vamos ahora con la mala nueva. Lo que parece ser tierra de nadie, al parecer ha producido contagio y se ha trasladado al otro municipio santarroseño, el de Los Altos, donde se dirimen cuestiones que jamás ocurrieron en 40 años de democracia.

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Los hechos responden a una interna entre “los Olveira” -el exintendente Rafael, derrotado por Carlos, hombre del intendente Barot y por ende de la senadora nacional Lucía Corpacci- que generó el viernes una situación insólita. Luego de la expulsión de Isabel González por dudosa incompatibilidad, y como había que designar su reemplazante, fue difícil conseguir quórum en el Concejo Deliberante, el que se logra con tres miembros del cuerpo. Su titular, Carlos “Kiki” Olveira, no tuvo mejor idea que traer al recinto a Adrián Olveira y Nora Fernández, ediles ambos, por medio de la policía. No fue necesario llegar a tal extremo porque los dos llegaron el viernes y explicaron su oposición a lo que pensaba tratarse. Entre otras cosas, con razón, argumentaron que no hubo sesión de Labor Parlamentaria y que dar quórum, o no, es un derecho político.

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Al retirarse Nora Fernández y luego Adrián Olveira, el presidente del CD, en base a un artículo de la ley Orgánica Municipal, hizo jurar a Francisco Carrizo -suplente de Nora- en forma “transitoria” para poder incorporar por Isabel González a María Lobo Vergara, a la que supuestamente le correspondía el cargo, aunque el primer suplente era Guido Barrientos. Se impuso el criterio del género para producir “la jugada”, algo que nadie sabe si está reglamentado en ese municipio. En síntesis, todo un embrollo que, a corto plazo, va a terminar muy mal.

El Esquiú.com