Estamos en campaña

Son días más que agitados en el terreno político, donde oficialistas y opositores viven ya con el fervor de la campaña electoral, aún cuando no hay ni siquiera definición de candidatos o una fecha para los próximos comicios. El gobernador Raúl Jalil agitó las aguas al insistir con la posibilidad de suspender las primarias, y los opositores hicieron fila para retrucarle. En este punto, hay que reconocer que el mandatario no adoptó esta posición por una cuestión coyuntural, sino que históricamente se mostró en contra de enfrentar dos consultas populares en las urnas con tan poca diferencia de tiempo. Emparenta esta idea con la saturación que provoca en los ciudadanos, el gasto que implica y la preferencia de que cada fuerza política resuelva internamente sus propios candidatos. Es un hecho objetivo que hace años que Jalil sostiene esa posición. Sin embargo, ahora se atribuyen sus palabras a un interés particular, como eludir él mismo una confrontación interna o disponer de más tiempo para convocar a las generales. Una discusión que no está entre las preocupaciones centrales del vecino de a pie, pero que ratifica que la clase dirigente ya tiene la mira puesta en el decisivo 2023.

Adiós Moreno

Se consumó finalmente el adiós al gobierno de Jorge Moreno, con cuya salida se venía especulando desde hacía más de un año, y para quien se vaticinaban desde embajadas hasta los más variados puestos. Finalmente, se aceleró el proceso con el fallecimiento de Mardonio Díaz Martínez, y el “Cabezón” dejó el Ministerio de Gobierno para suceder al extinto dirigente como nuevo presidente del Tribunal de Cuentas. También este nombramiento motivó quejas, por considerársele una persona demasiado cercana al Gobierno como para encomendarle tareas de contralor, pero lo concreto es que este cambio de roles impacta más en el oficialismo por el sitio que Moreno deja vacante que por el sillón que va a ocupar ahora. Gobierno es el ministerio político por excelencia, y no hay muchos dirigentes con el conocimiento y la trayectoria necesarias como para llenar ese vacío.

Poncho político

Circularon en las últimas horas insistentes versiones referidas a que se giraron sendas invitaciones para que asistan a la apertura de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho tanto Alberto Fernández como Cristina Fernández de Kirchner, una posibilidad bastante remota pero que catapultaría las repercusiones del acto a todo el país, sobre todo por el escenario de tensión que comparten desde hace tiempo el presidente y su vicepresidenta. De todas formas, la denominada fiesta de invierno más importante de la Argentina ya sabe de visitas presidenciales. Las últimas fueron de Fernando De la Rúa, Mauricio Macri y el propio Alberto Fernández, que si bien asistió en la campaña previa a su elección recibió un trato presidencial. Sobre la visita de Macri puede hacerse una objeción, porque en los hechos fue casi una puesta en escena: el empresario fue al Predio Ferial durante la mañana, cuando estaba cerrado al público, pero luego se difundió la visita como si hubiera participado junto con la gente, algo que no sucedió. Anécdotas al margen, por su extraordinario poder de convocatoria, el Poncho siempre fue una vidriera codiciada por distintos políticos, y ahora que retoma la presencialidad luego de dos años, ese atractivo permanece intacto.

Cumpleaños PRO

El PRO, el partido que dio origen al macrismo, cumplió 20 años y lo celebró con un locro coincidente con el 9 de julio, del que participaron autoridades porteñas, legisladores, militantes y distintas personalidades del partido, entre ellos el presidente de la fuerza a nivel local, Enrique Cesarini. “No es casual que estemos festejando los 20 años del partido en un nuevo aniversario de la liberación de nuestra patria. Porque, en definitiva, en el Pro representamos lo mismo: representamos la libertad y la iniciativa personal, promovemos el progreso y nos comprometemos todos los días con una idea de futuro”, sostuvo Juan Pablo Graña, secretario general del Pro Capital. En el acto, también brindaron unas palabras Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de la Ciudad; Jorge Macri, ministro de Gobierno y Claudio Romero, presidente del Pro Capital. Este aniversario encuentra a la fuerza en una encrucijada, en la que debe resolver sus pulseadas internas y a la vez forcejear con la revitalizada UCR por el control de la alianza opositora Juntos por el Cambio. Todo ello como paso previo al “combate” final ante el peronismo. Una agenda más picante, imposible.

El éxito de las empanadas

A propósito del 9 de Julio, fue impresionante la convocatoria de la Fiesta Municipal de la Empanada, que volvió a realizarse en la plaza de Choya luego del parate por la emergencia sanitaria. Una verdadera multitud participó del encuentro, que además del clima festivo y el espectáculo musical preparado, movilizó muy bien el comercio. Sin contabilizar bebidas y otros productos, sólo en empanadas se vendieron alrededor de 6.000 docenas, lo que implica más de tres millones de pesos desembolsados para probar el exquisito plato. Semejante respuesta invita a considerar la posibilidad de organizar estos encuentros gastronómicos más de una vez al año, y también a pensar un escenario más amplio, ya que la hermosa y renovada plaza de Choya definitivamente quedó chica para este encuentro popular.

Rey de la carne

Alberto Samid, el “Rey de la Carne”, se lanzó como precandidato presidencial del peronismo. Lo hizo vía redes sociales, buscando adhesiones para su participación en las PASO, lo que sumará un eslabón más a su singular trayectoria. Samid, que ya fue legislador, es conocido por episodios bizarros como su pelea televisiva con el fallecido Mauro Viale, y hasta participó en el concurso de baile de Marcelo Tinelli. Fue también presidente del popular club Deportivo Morón, y como empresario tiene un interesante poder, que incluso lo llevó a desempeñarse como vicepresidente del Mercado Central. Siempre coqueteó con la política, y era asesor del expresidente Carlos Menem, aunque se distanciaron cuando el riojano mandó tropas para apoyar a Estados Unidos en la Guerra del Golfo, medida con la cual Samid no estaba de acuerdo. Enfrentó algunas causas judiciales por evasión de impuestos, pero goza de cierta popularidad en La Matanza, partido bonaerense nada despreciable, cuyo electorado supera al de casi todas las provincias. Dueño de una cadena de carnicerías y locales de comida rápida, detrás de su imagen campechana esconde una última cualidad, que la mayoría ignora, y es que Samid es un eximio ajedrecista. Conquistó en ese deporte una enorme hazaña, ya que enfrentó a tres campeones mundiales, Anatoli Karpov, Garri Kasparov y Veselin Topalov, con una particularidad: ninguno pudo ganarle. Recibió por ello una distinción oficial de la Federación Argentina de Ajedrez. ¿En qué terminará su aventura presidencial? A sus 74 años no parece contar con estructura para competir a nivel nacional.

Renuncia pactada

RECUERDOS.

El 13 de julio de 1973, hace casi medio siglo, el presidente Héctor Cámpora renunció a la presidencia del país en una maniobra que tenía como objetivo que el general Juan Domingo Perón ocupara por tercera vez la primera magistratura. Pocos meses después, la fórmula Perón-Perón -que integraba junto a su mujer, María Estela Martínez- triunfaba en elecciones presidenciales. Con la renuncia de Héctor Cámpora, terminan los primeros 49 dias de gobierno peronista, es muy poco tiempo en términos históricos, pero suficiente para que la izquierda ocupe lugares importantes en el gabinete, en la administración nacional y en los municipios provinciales. En esas 49 jornadas de violencia y anarquía, se ocultaban una de las claves del derrumbe. En el regreso de Perón y la expulsión de los extremistas, estaba la semilla que germinaría en uno de los períodos más oscuros del país, coronado por el golpe de 1976, con Perón ya muerto, y la puesta en marcha del terrorismo de Estado de la mano de la dictadura.

El Esquiú.com