El Secretario

jueves, 22 de diciembre de 2022 01:31
jueves, 22 de diciembre de 2022 01:31

Un voto cantado

Como se temía, y a la vez se presumía, la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló a favor del distrito más rico del país, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la judicializada pelea por los fondos de coparticipación que había incrementado Mauricio Macri en favor de su sucesor y que le quitó Alberto Fernández. La Corte, en un fallo unánime, decidió reintegrarle el dinero a CABA advirtiendo que “las transferencias correspondientes a lo dispuesto en el punto resolutivo anterior se realizarán en forma diaria y automática por el Banco de la Nación Argentina” y si surgen nuevos conflictos las partes “deben ponerse de acuerdo” para concretar el traspaso de dinero. Los cortesanos, finalmente, señalan que la ley de coparticipación debe “actualizarse”.

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Con la decisión, engordarán sustancialmente las arcas de Horacio Rodríguez Larreta, quien está embarcado en su campaña como precandidato presidencial, pero se perjudica directamente a las provincias, mucho más necesitadas de fondos que el centro neurálgico, económico y político del país.  Suenan así más risueñas (o tragicómicas) las palabras de Rodríguez Larreta en su última visita a Catamarca, cuando afirmó sin ruborizarse: “Nunca hemos sido tan unitarios como ahora, todo el proceso del kirchnerismo generó una concentración de recursos en el Gobierno nacional muy fuerte. La Constitución dice que somos un país federal, pero hoy la concentración es muy grande, justamente porque el kirchnerismo concentró los fondos”. Un alegato conmovedor, sólo que no fue el kirchnerismo sino Macri el que le incrementó la coparticipación a CABA un 167,8 por ciento por decreto.

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Los gobernadores pusieron el grito en el cielo, señalando que con este fallo la Corte se inmiscuye en cuestiones que corresponden al Poder Legislativo, y todo se da en el marco de un enfrentamiento abierto entre la Justicia y el Gobierno, donde la imparcialidad parece haber sido pisoteada por la lucha partidaria. A juzgar por el sector que (una vez más) se beneficia, es cada vez más difícil suponer que los jueces actúan sólo motivados por hacer cumplir la ley.
El Esquiú.com
 

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