El Secretario

jueves, 16 de junio de 2022 01:17
jueves, 16 de junio de 2022 01:17

Cuando parecía que el club Villa Cubas ponía fin a varios años de desgobierno, que incluyeron sanciones, juicios laborales, intervenciones y fracasos deportivos, la incertidumbre del presente y el futuro vuelve a rondar a la popular institución. Lo lamentable del caso es que la “recaída” surgió por un escándalo increíble que protagonizó una persona durante un partido de fútbol. Nos referimos al exdeportista Hugo “Landucci” Navarro que, desde su puesto de técnico del equipo superior, cometió la barbaridad de agredir a un árbitro de la forma más ofensiva que pudo hacerlo: escupiéndolo en la cara. Luego se trenzó en lucha con los policías que cumplían tareas de seguridad y, de paso, animó a que sus jugadores se sumaran a una trifulca que pudo terminar muy mal. El hecho fue tan evidente y repudiable que, a las pocas horas, al iracundo técnico le aplicaron cinco años de suspensión y a otros dos revoltosos jugadores los castigaran con un año.


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La situación, puertas adentro de la institución, no termina con los castigos, sino que invade el terreno político. Es que Navarro, más allá de ser una persona correcta en la vida cotidiana, en el deporte registra antecedentes nefastos. En su carrera como futbolista, con frecuencia, tuvo desmanes parecidos y los repitió jugando básquetbol y vóleibol, otros deportes donde logró sobresalir. Sin embargo, está claro, nunca estuvo preparado emocionalmente para soportar la adversidad. Por ello llamó poderosamente la atención que su propio hijo, desde hace unos meses presidente de Villa Cubas, le haya confiado una misión para la que no ayudaban los antecedentes.


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Más allá del hombre violento, las miradas de recelo se direccionan ahora a la institución. Con Navarro o sin Navarro, los mayores escándalos de los últimos 10 años los protagonizaron jugadores, dirigentes e hinchas de Villa Cubas, todos los cuales no aceptan que pueden perder en la lid deportiva. Por ello, la oposición interna del club, no ahorra adjetivos para la directiva que encabeza hoy Navarro (h), un exdiputado del peronismo.


El Esquiú.com

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