El Secretario
El tercer fantasma
La gestión presidencial de Alberto Fernández, casi desde su inicio, tuvo problemas para conciliar el descanso por el acecho de dos enormes fantasmas que rondaban sin cesar hasta truncar o entorpecer cualquier proyecto que se encarara, dificultando todos y cada uno de los días del oficialismo. La inesperada pandemia mundial por el coronavirus era uno de los más peligrosos: obligó a paralizar el país entero, con consecuencias durísimas en materia económica y social, que al fin de cuentas le costaron a los habitantes de la Casa Rosada una dolorosa derrota en las elecciones legislativas del año pasado.
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El segundo gran fantasma, esta vez heredado, se corporizaba con el jaque a las cuentas estatales provocado por el irracional endeudamiento asumido ante el Fondo Monetario Internacional, una pesadilla recurrente en la historia argentina, que reapareció con un tamaño nunca antes visto. Entre la pandemia y la deuda, Alberto transitó sus primeros años en el sillón de Rivadavia, condicionantes reales que no obstante fueron perdiendo fuerza a la hora de justificar diferentes sinsabores en la marcha del país.
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Amaneció entonces este 2022, preludio de la elección en la que el peronismo pondrá en juego su pellejo, y el escenario dista mucho del imaginado en aquellos complicados comienzos. Porque la pandemia –aunque perdura como potencial amenaza- ha quedado atrás en su tramo más crítico, y con el FMI se llegó a un acuerdo razonable. Identificados los enemigos, los argentinos calculaban que superadas ambas pruebas el panorama sería sustancialmente mejor, pero eso no ocurrió. Un tercer fantasma, la inflación, comienza a acaparar todas las preocupaciones. Es un viejo conocido, y quizás de poder más letal para los oficialismos que el virus o los acreedores internacionales. Escaramuzas internas al margen, el Gobierno sabe que si no frena los precios su suerte puede quedar prematura y dramáticamente echada. Será difícil, por ello, que a estas horas logren enfocarse en otro tema, porque nada asoma con más urgencia.
El Esquiú.com